Patrocinado porPatrocinado por

Pesca pretende solicitar una cuota científica para sortear la veda de cigala

e. abuín REDACCIÓN / LA VOZ

PESCA Y MARISQUEO

XOSE CASTRO

La sugerencia indigna al sector, que ha conseguido pruebas de que se está recuperando. La campaña de evaluación arrojó resultados por hora similares a los que el ICES tenía por día

23 oct 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

España tiene una estrategia para seguir pescando cigala y, al mismo tiempo, investigando sobre el estado del stock. El plan -como fue planteado al sector- sería pedir a Bruselas una cuota científica. Algo así como lo que hace Islandia para continuar capturando ballenas y esquivar la moratoria internacional que pesa sobre los cetáceos. Eso le permitiría esquivar los efectos perniciosos que el TAC (total admisible de capturas) cero decidido en diciembre pasado para este y los dos próximos años tiene tanto en la economía del sector como sobre las posibilidades de estudiar la evolución de la población de este crustáceo, puesto que la veda de la especie impide recoger datos para comprobar si realmente mejora o empeora el stock

Pero nada más conocer los planes de Pesca, la flota de arrastre de litoral afectada saltó como un resorte, indignada con la falta de ambición de la Administración pesquera. Sobre todo cuando España tiene ahora en la mano datos de sus científicos que demuestran que, al menos en Galicia, hay más cigala de la que calcula el ICES, y que la situación de la población no ha empeorado con respecto a las épocas -el 2016, sin ir más lejos- en las que los arrastreros podían capturar unas ya exiguas 40 toneladas al año. Si no son 40 para todo el Cantábrico, al menos que se intenten conseguir «20 para Galicia», pero no los 4.000 kilos que puede tener la cuota científica, señala Torcuato Teixeira, secretario xeral de Pescagalicia.

Y lo dicen con el espaldarazo que da el recién finalizado informe Caracas, la campaña realizada con buques comerciales para el seguimiento de índices de abundancia de cigala en la unidad funcional 25, que viene a caer en el norte de Galicia. En ese documento, los científicos del IEO concluyen que la captura por unidad de esfuerzo de los barcos que van pescando cigala es de 7,22 kilos por hora. Es un rendimiento que está por debajo de los que se calculan para el año pasado, cuando en esos 60 minutos de arrastre se extraían 10,81 kilos, cierto, pero resulta que el rendimiento del 2016 -superior al del 2015, que fue de 6,46- se midió a lo largo de todo el año, mientras que las operaciones en este ejercicio se han referenciado a los meses de agosto y septiembre -no precisamente los de más apogeo de la cigala-, que fue cuando dos barcos, el Burelés y el Ana Isabel, realizaron la campaña Caracas. 

Pese a todo, la captura por unidad de esfuerzo fue superior a la del 2015 -esos 6,46 kilos por hora-, que fue anual. 

Cálculos erróneos

En cualquier caso, el arrastre considera que ha quedado demostrado que los cálculos del ICES, en los que se basó la recomendación del TAC cero para la cigala, estaban errados. Los asesores de la Comisión partían de unos rendimientos de 9,3 y 6,6 kilos por día, cuando los datos del sector y el resultado de la campaña científica arrojan un resultado superior pero por hora.

Es cierto que los biólogos del IEO, como los del ICES, señalan que esta serie histórica es todavía muy corta para describir una tendencia y que es preciso continuarla. Por eso recalcan señalan que sería interesante continuarla, algo que será difícil, dicen, con esa cuota cero.

Más tajante es el sector: «A flota non está en disposición de seguir outro ano máis sen poder dispor de cota de cigala, polo menos para as augas galegas, dados os rendementos que se están acreditando; que a Comisión non reabra esta pesquería sería un fracaso estrepitoso para España dado os datos que se están aportando e a constatación do erro cometido polo ICES a hora de valorar os rendementos desta pesquería na unidade funcional 25», sentencia Torcuato Teixeira.

Tercera especie en importancia por volumen después del lirio y el gallo

Para encontrar un precedente parecido a la campaña científica de la cigala hay que remontarse al 2007. La de agosto y septiembre de este año permitió corroborar cuestiones que ya se sabían, apuntalar otras y descubrir nuevas. El ciclo estacional es de aquellas. El hecho de que en agosto los rendimientos fueran elevados y en septiembre diesen un bajón concuerdan con el ciclo biológico de la cigala, que tiene su pico en junio y julio para en agosto y septiembre comenzar el ciclo de incubación, cuando las hembras ovadas se confinan en sus madrigueras resultando menos accesibles al arte de pesca.

Aunque la cigala era la especie objetivo del estudio, se recogieron datos relativos a otras especies asociadas. El análisis de los lances permitió comprobar que la cigala es la tercera especie en importancia por peso, después de la bacaladilla y los gallos, y por delante de la merluza. Entre las especies descartadas: mucho patexo y muchas arañas de mar (40 kilos por hora). 

Capturas totales

En total, los barcos capturaron en los lances estudiados 55.070 kilos de peces, crustáceos y moluscos en 79 lances realizados. El 31 % de esa captura (17.024 kilos) tuvo salida comercial y el resto fue descartada. De cigala extrajeron 2.070 kilos, una media de 86 kilos por día de mar. Y durante todo el seguimiento tan solo se descartó un ejemplar debido a que era de talla inferior a la permitida. Un volumen de capturas importante que evidencia que la prohibición de pesca tiene un importante impacto económico, con lo que «España deberá tamén xogar esta baza» para reclamar una cuota de cigala.