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Bruselas prepara un plan para tener qué comer por si viene otra pandemia

e. abuín REDACCIÓN / LA VOZ

ACUICULTURA

Pepa Losada

Diseñará una hoja de ruta para pulir las disfunciones que detectó en esta

14 jun 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Dice el dicho que las penas con pan son menos penas. Y, en Europa, el dolor de estar encerrados en los hogares porque había un bicho que amenazaba a toda la población se llevó mucho mejor porque las despensas estaban llenas y había qué comer. Más allá de las roturas que protagonizaron el papel higiénico en el arranque del estado de alarma, y la harina y la levadura a mitad del confinamiento, la cadena de la alimentación no falló como sí lo hizo el suministro de material sanitario. «En ningún momento hubo desabastecimiento», señala Emilia Gargallo, responsable de políticas de Acuicultura y Sistemas Alimentarios Sostenibles de la Dirección General de Asuntos Pesqueros (DG-Mare), quien intervino en las últimas Xornadas Técnicas Expomar, celebradas en Burela.

La funcionaria de origen gallego, que está encargada de llevar a buen puerto la estrategia De la Granja a la Mesa, puso en valor que, a pesar de los obstáculos en la circulación de mercancías y trabajadores, no faltó alimento en ningún momento. Ahora bien, el sistema «no es perfecto y hay margen de mejora». Ahí están las disfunciones detectadas en el mercado de productos de la pesca y la acuicultura, distorsionado en algunos momentos por el exceso de oferta provocado por la caída de la demanda y la acumulación de producto de acuicultura por el cierre de canales como la hostelería y la restauración. Bruselas pretende limar esas imperfecciones elaborando un plan de contingencia para garantizar el suministro de alimentos y la seguridad alimentaria en caso de crisis. Un plan «que se activará cuando haya una crisis, que no tiene por qué ser sanitaria, que pueda poner en peligro» el sistema, apostilló.

Y el primer paso es analizar las estructuras críticas, monitorizar la cadena de suministros. La Comisión Europea desarrollará un procedimiento de crisis, para lo que abrirá un foro con los Estados miembros, coordinados por ella misma para diseñar esa hora de ruta, un conjunto de procedimientos para que en casos de crisis «haya suministro de alimentos suficientes, variados y asequibles».

Ese plan está todavía en pañales. Tanto, que ni siquiera se ha abierto el proceso formal para recibir opiniones. Se hará en breve, pues la intención del Ejecutivo comunitario es, según Emilia Gargallo, tener ese plan de contingencia diseñado a finales de este año. 

Sostenibilidad

Pero eso es una acción paralela a lo que realmente persigue Bruselas, que no es otra que hacer cumplir el Pacto Verde, esa otra hoja de ruta que Europa ha diseñado para alcanzar una economía sostenible. Se resume en tres objetivos: alcanzar la neutralidad climática en el 2050, lograr un crecimiento económico desvinculado de los recursos, y que ninguna persona se quede atrás en ese proceso.

En ese aspecto, la estrategia De la Granja a la Mesa, que persigue crear ya no un sistema alimentario sostenible, sino el sistema alimentario más sostenible del mundo, sentará las bases para poner en verde toda la cadena de suministro. Desde la producción de alimentos a la distribución, el transporte, el consumo... Todo tiene que ser sostenible y generar la menor huella de carbono posible. Ahí la pesca tiene mucho camino andado, no en vano es uno de los sistemas de producción de alimentos con menor impacto ambiental, mucho menor que cualquier otro asentado en tierra.

La misma Gargallo admitió que parte con ventaja. Precisamente esa es la razón por la que apenas aparece esta actividad económica en la estrategia. Lo que la pesca tomó como un reproche es, en palabras la responsable de la DG-Mare, un «reconocimiento de que la política común de pesca está dando sus frutos» y que ya se realiza de forma sostenible. 

Origen, sostenibilidad y nutrición 

Si De la Granja a la Mesa pasa de puntillas por la pesca, en la acuicultura sí deja huella. El aperitivo ha sido la presentación por parte de la Comisión de las nuevas directrices que regirán la cría y engorde de peces. Y en breve llegará la revisión de la legislación en materia de bienestar animal y un plan de acción para incrementar la producción acuícola orgánica.

Bruselas, además, sigue empeñada en que Europa críe y se alimente de algas. Porque el cultivo no solo proporciona una proteína de alta calidad, sino que, recordó Gargallo, ayuda a la descarbonización, puesto que retienen CO2. 

Etiquetado

En lo que respecta a la pesca, sí se verá afectada por las acciones en el mercado. En vista está la digitalización de los certificados de captura, para reforzar la lucha contra el fraude, y se prepara una revisión del sistema de control de la pesca por el que Gargallo pasó de puntillas, por más que, admitió, conoce la polémica que ha generado esa reforma.

Otras acciones afectan al etiquetado de alimentos, incluidos los pesqueros. Se revisarán las indicaciones sobre fechas de caducidad y consumo preferente, sobre el origen y se incorporará, además, información sobre sostenibilidad. «Pronto se lanzará una consulta pública sobre el etiquetado de alimentos» que servirá para desarrollar un marco que «integre la información habitual con la ambiental y nutricional» en una misma etiqueta. Ya más a largo plazo llegará la «revisión del sistema alimentario sostenible».