«Lo importante es la actividad y los puestos de trabajo», subraya la dirección
27 sep 2024 . Actualizado a las 21:14 h.«El objetivo prioritario es defender la actividad y los puestos de trabajo». Con estas palabras, Santiago Montejo, director general de Marfrío, anuncia la toma de control de la compañía Central Lomera Portuguesa (CLP), el proyecto que puso en marcha junto a socios de Atunlo en Vila Nova de Cerveira en el 2018 con la idea de posicionarse como los primeros operadores de atún precocido a nivel internacional. Este verano, la Justicia portuguesa apartó a los gerentes vinculados a Atunes y Lomos SL por provocar un quebranto de 3 millones de euros en la factoría. Ahora, los directivos de Marín emprenden una nueva etapa bajo «un modelo de gestión transparente y competitivo», indica Montejo. En la lomera situada en el polígono de Fulao no falta carga de trabajo. Las conserveras —fundamentalmente las gallegas— son las que lo garantizan. A esta planta han ido a parar pedidos que hace meses se despachaban en plantas de Atunlo de O Grove o Santoña. Los 340 empleados que componen la plantilla operan en dos turnos y las nóminas están al día. La fábrica de Cerveira no estuvo exenta de dificultades por la situación de insolvencia que en España envuelve a Atunlo, pero ahora Marfrío ha tomado las riendas en un gesto por demostrar que apuesta por el futuro de este negocio.
Para ilustrar que se trata de una nueva etapa de la lomera, la congeladora Marfrío expone las cifras de producción. Agosto fue el primer mes en que los socios de Marín asumieron el control, acompañados por un administrador concursal que ellos mismos propusieron. Con el propósito de «estabilizar la compañía en todas las áreas», explica Santiago Montejo, en agosto remontaron la producción y alcanzaron un récord en lo que respecta a este mes: 1.300 toneladas procesadas. Septiembre esperan cerrarlo como el mejor mes de la compañía, superando las 1.600 toneladas.
El concurso de acreedores de Atunlo en Galicia llegó a oídos de la plantilla en Fulao y durante semanas convivieron con la incertidumbre. Pero la irrupción de la Justicia y la ascensión de Marfrío a la dirección les ha infundido tranquilidad. La inestabilidad ha dado paso a un sobresfuerzo por recuperar una gestión «más eficiente y más transparente», apuntan los socios de Marín.
El camino no está siendo fácil, ya que la dirección de la Central Lomera Portuguesa arrastra lo que el Tribunal de Viana do Castelo denomina «perjuicio» de más de 3 millones de euros causado por Atunlo y derivado de su situación en España. Por ello, se encuentran sometidos a un proceso para renegociar la deuda.
Unas instalaciones de 4.500 metros en las que invirtieron 9 millones
Los socios de Atunlo y Marfrío se dieron la mano en el 2018 para construir y echar a andar la Central Lomera Portuguesa en un terreno que los segundos conocen bien: Portugal. Tal año estrenaron una factoría de nueve millones de euros que ambos consideraron pilar fundamental de sus grupos pesqueros para impulsar su crecimiento. En la inauguración, de hecho, hubo quien definió el proyecto como «el Ferrari del grupo a la hora de producir lomos».
Las instalaciones miden 4.500 metros cuadrados de superficie y, en condiciones óptimas, puede producir 20.000 toneladas. En su estreno, la dirección de la fábrica se propuso procesar cien toneladas al día para abastecer de lomos precocidos a las conserveras gallegas.