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Rosa Suárez cuelga el uniforme tras 47 años en Jealsa: «Agora toca viaxar e ver aos amigos»

Ana Gerpe Varela
A. Gerpe RIBEIRA / LA VOZ

SOMOS MAR

Compañeros de la fábrica, en la que ejerció como encargada durante su última etapa, le organizaron una fiesta sorpresa

23 ene 2025 . Actualizado a las 10:30 h.

Tenía 11 o 12 años cuando comenzó a formarse como costurera, pero la llegada de más hermanos al seno familiar propició que Rosa Suárez Ríos cambiase la aguja por los útiles para limpiar pescados y la máquina de coser por la línea en una fábrica de conservas. Comenzó a los 16 en una factoría de A Pobra ya desaparecida, pero en ella solo estuvo doce meses: «Ganaba 400 pesetas ao día e funlles pedir unha suba a 500, dixéronme que non». La boirense sabía que en Jealsa sí pagaban esa cantidad y dirigió sus pasos a O Bodión: «Aos dous días xa comecei». En el grupo conservero de Boiro ha trabajado durante 47 años, hasta que hace una semana, con los 65 cumplidos el 17 de enero, colgó el uniforme para iniciar una nueva etapa como jubilada al lado de su marido, José Eugenio López.

Animosa y conversadora, Rosa Suárez echa la vista atrás y recuerda los comienzos en la que ha sido su segunda casa durante tantos años de dedicación y esfuerzo. Relata que «había moito compañeirismo. Traballábamos moito, pero pasabámolo ben». Señala que cuando hacía buen tiempo, en las pausas aprovechaban para ir a la playa o que celebraban los cumpleaños de las compañeras en un pinar próximo. Sus recuerdos le devuelven al presente momentos inolvidables: «Deixo unha experiencia moi bonita».

Lo cierto es que Rosa Suárez continúa muy vinculada a Jealsa, dado que sus dos hijas trabajan en la empresa, como también lo hacen sus yernos.

Diversos puestos

Durante su dilatada trayectoria como trabajadora, Rosa Suárez aprovechó el tiempo al máximo. Comenzó limpiando todo tipo de materia prima, pescados y moluscos. Con el paso del tiempo obtuvo la certificación de carretillera y pasó a desempeñar esta nueva ocupación.

Posteriormente ejerció como ayudante de laboratorio, colaborando con los técnicos que realizan las muestras para la elaboración de nuevos procesados pesqueros con los que ampliar la oferta a los consumidores. En esta labor estaba cuando «dun día para outro me propuxeron que fora encargada. Eu non me vía capaz e de primeiras dixen que non».

Pese a la reticencia inicial acabó desempeñando el puesto: «Foi unha experiencia moi bonita, pero fixen moitas chuletas porque tiña medo de equivocarme». Reconoce que no estuvo sola en este cometido: «Facíaseme moi grande, pero coa axuda de todos supereino».

Con una trayectoria tan dilatada como integrante del personal de Jealsa, Rosa Suárez ha visto cómo el grupo crecía: «Ver como medraba a fábrica é unha alegría. Estou orgullosa de ter traballado nunha gran empresa e de que siga indo cara arriba».

Además de dedicada a las distintas ocupaciones desempeñadas en la factoría Rosa Suárez también es una persona dinámica y muy activa en su tiempo libre. Ahora que ya no tiene obligaciones laborales sus objetivos más inmediatos son otros: «Agora toca viaxar e ver aos amigos». Valencia, Málaga o Murcia figuran entre los lugares que tiene previsto visitar a partir del próximo mes. Posteriormente, también una escapadita para ver a unos parientes en el archipiélago canario, compaginado con disfrutar de más tiempo libre con sus cuatro nietas.

La sorpresa

Del afecto que durante 47 años se ha granjeado Rosa Suárez en la fábrica de O Bodión da buena muestra la fiesta sorpresa que le organizaron un nutrido grupo de compañeros en el restaurante Arume la pasada semana.

Explica que no sospechó nada porque su yerno cumple años el 8 de enero y, como ella lo hace el 17 él le dijo que ya preparaba algo conjunto: «Xustamente me xubilei o día no que cumpría os 65 anos».

No sospechaba nada porque «nos aniversarios sempre imos xantar fóra». Se tomó la jornada con tranquilidad y hasta disfrutó de un vermú antes de dirigirse, acompañada por su marido, al restaurante: «Foi moi bonito, saltábaseme o corazón. Todos estaban agachados, foi unha xornada moi feliz para min». Ahora, la boirense disfruta de su nueva etapa vital.