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La pesca de Galicia y Asturias se rebela contra la UE porque «non somos delincuentes»

Somos Mar REDACCIÓN

PESCA Y MARISQUEO

Álbum de fotos y crónicas de barcos de bajura en huelga, clamando con bocinas y sirenas  por un control que los «criminaliza»

13 may 2021 . Actualizado a las 17:53 h.

Ya hace años que no se vivía en la pesca española una movilización como la de este viernes, convocada por las federaciones gallega, asturiana y española de cofradías. Barcos de bajura y mariscadores de toda Galicia y de Asturias están en huelga, amarrados a puerto, con sus tripulaciones en pie de guerra contra el Reglamento de Control Pesquero que prepara la Unión Europea (UE). «Somos pescadores, non delincuentes» recorre la costa gallega de sur a norte y en el litoral asturiano continúa «una protesta que sonará mucho». Y tanto, porque ahora a mediodía se escuchan bocinas de las embarcaciones y sirenas de las lonjas clamando contra la intención de obligarles a estar permanentemente localizados, a registrar sus capturas en diario electrónicos y a instalar cámaras de vídeo a bordo si las autoridades sospechan que vulnera la obligación de llevar a puerto todo lo que capture.

Barcos de bajura están concentrados en la dársena de Burela, igual que en la de Celeiro, mientras la flota de San Cibrao protesta en el puerto de Morás. También en Ferrol, en el muelle de Curuxeiras, se han agrupado en el puerto pesqueros y mariscadores, aunque parte de ellos, igual que los de Pontedeume, se han trasladado a A Coruña para sumarse a la concentración en ese puerto. Alrededor de cuatrocientos armadores de cerco, volanta, palangre y artes menores de Caión, Malpica, Corme, Laxe, Camelle, Camariñas, Muxía, Corcubión y Fisterra secundan el paro.

En aguas de Ribeira se congregaron embarcaciones de Aguiño, Palmeira, A Pobra y Cabo de Cruz, en una sonora y contundente protesta que llamó la atención por la participación.  Numerosas personas apoyaron desde el muelle de A Illa de Arousa a las embarcaciones que se movilizaron en la dársena, en una concurrida protesta que evidencia el malestar de pescadores y mariscadores contra quienes legislan sin atender a la realidad que ellos viven a diario.

Especialmente llamativa, por la afluencia de barcos y de personas respaldándolos desde el muelle, ha sido la concentración en el puerto de Tagrove, en Cambados. Igualmente, en el de Carril se movilizaron mariscadores y pescadores. Sanxenxo, Combarro y Bueu fueron otros de los puertos pontevedreses desde donde apelan a la Comisión Europea quienes quieren seguir viviendo del mar y se sienten amenazados por normas que, en su opinión, no aportan ninguna mejoría, sino que les crean problemas y los obligan a invertir rizando el rizo de un control que en realidad ya existe, subrayan.

Desde distintos ámbitos del sector se suceden las adhesiones a la rebelión de la pesca de bajura. Entre ellas, el Consejo de Administración de Lonja A Coruña, que reiteran sus quejas porque «la presión sobre la flota pesquera europea es máxima», hasta el punto de que culpan a la Comisión Europea de que los barcos «abandonen las aguas europeas y se vayan a terceros países a pescar».

Con esta primera protesta intentan llamar la atención de las autoridades comunitarias, se proponen hacerles ver la realidad que ignoran cuando pretenden intensificar el control con normas que los «criminalizan». En nombre de los miles de tripulantes de la flota artesanal, esa misma que la UE dice querer proteger, intentan que comprenda que obligarles a enviar telemáticamente los datos de capturas antes de puerto es absurdo porque faenan a poca distancia y sus descargas ya se registran en las lonjas. Por ese mismo motivo, tampoco ven ninguna ventaja para la seguridad ni para el control en la pretensión de instalar geolocalizadores en embarcaciones de más de cuatro metros de eslora. Y la posibilidad de que algunos les impongan cámaras a bordo suscitan críticas porque se sienten vigilados por el Gran Hermano.