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Los pescados y los mariscos frescos se pagan casi igual que hace veinte años

S. SERANTES REDACCIÓN / LA VOZ

PESCA Y MARISQUEO

Imagen de una monumental subasta de bocarte en la lonja de Burela, que gestiona ABSA, el pasado abril
Imagen de una monumental subasta de bocarte en la lonja de Burela, que gestiona ABSA, el pasado abril XAIME RAMALLAL

Medias de 2,7 euros por kilo contrastan con precios disparados algunos días

17 ago 2021 . Actualizado a las 04:45 h.

Los precios disparados en momentos concretos del año pueden inducir a obviar la otra realidad, la de las cotizaciones medias de pescados y mariscos. Más allá de esos picos en fechas clave y de las llamativas cifras, los promedios a lo largo del año marcan los ingresos de los pescadores y los mariscadores gallegos. Con matices, sobre todo en los productos de alta gama, lo cierto es que los productos del mar frescos se pagan en lonja casi igual que hace veinte años. A principios de siglo la media por kilo para el conjunto de las alrededor de 295 especies comercializadas en las 65 lonjas de Galicia era de 2,48 euros, 26 céntimos menos que los 2,74 del año pasado.

Datos enviados por los gestores de todos esos mercados marineros a la Plataforma Tecnolóxica da Pesca, de la Consellería do Mar, permiten comprobar la evolución de la primera venta de pescados y mariscos. El gráfico que ilustra esta información refleja una situación que repercute directamente en los bolsillos de los armadores, los tripulantes y los mariscadores. No siempre en los de los consumidores, porque la fluctuación de las cotizaciones en lonja se traslada en numerosas ocasiones de modo desigual a las pescaderías. Esto último ha motivado reiteradas quejas de los profesionales del mar, rebatidas por los intermediarios.

Complicado explicar por qué los pescados y los mariscos parecen, en general, ajenos a la evolución del resto de la economía. Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), el índice de precios al consumo (IPC), la referencia de los artículos de uso más común en los hogares españoles, subió un 49 % entre enero del año 2000 y diciembre del 2020. Casi cinco veces más que el 10,5 % del incremento experimentado por los productos del mar en lonja, antes de tasas que rondan el 3 % y del 10 % del impuesto sobre el valor añadido (IVA). Aplicándole la variación del IPC, a los pescadores y a los mariscadores deberían pagarles, de media, 1,21 euros más por cada kilo de los alimentos que con tanto esfuerzo extraen del mar.

Oferta y demanda

A la ley de la oferta y la demanda se remiten casi todos los actores de la cadena comercial del sector pesquero cuando se les pregunta por la evolución de las cotizaciones en primera venta. Por lo que dicen las estadísticas de PescadeGalicia, no les falta razón con especies concretas, las de alta gama, pero en las de consumo habitual esa máxima parece insuficiente. Otro factor cuya incidencia se nota periódicamente son las importaciones, tanto de países comunitarios como de terceros, apuntaron en su momento gestores de lonjas gallegas.

Aunque caben otras opciones, los productos del mar suelen subastarse a la baja en las lonjas, y esa acostumbra a ser la referencia para las posibles transacciones directas. De acuerdo con las estadísticas oficiales, entre el 2000 y el 2020 el precio medio por kilo de todas las especies comercializadas alcanzó su máximo el año pasado, cuando se situó en 2,96 euros, y el más bajo se registró en el 2009, 2,15 euros. Ninguno de esos ejercicios coincidió con la menor oferta (124,66 millones de kilos en el 2003) ni con la más voluminosa (212,78 millones de kilos en el 2017).

El percebe llegó a 266 euros el año pasado, pero cotizó a 34,23 de media, y la merluza, que alcanzó los 45, a 3,81

Un repaso a diecisiete de los pescados y mariscos subastados en las lonjas perfila la realidad de las cotizaciones y su evolución en lo que va de siglo. De acuerdo con las estadísticas de PescadeGalicia, el kilo de percebe llegó el año pasado a un máximo de 266 euros (47 en el 2001), pero la media para el total de capturas se quedó en 34 (20 en el 2001). Y la merluza, el pescado preferido por los españoles -aunque el salmón le ha ganado terreno-, alcanzó en el 2020 los 45 euros por kilo (14 al comenzar este siglo), aunque el promedio se quedó en 3,81 (4,97 veinte años atrás).

Otros ejemplos llamativos por los elevados precios puntuales son los santiaguiños, cuyo tope el año pasado rozó los 256 euros por kilo (54 en el 2001), pero su promedio fueron casi 77 (35 veinte años atrás). Hasta 229 euros se pagaron en el 2020 por un kilo de camarones (69 en el 2001), y el promedio quedó en poco más de 24 (casi igual que a principios de siglo). La almeja japónica tocó techo el año pasado en 33 euros por kilo (16 en el 2001), cuando la media fue de 9,91 (9,02 veinte años atrás).

Nécoras, cigalas, mejillones

Nada menos que 122 euros alcanzó el año pasado un kilo de nécoras (32 en el 2001), pero el promedio fue de 16 (casi 15 al empezar el siglo). Por un kilo de cigalas se abonaron el pasado ejercicio 211 euros (38 en el 2001), si bien la media bajó a 11,23 (13,01 veinte años atrás). El máximo por kilo de mejillones subió a 2,50 euros el año pasado (0,69 al iniciarse el siglo), aunque la media quedó en 1,07 (0,63 en el año 2001).

El pulpo genuinamente gallego marcó en el 2020 un tope de 50 euros por kilo (casi 6 veinte años atrás) y su promedio quedó en 7,70 (5,82 en el 2001). A 13 euros llegó el bonito del norte el año pasado (6 a principios de siglo), pero la media fue de 3,94 (4,01 hace veinte años).

Besugo, lubina, sardina, xarda

Un máximo de 78 euros se pagaron el año pasado por un kilo de besugo (casi 23 en el 2001), aunque su promedio bajó a 20,39 (7,86 al comenzar el siglo). La lubina alcanzó los 45,42 euros el año pasado (19,52 en el 2001) y su media descendió a 12,43 (11,38 veinte años atrás).

Hasta 15,23 euros se cotizó el kilo de sardina el año pasado (19,52 en el 2001), si bien el promedio quedó en 1,47 (0,68 al iniciarse el siglo). A 9 euros de máximo se subastó el año pasado el kilo de xarda (9,50 hace veinte años), pero la media fue de 1,09 (0,55 en el 2001). 

Bocarte, jurel, lirio

Que los máximos suelen ser excepciones que no reflejan la realidad de los mercados de la pesca lo evidencian los 83,89 euros abonados por un kilo de bocarte en el 2001 (12,07 el año pasado), cuando el promedio se redujo a 2,81 (1,12 en el 2020). Lo mismo pasa con el jurel: un máximo de 22,80 euros el kilo en el 2001 (14,40 el año pasado) y una media de 0,69 (0,83 en el 2020). El kilo de bacaladilla o lirio se pagó a 24,20 de tope en el 2001 (5,30 en el 2020) y el promedio bajó a 0,76 (igual que el año pasado).