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Antonio Basanta: «Parte fundamental» de las alegaciones a la política de pesca llegaron de España

E. A. REDACCIÓN / LA VOZ

SOMOS MAR

GSSG

El asistente de políticas del comisario de Pesca desgranó en el foro sobre sostenibilidad de Nueva Pescanova los retos y cometidos que tiene por delante el Ejecutivo hasta el 2029

09 jun 2025 . Actualizado a las 04:46 h.

Porque ya no se escriben cartas y el correo postal está prácticamente desterrado de las relaciones con las Administraciones públicas. Pero si se siguiesen franqueando misivas, podría decirse que una «parte fundamental» de las aportaciones a la reforma de la política común de pesca (PPC) estarían franqueadas con sellos de España. Así lo expuso Antonio Basanta, exdirector xeral de Pesca de la Consellería do Mar y actual asistente de políticas del Comisario de Pesca y Océanos, en el tercer Foro Galicia sobre Sostenibilidad de Productos del Mar (GSSG, por sus siglas en inglés) que se celebró esta semana en Vigo, organizado por la Fundación Nueva Pescanova.

El ahora funcionario comunitario vinculó esa elevada participación de sector y sociedad civil española a la «gran capacidad de este país de aportar en positivo» a esa normativa y demuestra «la voluntad de seguir manteniendo los océanos sostenibles y, sobre todo, seguir manteniendo una actividad».

Basanta resumió en el foro los cometidos que tiene por delante el equipo del que forma parte al lado del comisario chipriota Costas Kadis. Para empezar resaltó que el hecho de que se haya hecho de la pesca y los océanos una cartera específica dentro del colegio de comisarios porque «refleja la importancia crítica que se da a la pesca y a la economía azul en la Comisión Europea 2024-2029». No solo por la capacidad que tiene de alimentar a la sociedad, sino por lo que significan para afrontar retos como el cambio climático, palpable ya en la producción gallega , y que debe hacer reflexionar al conjunto sobre «cómo trabajar en el futuro para hacer que el océano sea un aliado y no un problema».

Ese es el principal encargo que Von der Leyen ha hecho a Costas Kadis, un comisario que, recordó, procede de un país rodeado de agua, que además se encargó de los asuntos pesqueros de ese Estado. Esa encomienda se concretó ya en el Pacto de los Océanos, que Ursula von der Leyen presenta hoy en Niza, con motivo de la cumbre de la ONU, esa propuesta para combinar la protección de los océanos, con la promoción de la economía azul y los usos sostenibles. En definitiva: equilibrar conservación y desarrollo económico y social. Que es precisamente de lo que trata ese Pacto de los Océanos.

Resumió los cinco objetivos fundamentales, empezando por restaurar la salud y productividad de los océanos —«está claro que, sin pescado, no hay pescadores»—: lograr una economía azul sostenible, incluidas pesca, acuicultura y transformación — «sin pescadores, no hay pescado»—; buscar resiliencia y oportunidades para comunidades costeras y las islas —«qué decir de Galicia donde 80 % actividades económicas tienen que ver con la pesca»—; reforzar la seguridad marítima y evitar la contaminación y pérdida de vidas en el mar — «algo que tampoco es ajeno a Galicia»— y ampliar los conocimientos marinos.

Otra gran tarea es la revisión intermedia de las directrices estratégicas sobre acuicultura, que tiene que afrontar importantes cuestiones, como el cambio climático o las nuevas fórmulas de producción de proteína, dijo; afinar la visión sobre los pescadores del futuro y, sobre todo, volver a hablar de la dimensión internacional de la pesca. Esto último debe tomar forma trabajando en varios frentes, entre los que están «las organizaciones regionales de pesca, los acuerdos internacionales de asociación pesquera, que verán también una nueva formulación adaptada a los cambios de los últimos años, y en otros foros internacionales que deben dar pasos en materia de sostenibilidad, como puede ser la Organización Mundial de Comercio (OMC).

Avanzar hacia ese terreno de juego equitativo que necesita la pesca europea, trabajando con otras herramientas, como condiciones de importación, contingentes arancelarios y acuerdos pesqueros, y reforzando la lucha contra la pesca ilegal y contra los países que no realizan prácticas sostenibles será básico además para hacer de la pesca de la UE «sostenible, resiliente y competitiva».