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Galicia exhibe su peso como productora para exigir el laboratorio de bivalvos

E. Abuín REDACCIÓN / LA VOZ

ACUICULTURA

MARTINA MISER

Insta a Sanidade a agilizar el traspaso al Intecmar de las competencias que reclamó

04 feb 2019 . Actualizado a las 11:57 h.

Galicia es la principal región productora de moluscos de España, con el 95 % del total. Ese es, a juicio del Ejecutivo gallego, un argumento de suficiente peso para asumir las competencias a nivel comunitario en el control de las zonas de producción de moluscos bivalvos, que, según anunció esta semana la ministra de Sanidad, María Luisa Carcedo, recogerá el Laboratorio de Referencia Comunitario de Biotoxinas Marinas de Vigo, de titularidad estatal. Y aunque aquella aseguró que se contará con la cooperación del Intecmar, en la Xunta están molestos -por decirlo de forma suave-, porque no se contó para nada con el Gobierno gallego. Ni para invitar a sus miembros a la visita que Carcedo giró el lunes a la ciudad olívica, ni mucho menos para informar de en qué punto de tramitación se encuentra el protocolo de colaboración que se propuso a Madrid para que fuese el Instituto Tecnolóxico para o Control do Medio Mariño (Intecmar) el que asuma las funciones de coordinador de los controles que los Veintisiete hacen de sus zonas de producción de bivalvos.

Galicia se considera con derecho propio a asumir el laboratorio. Por ese 95 % de producción que acapara, y porque las competencias sobre pesca en aguas interiores, marisqueo y acuicultura están transferidas a la comunidad autónoma. Así las cosas, «parece lógico que el Intecmar pueda acoger el laboratorio de referencia de biotoxinas marinas y clasificación de zonas de producción», además de prestar apoyo y asesoramiento al centro con sede en Vigo, apuntan fuentes de la Consellería do Mar. Un traspaso de competencias que, a la vez, serviría para descargar funciones del laboratorio vigués dependiente de Sanidad.

Regentar el centro permitiría al Intecmar influir en las decisiones a nivel comunitario

En el protocolo de colaboración propuesto desde los despachos de San Caetano, la Xunta habla de aprovechar sinergias y de colaboración. Lo que Galicia pretende es que Sanidad designe al Intecmar laboratorio nacional de referencia para biotoxinas marinas y control y clasificación de las zonas de producción. Con ese nombramiento, el instituto que vela por la calidad de las aguas se encargaría de formar al personal de otros laboratorios y compartiría la experiencia gestora que ya tiene en las zonas de producción en Galicia, pues es este organismo el que se encarga de clasificar las áreas en A, B o C, según su carga de contaminación biológica.

Para asumir esas nuevas funciones, el Intecmar necesitaría una aportación económica de 250.000 euros que, según lo establecido en el protocolo, se emplearían en la contratación e integración en el equipo de cuatro nuevas personas para la plantilla del centro de Vilaxoán. 

Presencia internacional

Conseguir la designación de laboratorio nacional de referencia de biotoxinas marinas y clasificación de zonas de producción para el Intecmar supondría el pasaporte para que Galicia estuviese presente en todas las reuniones de la red europea de laboratorios comunitarios en lo referente a la seguridad alimentaria de los moluscos bivalvos y, con eso, ganaría peso en la toma de decisiones relativas al control de zonas de producción.

El disputado voto que rompió los sueños del Intecmar

E. A.

Aún no se ha materializado el brexit y al Gobierno de Núñez Feijoo ya se le ha atragantando una de las espinas de ese quiebro que el Reino Unido quiere dar a los otros Veintisiete. Tras la demanda de divorcio que los británicos presentaron a la UE, el Laboratorio de Referencia Comunitario para el Seguimiento de los Contaminantes Virales y Bacteriológicos de los Moluscos Bivalvos tuvo que mudarse del Reino Unido.

Ya antes de que esa salida trascendiese, y aprovechando que todas las ansias estaban concentradas en llevarse para casa la Agencia Europea del Medicamento, Galicia levantó la mano para traerse a Vilaxoán todo lo que hasta entonces estaba en Weythmouth (al sur de Inglaterra). Pero cuando realmente quiso formalizar su candidatura -que Feijoo anunció a voz en grito en el 25 aniversario del Instituto Tecnolóxico para o Control do Medio Mariño (Intecmar)- resultó que Bruselas ya había acordado trocearlo y repartir su custodia entre España, Holanda, Suecia e Italia. Y todo con el beneplácito de la Administración española.

Así que al presidente gallego no le quedó más remedio que tragarse el bochorno, aguantar estoicamente el chaparrón de críticas que le cayó por parte de todos los grupos de la oposición y resarcirse abroncando a puerta cerrada al que entonces era Gobierno amigo. El Ejecutivo gallego pidió explicaciones al departamento que entonces era de Dolors Montserrat por haber sepultado con un voto y una firma sin consultar a Galicia, los anhelos del Intecmar de traerse de Weythmouth el lote completo de probetas. Al tiempo, trató de deshacer el entuerto desde la zona cero del desastre, enviando a Bruselas a la conselleira do Mar, Rosa Quintana. 

Posible enmienda

Quintana salió del despacho de Xavier Prats, director general de Salud y Seguridad Alimentaria de la DG-Sante, con el chasco de que o mal xa estaba feito, pero también con una puerta franqueada para conseguir lo que quería. Y es que para España se había reservado la parte con más enjundia del laboratorio, o al menos la que más interesaba a Galicia: la del control de las zonas de producción de moluscos bivalvos. Fue el mismo Prats sugirió a Quintana que convenciese a Montserrat de que le pasase las transferencias mediante un protocolo de colaboración.

Ese texto llegó a la mesa de la entonces ministra de Sanidad, pero esta tuvo que desalojar el despacho antes de acabar de tramitarlo por la moción de censura que sentó en su sillón a María Luisa Carcedo, la misma que el lunes vino a Vigo para anunciar, para asombro del Ejecutivo gallego, aquello que antes los socialistas criticaban: que solo una parte del laboratorio venía para Galicia.

Si se lo quedará Vigo o, finalmente, se irá a Vilaxoán es algo que aún se desconoce, pues Sanidad no ha dado respuesta a si tramitará el protocolo. No ha contestado a la Xunta ni a este periódico.