Un nuevo retraso en el reparto de merluza común en Argentina aviva las sospechas de mordidas
SOMOS MAR
El Consejo Federal Pesquero retrasó de nuevo la distribución de cuotas individuales de la especie
28 sep 2024 . Actualizado a las 04:45 h.Después del escándalo que provocó la sospecha de mordidas en el reparto de merluza común en Argentina, un negocio multimillonario, la resolución del reparto de la merluza común (Merluccius hubbsi) no hace más que dilatarse y el hermetismo con el que se están llevando las negociaciones no deja de alimentar las suspicacias de que algo extraño está sucediendo.
La prensa nacional argentina desató hace dos semanas la polémica al dar a conocer una denuncia que hablaba de supuestos casos de sobornos por parte de políticos vinculados al Gobierno de Javier Milei a empresas que aspiran a obtener cupos de pesca para los próximos 15 años. En concreto se hablaba de mordidas por valor de 15 millones de dólares (13,6 millones de euros). Según lo publicado por el portal La Política Online (LPO), una firma española controlada por un fondo norteamericano habría informado a la Administración estadounidense de que varios funcionarios de Milei habían pedido dinero a un grupo de empresas para asegurar esos derechos de pesca de merluza común por otros 15 años en el mar argentino.
Días después del escándalo, en su sesión del 5 de septiembre, el Consejo Federal Pesquero (CFP), encargado de realizar el reparto, cerró la distribución de las cuotas de la merluza de cola (Macruronus magellanicus), la negra (Dissostichus eleginoides) y la bacaladilla argentina —denominada polaca—, pero dejó pendiente la hubbsi, la especie más codiciada por su relevancia ecológica y económica.
En Argentina, la pesca está regulada por el Régimen Federal de Pesca (Ley 24.922), un sistema de control que se estableció después de la llamada «crisis de la merluza» de finales de los años noventa para poner fin a la sobreexplotación de esta y otras especies clave para la economía del país. De esa manera, se establecieron cuotas individuales transferibles de captura (CITC), que fija límites individuales asociados a la captura máxima permisible (CMP), la cantidad total que se puede extraer de acuerdo con las recomendaciones científicas.
Con desembarcos anuales de alrededor de 300.000 toneladas, la merluza hubbsi representa casi el 50 % de las capturas anuales en Argentina. Pero, aunque los parámetros están establecidos por ley, el Consejo Federal Pesquero también puede definir limitaciones a la concentración de las mismas.
Disputa entre regiones
La reasignación de cuotas representa un punto clave de la discusión que reúne estos días a los distintos representantes del sector, que pugnan por defender sus intereses. En esa disputa frente a las empresas, los gobiernos provinciales pelean por conservar las cuotas de sus territorios y preservar todo el tejido productivo local.
Aparte de los cupos de merluza, otro de los temas más controvertidos afecta al aumento de los derechos únicos de extracción (DUE), un impuesto que el Gobierno quiere establecer en el 2,5 %.
En este escenario, que las reuniones del CFP se aplacen, se suspendan o se den a puertas cerradas —algunas sin actas—, no hace más que alimentar dudas y sospechas sobre la limpieza del reparto.