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«La subida inédita de costes de producción» amenaza a la acuicultura

La Voz REDACCIÓN / LA VOZ

ACUICULTURA

GUSTAVO RIVAS

Los productores han optado por trasladar el incremento a intermediarios y consumidores

12 jun 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Los cultivadores españoles de peces y mariscos se sienten en medio de una tormenta perfecta. El impacto sobre sus cuentas y mercados de la pandemia del covid-19 se ha agravado con la invasión de Ucrania, «provocando una escalada sin precedentes en el coste de las materias primas que amenaza la viabilidad y desarrollo» del sector, constatan desde la Asociación Empresarial de Acuicultura de España, Apromar. Si ese encarecimiento «no se traslada a los intermediarios y al consumidor, la situación corre el riesgo de tornarse inasumible», advierten, con lo cual pone «en peligro la disponibilidad de pescado accesible y de calidad».

De ahí que, junto a otros operadores del sector primario, apelen a la Comisión Europea solicitándole ayudas estatales y subvenciones para las empresas más afectadas. También lo que definen como «un balón de oxígeno: permitir exportaciones de bienes y servicios sin los habituales requerimientos técnicos y burocráticos de la Unión Europea». Al mismo tiempo, añade un comunicado de Apromar, proponen «buscar proveedores alternativos» a Ucrania y Rusia para el trigo, el maíz y los aceites vegetales, reactivar la producción española de esas y otras materias primas y «ajustar la fiscalidad».

 «Energía, piensos para la alimentación de los animales, combustibles, materiales de envasado, transporte, vacunas, subidas salariales relacionadas con la inflación...» han provocado en el sector una subida de precios «en proporciones nunca vistas hasta el momento», explica Javier Ojeda, gerente de Apromar. «Parecen no tener fin», lamentan, pues sus materias primas «registran subidas prácticamente semanales».

Antes de que la guerra de Ucrania agravase más la situación, estiman que los costes de producción se incrementaron en el 2021 entre 45-50 céntimos por cada kilo de alimentos que producen. «Para evitar la producción a pérdidas», han optado por trasladar esa escalada de precios a los intermediarios y al consumidor. Y seguirán haciéndolo, porque, de lo contrario, «la situación corre el riesgo de tornarse inasumible».