Patrocinado porPatrocinado por

Orpagu se lanza a «colonizar» EE. UU. con sus hamburguesas de pez espada

e. a. REDACCIÓN / LA VOZ

CONSUMO MAR

orpagu

Tras meses de trámites, ha obtenido la autorización para vender sus productos en el canal horeca y en la gran distribución

30 jun 2021 . Actualizado a las 10:55 h.

Nerviosos y felices. Así se confesaban ayer en las redes sociales los miembros de la Organización de Palangreros Guardeses (Orpagu) tras lanzarse a la conquista del oeste con sus hamburguesas de pez espada. La inquietud ante esta aventura no puede estar más justificada: se trata de colonizar un país en el que ese producto casi alcanza el rango de plato nacional y hacerse un hueco en las barbecues es una empresa de enorme envergadura para una entidad modesta, que prácticamente trabaja sobre pedido y para la que la norteamericana supone la primera incursión en un mercado ajeno al de la Unión Europea, donde los trámites son más fáciles.

Porque el desembarco que ayer divulgaron en las redes sociales es el resultado de muchos meses de gestiones, explica Juana Parada, gerente de Orpagu. Un proceso que ha requerido trámites sanitarios, aduaneros, comerciales... incluso «la fábrica ha sido sometida a controles y analíticas exhaustivas». También su distribuidor ha sido examinado con lupa. Y, por fin, el aterrizaje en el mercado. Esa conquista del oeste empieza por el este. Por Florida, donde se comercializarán las primeras hamburguesas de pez espada made in A Guarda. Pero la intención es expandirse. Y no solo hacia la costa oeste, también hacia el norte y, si es posible, hacia el sur, aunque, admite Parada, ya hubo un intento de desembarco en México que «no pudo ser», aunque se volverá a intentar.

La entrada en el mercado norteamericano se hará por dos canales en los que Orpagu ha puesto idéntico empeño: la mitad del envío lleva el formato canalizado hacia el canal horeca (hostelería, restauración y cátering) y la otra mitad para el mercado detallista a través de la gran distribución.

Parada admite que la conservera aún se mantiene en cifras muy modestas, pero se han duplicado con respecto al año pasado y han abierto nuevos mercados. Ahí está el de Dinamarca o el de los Países Bajos, grandes consumidores de sus conservas. De hecho, para el primer país han tenido que diseñar un envase específico rotulado en danés. Sin olvidar el auge que con la pandemia ha cobrado la tienda on-line, ahora en proceso de cambio. Así una idea concebida casi como un escaparate de sus productos ahora se convierte en una «vía de ingresos complementaria para los armadores», dice Parada.