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Una compuerta que se abrió poco a poco acabó llevando a pique al Argos Georgia

La Voz REDACCIÓN

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Royal Air Force

La vía permitió la entrada de una gran cantidad de agua por el resto del buque debido a que estaban otras puertas internas abiertas. En el naufragio hubo nueve fallecidos, cuatro desaparecidos y 14 supervivientes

11 oct 2024 . Actualizado a las 19:45 h.

La Marine Accident Investigation Branch (MAIB), el organismo encargado de analizar los accidentes marítimos del Reino Unido, apunta a una compuerta del costado de estribor del buque que se abrió como origen de la entrada masiva de agua que acabó llevando a pique al palangrero Argos Georgia, con bandera de Santa Elena, a 190 millas de Puerto Stanley, capital de las islas Malvinas. En el siniestro murieron 13 de sus 27 tripulantes —cuatro gallegos, de los uno sigue desaparecido— y se salvaron 14 personas, también cuatro gallegas.

El informe provisional que ha publicado la comisión de investigación británica recoge que, antes del accidente, esa compuerta de halado estaba «levantada y cerrada» y, según lo que explica, la tripulación pudo ver desde el circuito cerrado de televisión cómo esa compuerta descendía lentamente hasta quedar del todo abierta. Por ahí, en medio de un temporal con olas de siete metros y vientos de 50 nudos, empezó a entrar agua en un volumen importante y la tripulación ya no pudo cerrar la compuerta una vez que se abrió. Que las puertas internas que llevaban a esa compuerta estuviesen abiertas permitió que el agua fluyera sin obstáculos hasta anegar varios espacios del buque y hacer que este fuese escorando a estribor hasta acabar hundido.

El informe de la MAIB señala que el Argos Georgia puso proa al temporal y su capitán dio la alarma a otro buque pesquero que operaba en la zona. Este dio aviso a las autoridades de las islas Malvinas, a raíz de la que se inició una operación de rescate con medios aéreos y marítimos, apoyada por buques pesqueros.

También recoge la investigación que el barco quedó sin máquina a las 14.45, dos horas después de que empezase a entrar el agua de forma masiva en el barco, sobre las cuatro (hora local), ya oscureciendo, la tripulación se introdujo en balsas y a las 11.30 del día siguiente fueron recogidos, supervivientes y cadáveres, por los pesqueros.

La MAIB señala como problemas de seguridad que los medios para mantener la compuerta cerrada no garantizaron que esta no se abriera en el momento del accidente y que el hecho de que hubiese puertas abiertas permitió la inundación de los espacios colindantes y provocando el hundimiento porque la tripulación no pudo cerrarlas.

Entre las recomendaciones que hace a armadores, tripulaciones y patrones de pesqueros que tengan puertas laterales es que se aseguren «de que se haya realizado y documentado una evaluación adecuada y suficiente del riesgo de que entre agua en el buque a través de una puerta lateral» y «se tomen medidas de mitigación para reducir los riesgos asociados a un posible fallo de la compuerta». También que se cierren las puertas interiores para crear compartimentos estancos.