










Casi 3.000 personas piden en Santiago un «reparto xusto» de las cuotas de pesca para evitar el desguace
16 nov 2015 . Actualizado a las 05:00 h.La flota del cerco está en dique seco. Los 120 barcos distribuidos por puertos como los Cariño, Pontedeume, Sada, A Coruña, Malpica, Portosín, Cambados, Moaña o Redondela llevan un mes amarrados tras haber agotado las cuotas que tenían asignadas, así que los armadores y marineros, acompañados de sus familiares, tomaron ayer las calles de Santiago para exigir un «reparto xusto» de los derechos de pesca para evitar así el desguace. «Non pode ser que nós esteamos parados e que no País Vasco ou en Cantabria saian cada día ao mar», protesta José Blanco Agraso, presidente de la asociación de armadores Acerga, convocante de la manifestación.
Cerca de 3.000 personas -la policía local estimó unas 2.000 y los convocantes hablaron de casi 5.000- se concentraron ayer por la mañana en la compostelana plaza do Obradoiro, animados con la música de varios gaiteiros. Llegaron a la capital gallega, bien por sus propios medios o bien en algunos de los quince autobuses fletados desde los diferentes puertos, para reivindicar su derecho a seguir viendo del mar y de la pesca.
«¡Pero que futuro lle imos a dar aos nosos fillos!», exclamó ante los periodistas un marinero de la localidad pontevedresa de Moaña, que acudió a la marcha con sus dos hijos pequeños. La manifestación empezó a moverse hacia el mediodía, serpenteando las calles de la ciudad histórica, con rumbo al complejo administrativo de la Xunta, en San Caetano.
En la cabeza de la protesta desfiló un grupo de niños, acompañados de algunos adultos, que portaban una pancarta con el siguiente lema: «Por un reparto xusto de cuotas de pesca para todos». Detrás de ellos, ruido de silbatos, sirenas y bubucelas, mientras se coreaban consignas como «Acórdate do mar cando vaias a votar» o «Quintana dimite, o cerco vai a pique».
Respaldo de la oposición
La asociación de armadores Acerga, convocante de la protesta, recibió también el apoyo de fuerzas políticas de la oposición, pues en la marcha participaron varios diputados autonómicos del PSOE, como Patricia Vilán, Pablo García, Emilio Vázquez o José Ramon Val Alonso; de AGE, como Antón Sánchez, Juan Fajardo o la eurodiputada Lidia Senra; y del BNG, caso de Daniel Rodas, el portavoz nacional de la organización, Xavier Vence, o el candidato de Nós al Congreso, Carlos Callón, y su representante en Bruselas, Ana Miranda. También estaba el alcalde de Bueu, Félix Juncal (BNG).
La protesta discurrió sin incidentes hasta San Caetano, donde permanecen acampados desde hace casi cuatro semanas varios representantes del sector. Allí tomaron la palabra marineros del cerco para insistir en sus demandas. José Blanco, presidente de Acerga, asociación que agrupa al 80 % de la flota, reiteró que el problema de fondo no es la inexistencia de cuotas, sino su reparto que dejó a algunos barcos «sen nada». «Hai xente marxinada, que tiña 6.000 kilos diarios e que agora danlle eses 6.000 kilos para todo ano, non podemos soportar eso», dijo, a la vez que previno contra el intento de la Xunta de dividir al sector. «Xa quixeran eles gobernar co apoiao do 80 % da xente», resolvió.
«A flota arruínase, están provocando unha reconversión encuberta», se queja el sector
De los 150 cerqueros que operan en Galicia, hay una treintena que respaldaron el reparto de cuotas auspiciado por el Ministerio de Agricultura y otros 120, la gran mayoría, que le pone grandes reparos. Entienden que la distribución estanca de derechos de pesca por comunidades autónomas fue muy perjudicial para Galicia, cuya flota faena en todos los caladeros, así que reclaman que se hagan un reajuste porque la falta de cupo los mantiene en dique seco desde hace un mes y está provocando una reconversión encubierta de la flota.
Y es que los cerqueros gallegos han agotado la cuota de sardina, tienen cerrada desde junio la pesquería de la anchoa o bucareu, y conservan algunas posibilidades de captura de xarda o caballa, pero ahora mismo no es la época de captura de esta especie. De las especies con que trabaja esta modalidad de pesca artesanal queda el jurel. Se les asignaron 4.000 kilos por embarcación para lo que queda de año. Pero al precio que cotiza el jurel -unos 0,50 céntimos el kilo en lonja-, la campaña les reportaría solo una facturación de 2.000 euros, con lo que los barcos entrarían en pérdidas solo con hacerse a la mar.
«A flota arruínase, están provocando unha reconversión encuberta do sector», manifestó José Blanco Agraso, armador de Portosín y presidente de Acerga, quien advierte además que los empresario se encuentran maniatados, pues ahora ya ni siquiera pueden vender sus barcos para el País Vasco u otros caladeros, sino solo en la zona donde tienen asignados sus derechos de pesca. «Só nos queda amarralos a porto e esperar a que pudran, porque tampoco nos compensan», objetó Blanco.