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El pulpo ya se vende en el súper con alarma antirrobo de lo caro que está

La Voz REDACCIÓN / LA VOZ

PESCA Y MARISQUEO

Santi M. Amil

El precio de la ración oscila entre los 15 euros de Viveiro y los 18 de Santiago

20 may 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Sigue subiendo el precio del pulpo, pero el consumo no se resiente, sobre todo entre los turistas. Marruecos y, en menor medida, Mauritania, continúan siendo los principales proveedores del octopudus á feira que tanta fama tiene en Galicia. Allí, en las costas africanas, como en las gallegas, también escasea el escurridizo cefalópodo, de ahí que las cotizaciones estén por las nubes.

Y, ante la disyuntiva de reducir cantidad por ración o de subir precios, hosteleros de Viveiro consultados han optado por lo segundo. Alrededor de 250 gramos de ración salen ahora a 15 euros, dos más que el año pasado por estas fechas. Abilio Galdo, de Aquitania y Nautae, dos locales que cuentan con pulpeira tradicional en períodos vacacionales, explica que no les ha quedado más remedio que trasladar al cliente el encarecimiento del producto. Las piezas de entre dos y tres kilos de peso, las más utilizadas en la hostelería, las pagan ahora a 18 euros el kilo, cuatro más que el año pasado.

Las pulpeiras de A Coruña están vendiendo la ración a 13,50 euros, 1,5 más que hace unos meses. «Estamos perdiendo dinero pero tenemos que darle servicio a nuestros clientes porque son los que nos dan de comer todo el año», indica Luis, el titular de la tradicional Pulpeira de Arzúa.

En la capital gallega, atestada de turistas día sí, día también, la ración de pulpo se expende en locales populares a entre 11 y 12 euros, alrededor de uno más que hace un año. Y alguno amenaza con volver a incrementar el precio a mediados de julio. Para los hosteleros, el producto ha subido de 11 a 20 euros el kilo. En restaurantes, las raciones cuestan más: entre 15 y 18.

Las elevadas cotizaciones que está alcanzando el cefalópodo han llevado ya a alguna cadena de supermercados a proteger el producto con sistemas antirrobo para evitar a los manilargos.

El recorte de la producción en países como Mauritania y Marruecos se ha aliado con un aumento de la demanda del producto desde Estados Unidos para disparar los precios. En cuanto a la cotización del pulpo gallego en lonja, los ejemplares de mayor tamaño, los de más de dos kilos de peso, oscilan en la de A Coruña entre los 15 y 16 euros.

Con información proporcionada por Salvador Serantes (Viveiro), Ignacio Carballo (Santiago), Emiliano Mouzo (A Coruña) y Xosé Carreira (Lugo).

«Pagamos lo que sea, pero nunca dejamos de comerlo»

maite rodríguez

El pulpo á feira sigue teniendo un precio bastante popular en el ámbito que le da nombre a la receta, la feria. A ocho euros la ración lo vendía esta semana la Pulpería Tinoco de Celanova en la Romaría Raigame de Vilanova dos Infantes. Pero reconocen que el producto está subiendo en origen desde hace meses y que las raciones van por ello algo más pequeñas para mantener este precio. Al lado, Carmen, de la Pulpería Aurora de O Carballiño, apunta que la subida se puede ver en los precios de la lonja. «A vinte euros o kilo, e iso sen limpar e sen merma. Estamos aguantando e palmando para telo a nove euros a ración, porque a xente non dá asumido as subidas», sostiene la pulpeira. Entre los clientes, hay opiniones para todos los gustos. Margarita Parada y su marido no notan mucha variación en las raciones y aceptan las subidas de precio. «Dá moito traballo. Hai que mirar que o hai que pescar, haino que lavar, cocer e pagar os postos. Eu encontro o prezo normal», dice la mujer. Son de Monforte, pero están emigrados en Suiza y no se van a quitar el capricho de comer el pulpo cuando vienen por un euro más la ración. En otro grupo, Marina Tallón recuenta las últimas subidas. «Subiu desde setembro para aquí, estaba a sete euros, logo a oito e agora, a nove. O polbo que comemos xa non é das rías». «Pero estaba moi bo», replica su compañero de mesa. «Si vas a comer el pulpo gallego en sitios que montaron empresarios de Ourense en Asturias está bastante más caro, con lo cual somos unos privilegiados y las raciones son abundantes. Pagamos lo que sea, pero nunca dejaremos de comer el pulpo», sentencia Luis Badiola. «O que cobran por unha ración é o que lles costa a eles conxelado, pero non vamos deixar de comer polbo», tercia Juan José Andrade. En otra mesa, opinan que el precio debe ser «justo». Un cliente dice que hay quienes se aprovechan de las subidas, que el pulpo lo compran en Marruecos en grandes cantidades y que luego en las raciones recortan en todos los ingredientes. «Se suben o polbo, polo menos que non baixen as racións. Pero se o seguen subindo seguiremos comeéndoo», opina Santiago Fagilde.

Lugo sube un 50% el precio de la ración para el San Froilán a petición de los hosteleros

«Un kilo de pulpo, después de extraerle la cabeza apenas da para hacer dos raciones. Si partimos de que ahora mismo adquirimos el denominado número 2 a veinte euros con IVA, ¿Cómo íbamos a cobrar en San Froilán la ración a 8 euros como hasta ahora?». Esta reflexión corresponde a al veterano hostelero lucense Ramiro López, que desde hace más de veinte años, participa en el festejo con una caseta.

Este año, tanto este hostelero como otros que intervienen habitualmente en el concurso de adjudicación de los puestos para las fiestas patronales lucenses, se encontraron con que los 8 euros que el Concello de Lugo tenía fijados para la ración de 250 gramos, no les permitían ganar, sino perder. Por encima de los 60.000 euros según sus cálculos, debido al gran número de personas que contratan para atender las casetas. La situación motivó que la concejala de Cultura propusiese una drástica subida. Este año, el precio de la ración será de 12 euros. Los comensales también se enfrentan a otro encarecimiento, el del vino. La botella de tres cuartos costará dos euros más.

Los cefalopoderos gallegos se quedan sin caladeros africanos en los que trabajar

Ya no hay barcos gallegos que capturen pulpo en África, tras el fin, en noviembre pasado, del acuerdo con el último país en el que podían acceder al recurso, Guinea Bissau. Los tradicionales cefalopoderos de Marín han tenido que resurgir de sus cenizas y reconvertirse para pescar otras especies; algunos, simplemente, se han desguazado. Aunque la asociación nacional de cefalopoderos (Anacef) todavía existe. Fuentes de esa organización explicaron que fueron expulsados de Mauritania en el 2012 y que en Marruecos ya no pueden capturar pulpo. El acuerdo pesquero con el reino alauí expira el 14 de julio y su renovación va a ser «difícil» porque una sentencia veta las aguas del Sáhara porque, simplemente, no son marroquíes. El último caladero al que acudían los 17 cefalopoderos que quedan (llegaron a ser más de 70 y eran 24 cuando abandonaron Mauritania) era el de Guinea Bissau, pero el pacto de ese país africano con la Unión Europea acabó en noviembre pasado.