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La estrella madrugadora del mercado

Rosa Estévez
rosa estévez O GROVE / LA VOZ

CONSUMO MAR

Mónica Irago

Javi Olleros participa en una campaña de promoción de la calidad de los productos que se venden en la plaza de abastos de O Grove

24 abr 2021 . Actualizado a las 20:01 h.

Asegura Javi Olleros que, en ocasiones, se cansa de verse y escucharse a sí mismo. Las dos estrellas Michelin de su restaurante, el Culler de Pau, ha disparado su fama, pero no le han hecho perder el norte. Todo lo contrario: con los pies bien enraizados en la tierra, en su tierra, vence el pudor siempre que hace falta, y con gusto presta su imagen a todas las causas que considera justas. Y la promoción del mercado de abastos de O Grove es una de ellas. Este viernes, a mediodía, se descubrió en la entrada del recinto un gran cartel desde el que el chef asegura que «a esencia» de su cocina está, precisamente, «na calidade do produto e na atención dos vendedores» de la plaza.

Y no es una forma de hablar. Olleros presume de llevar once años madrugando para visitar el mercado. «Son o primeiro cliente do día: ás 8.05 da mañá estou entrando pola porta», dice bajo foto. Un vecino pasa y le hace un gesto vacilón. «Ata teño cara de bo!», replica el cocinero a la broma muda. Desde la puerta, la chica que atiende el puesto de los quesos mira con curiosidad el ambiente. «Agora vasme ter aquí todo o día», le dice Olleros. «É unha rapaza moi nova. Sempre me meto con ela porque cando veño pola mañá aínda está medio durmida», explica Javi.

Entre bromas y gestos, el cocinero más laureado de Galicia mira a su alrededor con un inmenso amor en los ojos. «Esto é o que eu teño, o que me dá vidilla», dice haciendo un gesto que lo abarca todo. «Eu preciso do meu pobo. E no meu pobo hai un mercado que é un núcleo que irradia vida», dice. Así que empezar el día entre las verduras, los pescados, las carnes, es algo que piensa seguir haciendo siempre. Aunque el número de estrellas siga creciendo, aunque forme un universo entero. «Eu preciso do meu pobo para estar cómodo, para poder cociñar. Así que virei sempre ao mercado», asegura.

Aquí lo aprecian. «É un rapaz estupendo», dicen desde detrás de su puesto Olga y Rosa. Carmela Viñas, que vende frutas y verduras, reconoce a Olleros como uno de esos clientes que nunca fallan. «Cando conseguiu a segunda estrela, dalgunha maneira, pensei que unha parte tamén é nosa», dice Carmela. A fin de cuentas, «a calidade do produto» es uno de los secretos culinarios de Olleros.

El cocinero sigue su paseo entre las bancadas repletas de productos de temporada y asegura que en la plaza «vexo pasar as estacións, é unha aprendizaxe diaria». Porque quien atiende los puestos no solo ofrece buena materia prima, sino que también sabe tratarla como al cocinero le gusta. «Aquí mercas confianza», explica él.

Oyéndolo hablar, queda claro por qué, pese al pudor que le da mirarse en la gran foto de la entrada, Olleros ha decidido prestar su imagen para promocionar el mercado. Ese recinto que visita «encantado» y gracias al que toma tierra y recoloca el universo para no dejarse confundir por las estrellas.

Así que si visitan O Grove -de momento no podrán hacerlo, el coollerovid mantiene cerrada esta localidad hasta nueva orden- no se olviden visitar la plaza de abastos. En la entrada, todo un maestro de la cocina les recordará la importancia de comprar buen producto en un buen sitio. De apostar por la proximidad y lo local. De construir comunidad, que es lo que siempre ha hecho la buena comida.