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Los gallegos se caen del podio de los españoles que más pescado comen

s. serantes REDACCIÓN / LA VOZ

CONSUMO MAR

Gran parte noruego y de piscifactoría, los españoles ya consumen más salmón fresco (en primer plano) que merluzas (al fondo) capturadas por la flota nacional
Gran parte noruego y de piscifactoría, los españoles ya consumen más salmón fresco (en primer plano) que merluzas (al fondo) capturadas por la flota nacional S. O.

Superan la media nacional, que baja a menos de 23 kilos por persona y año, con salmón, merluza y bacalao copando las preferencias

17 ago 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

La radiografía del consumo de pescados y mariscos frescos o congelados en los hogares españoles vuelve a retratar un escenario desalentador para la salud pública, por los probados beneficios de esos alimentos para el cuerpo, la mente y el alma, y para los productores que viven de ellos, así como para el entramado de empresas que giran a su alrededor. Repitiéndose una tendencia decreciente de la que advierten hace tiempo los pescadores y los acuicultores, los 40 kilos que a principios de siglo comía cada español al año bajaron a 22,7 en el 2021. Confirman que fue puntual el repunte motivado por un escenario tan adverso como las restricciones del primer año de la pandemia y, al mismo tiempo, apean a los gallegos del podio nacional, relegándolos al cuarto puesto tras ser líderes en el 2019.

El «fuerte retroceso en compra» lo certifica el último Panel de Consumo Alimentario del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. Cayó el consumo un 4,5 % respecto al 2020, cuando el confinamiento por el covid-19 lo «intensificó de forma muy positiva», pero subió casi un 9 % respecto al 2019. Porque «la clase socioeconómica baja es quien compra» menos, el sector clama hace años por incentivar el consumo de pescado rebajándole el IVA del 10 al 4 %, pero el Gobierno aún hace oídos sordos.

Los españoles adquirieron el año pasado una quinta parte menos de productos de la pesca que en el 2008. Entre otros factores, porque cada kilo les costaba una media de 9,30 euros, un 4,3 % más que en el 2020 y un 7,4 % más que en el 2019. Cada español dedicó el año pasado 221 euros a esos alimentos frescos o congelados.

Pinta mejor para las conservas de pescados y mariscos, así como para estos últimos cocidos, con un crecimiento de las compras de más del 18 % y de cerca del 3 %. Cada español consumió casi cinco kilos el año pasado, invirtiendo casi 48 euros por persona, cerca de un 5 % menos que en el 2020, pero rozando un 6 % más que en el 2019. Su precio medio de 10,58 euros el kilo se encareció un 2,3 % respecto al 2020.

Los cuartos de España

Cada gallego consumió en su domicilio un promedio de 26,54 kilos de pescados y mariscos el año pasado, dos menos que en el 2019. Si entonces comían seis kilos más que el promedio del conjunto de españoles, la diferencia se ha rebajado a cuatro.

Con esas cifras Galicia cae del podio nacional. Ahora superan a los residentes en la comunidad los de Castilla y León, con 26,95 kilos por persona y año, los de Asturias (28,69) y los del País Vasco, flamantes líderes con 28,80 kilos. Dos años atrás, la medalla de oro se la ganaron los gallegos, la de plata fueron para los castellano-leoneses, el bronce para los asturianos y el primer diploma para los vascos. 

Salmón, merluza, bacalao...

Los pescados frescos preferidos por los españoles son, por este orden, salmón, merluza, bacalao, boquerón, dorada, lubina, atún y bonito, sardina, rape, xarda, trucha, lenguado y rodaballo.

El año pasado se disparó el bacalao un 44 %, entre otros motivos porque su precio bajó a 8,40 euros el kilo. Y la merluza volvió a caer, ahora un 13 %, quizá porque su precio medio para el consumidor subió a 9,25 euros. Apenas varió la demanda del salmón, a una media de casi 10 euros el kilo. Otras especies que, según el informe de Pesca, «pierden relevancia en los hogares españoles» son los boquerones (un 15 % menos, a 6,35 euros de media por kilo), las sardinas (4 % menos y seis euros) y el atún y el bonito (compraron un 15 % menos y les salió a once euros el kilo).