Niños y mayores enriquecerían su nutrición con este producto sin espinas
18 sep 2021 . Actualizado a las 04:45 h.Un superalimento con tres pescados como ingredientes principales. Un producto cien por cien supervisado desde Galicia, donde se originó la idea y se realizaron las primeras pruebas. Es una de las apuestas, en el ámbito de la innovación, que impulsa la Organización de Productores de Pesca del Puerto y Ría de Marín (Opromar). El proyecto lo hizo público el director gerente de la entidad, Juan Carlos Martín Fragueiro, en el acto del 35 aniversario de la asociación. Toca adaptarse a los tiempos para ser competitivos y toca también actuar de forma sostenible desde el punto de vista ambiental. Precisamente dos de los objetivos que consideran cumplir con esta iniciativa.
Martín explicó que se trata de uno de los proyectos de I+D+i de Opromar. En este caso los armadores marinenses lo hacen en colaboración con el Instituto de Ciencia y Tecnología de Alimentos y Nutrición (Ictan), con el que trabajan en «una nueva formulación de producto, basado en mince de jurel, rubito y faneca». El mince es la pasta que se crea con el aprovechamiento del músculo de pescado y tiene un elevado contenido alimenticio. Lo califican como idóneo para incluir en las dietas de personas que tienen dificultades para comer sólidos o que no se manejan bien con las espinas, como los niños. Podría ser, apuntan, una buena opción para enriquecer la nutrición de niños y mayores, con el aliciente añadido de que al no tener espinas facilitarían incluirlo en menús de residencias y comedores escolares.
De ahí que la propuesta de Opromar tenga gran interés para ampliar la gama de productos sostenibles, porque el mince puede revalorizar aquellas especies que en la actualidad tienen un bajo rendimiento comercial o ni siquiera llegan a explotarse en los mercados. Al mince se le añaden hidrolizados proteicos y aceites de pescado, preparados por el Instituto de Investigaciones Marinas de Vigo. El superalimento ha superado con éxito un período de prueba en el prototipo de fábrica que Opromar tiene en el puerto de Marín. Ahora buscará un lugar donde construir la instalación definitiva.
Opromar combate al anisakis con sonidos
Inactisakis es el nombre del sistema que Opromar ha desarrollado, en colaboración con la Universidade de Vigo y la consultora Inxenia, para combatir el anisakis. El objetivo es la inertización de ese parásito a bordo de los barcos de Opromar. El programa que nació de la primera edición de la Fishing Accelerator.
Bajo la supervisión de los científicos e investigadores de Inxenia y de la Universidade de Vigo, los armadores de Marín están probando el resultado de esta tecnología de «nano cavitación por ultrasonidos» para el tratamiento de las vísceras del pescado -donde suele concentrarse el anisakis- antes de eliminarlas.
El anisakis es un parásito endémico que puede dañar a los humanos si consumen pescados sin cocinar o crudos, si previamente no han sido congelados. Tras capturarlos, en los barcos se les sacan las tripas y se arrojan al mar. Con este sistema, que sus promotores definen como «pionero», las vísceras serán devueltas con los anisakis muertos, de tal modo que en el medio marino ya no seguirían contagiando a otras especies.
Con el método bautizado como Inactisakis, el anisakis se combate con ultrasonidos. Mediante la técnica de nano cavitación, el ultrasonido genera como una especie de burbuja microscópica, que mata al parásito porque rompe las paredes celulares.