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Alfonso Paz-Andrade, un intelectual que hizo cultura de la industria del mar

PESCA Y MARISQUEO

Alfonso Paz-Andrade, en el 2009,  durante una entrevista concedida a La Voz de Galicia
Alfonso Paz-Andrade, en el 2009, durante una entrevista concedida a La Voz de Galicia Oscar Vázquez

Toda su vida profesional giró en torno a la industria pesquera hasta los 66 años de edad, cuando decidió abandonar la primera línea ejecutiva en Pescanova

07 jun 2021 . Actualizado a las 20:02 h.

Alfonso Paz-Andrade (Vigo,1940 - Gondomar, 2021) perdió la vida cerca de la casa de Peitieiros, su paraíso particular, convertido en refugio voluntario durante el último año de pandemia. Allí se sentía a salvo, paradojas de la existencia. Su inseparable sombrero de paja seguía aún horas después del fatal accidente sobre el asiento de su destrozado coche descapotable.

La noticia de la muerte del empresario y galleguista conmocionó a primera hora de esta tarde a los trabajadores de Ibercisa, la industria de componentes navales que presidía. También en Industrias Pesqueras, la publicación que dirigía, y cuya próxima junta general de accionistas tenía previsto presidir el próximo 24 de junio. Empresarios del sector pesquero, políticos, amigos... nadie daba crédito. Porque superado el mal trago de la acusación, juicio y posterior condena (no firme) por su implicación en la quiebra de Pescanova, en el año 2013, que lo llevó a abandonar voluntariamente todos los cargos públicos representativos que ostentaba (y no eran pocos), a sumirse en una profunda tristeza por el fuerte impacto reputacional hacia su persona, Paz Andrade había pasado página, confiado en que el éxito de los recursos presentados en la Audiencia Nacional acabaran eximiéndole de toda culpa.

Casado con la británica Elisabeth Taylor, fundadora de la Fundación Sales, y con dos hijos residentes fuera de España, el hijo del intelectual, político y empresario Valentín Paz Andrade, se licenció en Derecho en la Universidade de Santiago de Compostela. Pero ser hijo de quien fue resultó determinante en su vida, tanto en su quehacer profesional como en su pensamiento político.

Tuvo una infancia y una adolescencia «singulares». Solía recordar cómo mientras se examinaba de Reválida de sexto en Ourense, tras estudiar Bachillerato en los Escolapios de Monforte, su padre entraba en la vieja cárcel de la calle del Príncipe de Vigo «por motivos políticos que hoy serían méritos», recordaba en una entrevista a La Voz de Galicia en el año 2008. En ella, hablaba también de cómo su casa, al igual que la de otros muchos intelectuales galleguistas, «era un ágora y, a la vez, un centro clandestino en el que se reunían Otero Pedrayo, Failde, Maside, Díaz Pardo, Álvarez Blázquez...».

Paz-Andrade vivió en Londres cinco años, trabajando para la World Fishing (Feria Mundial de la Pesca). Esa actividad fue determinante para que Vigo se convirtiera, en 1973, en el primer puerto no británico que acogía la celebración de la feria. El empeño personal de Paz-Andrade posibilitó aquella primera vez y las sucesivas. «En tantas ocasiones martilleé a los responsables de la organización con que no tenía sentido que una exposición de esa magnitud se celebrase en una ciudad sin industria pesquera como Londres, que accedieron a visitar Vigo. Entonces les dije 'por fin vais a ver barcos de pesca de verdad, oler a escama y a maruxía'», recordaba.

Toda su vida profesional giró en torno a la industria pesquera hasta los 66 años de edad, cuando decidió abandonar la primera línea ejecutiva en Pescanova. Fue en el año 2007 cuando dejó de ser consejero delegado de la compañía que presidía el hoy convicto, Manuel Fernández de Sousa, tras 30 años en el cargo. Se rompía así un tándem histórico iniciado más de cincuenta años atrás por Valentín Paz Andrade y José Fernández, a quienes sucedieron sus hijos Alfonso y Manuel, respectivamente. Pescanova debe a Alfonso Paz-Andrade todo el despliegue internacional de la compañía, y la política de creación de sociedades mixtas con terceros países que tan buenos éxitos deparó y sigue deparando a la compañía, en especial en Namibia o Mozambique.

Desde la quiebra del año 2013, Paz-Andrade se refugió en su familia, en el cuidado de su madre que todavía vive, en sus empresas (Ibercisa es proveedor de referencia para los principales astilleros de España) y en su querido Peitieiros, donde este lunes perdía la vida.