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Las aves marinas se han acostumbrado a pescar en acuicultura

Europa press MADRID

ACUICULTURA

Xesús Búa

Ornitólogos de SEO/Birdlife apelan a los piscicultores a reforzar las medidas «antipájaros», lo que ayudará también a mitigar las pérdidas, millonarias en algunos casos

25 jun 2022 . Actualizado a las 04:47 h.

La Sociedad Española de Ornitología (SEO/BirdLife) ha alertado de que las aves marinas se han acostumbrado a pescar en las granjas acuícolas, a las que ven como una fuente asegurada de alimento abundante y esto genera perjuicios, tanto a las propias aves, como a los productores. Sin embargo, insta a fomentar la colaboración con el sector productor para ajustar los métodos «antipájaros».

Con motivo de la celebración el día 25 de junio del Día de la Gente del Mar, bajo el lema Tu viaje: antes y ahora. Comparte tu viaje, la oenegé destaca las cualidades comunes de las aves y las gentes del mar. Sin embargo, su presencia en instalaciones acuícolas a veces puede ser problemática.

SEO/BirdLife está realizando un estudio a través de encuestas realizadas al sector acuícola en el marco de Zepamar III, un proyecto desarrollado por el programa marino de SEO/BirdLife con el apoyo de la Fundación Biodiversidad a través del Programa Pleamar, que trata de encontrar soluciones ante los conflictos que pueden surgir entre aves y el sector pesquero o acuícola.

Varios estudios desarrollados en distintos puntos del planeta estiman las pérdidas para el sector acuícola entre varios miles y varios millones de euros al año, sobre todo provocados por cormoranes, garzas y gaviotas.

La técnica del programa marino de SEO/BirdLife, Lucía Soliño, ha explicado que los acuicultores a los que han entrevistado reconocen que las aves pueden ser dañinas, pero por lo general no las ven como enemigas, sino como parte del medio en el que trabajan y con las que tienen que convivir. Así, añade que incluso en algunos casos las usan como reclamo para los visitantes de las instalaciones, alternado su actividad productiva con el turismo de naturaleza.

Sin embargo, para evitar los ataques a los peces de cultivos, los métodos más empleados son la emisión de ruidos y uso de redes para cubrir tanques y jaulas flotantes. La voracidad e inteligencia de estas aves, sin embargo, las lleva a probar todo tipo de estrategias para acceder al preciado alimento. Se ha visto a cormoranes «serrar» las redes con su pico para hacer agujeros por los que traspasar al interior de la jaula, y a garzas o gaviotas posarse en grupo sobre la red protectora para que esta ceda bajo su peso y poder así alcanzar los peces. Es entonces cuando estas redes pueden convertirse en un enemigo mortal para las aves.

Alrededor de 200 aves pueden quedar atrapadas al año en una sola instalación de acuicultura según los datos recogidos, aunque el porcentaje de mortalidad no supera el 5% en la mayoría de los casos.

El director del proyecto Zepamar III y del coordinador del programa marino de SEO/BirdLife, Pep Arcos, considera necesario ajustar los métodos antipájaros para que no solo protejan a los peces, sino también a las aves. En ese sentido, señala que es algo a lo que no se ha prestado mucha atención hasta ahora pero destaca la disposición a la colaboración detectada en el sector.

De ese modo, piden el compromiso del sector acuícola para no solo evitar enmalles y capturas sino para proteger el medio en el que viven estas especies y mantener el buen estado ambiental de las costas, de las aguas y de la biodiversidad marinas.