El pescado pirata sigue llegando a las mesas de los europeos porque falla el control
CONSUMO MAR
Armonizar las sanciones o intensificar el control de las importaciones lo frenarían
27 oct 2022 . Actualizado a las 05:00 h.«Los consumidores europeos quieren saber lo que tienen en su plato», afirmó este miércoles en la Eurocámara Eva Lindström, responsable de la auditoría del Tribunal de Cuentas de la UE sobre el control de la pesca pirata (ilegal, no declarada y no reglamentada) en los Veintisiete. Si bien España sobresale por su vigilancia, lo cierto es que tanto el control de las importaciones de países terceros como las sanciones a los infractores no son homogéneas, por lo cual «siguen llegando productos de la pesca ilegal a las mesas de los ciudadanos europeos», lamentó el eurodiputado español Millán Mon.
La UE lucha contra el pescado pirata desde dos frentes: el control de las importaciones y las capturas de su propia flota. Sin embargo, los certificados de procedencia siguen siendo mayoritariamente en papel y las sanciones son tan dispares como, por ejemplo, los 1.224 euros de tope fijados por Rumanía para las administrativas o los 600.000 de España.
Sobre todo con productos elaborados, la transparencia en el etiquetado podría contribuir a atenuar el consumo de pescado pirata, apuntó Lindström. Pero más relevante aún es armonizar las sanciones, porque «tienen que tener efecto disuasorio» ya que solo así la cadena mar-industria «será tan fuerte como su eslabón más débil». Sugiere a la Comisión Europea que las multas en la UE sean «al menos por el valor de la pesca ilegal».