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Las carabelas portuguesas llegan a las islas Cíes

Alejandra Pascual Santiago
alejandra pascual VIGO / LA VOZ

SOMOS MAR

Manuel E. Garci UMO - IIM - CSIC

El CSIC detecta su presencia y advierte a despistados: «El veneno de este singular animal produce un dolor muy intenso»

14 sep 2024 . Actualizado a las 03:51 h.

Las carabelas portuguesas tampoco se han resistido a visitar las islas Cíes. La joya del único parque nacional de Galicia ha tenido un verano ajetreado entre patexos, delfines y ballenas que han sorprendido a miles de visitantes. Ahora, son los sifonóforos (no medusas) los que han soltado sus tentáculos por las aguas del archipiélago vigués. El CSIC ha detectado su presencia y advierte a despistados: «¡Ojo! El veneno de este singular animal tiene consecuencias neurotóxicas, citotóxicas y cardiotóxicas para el ser humano, produciendo un dolor muy intenso».

Desde la Unidad de Monitorización y Observación del Medio Marino (UMO), en la que trabajan codo con codo Manuel E. Garci y Ana Tubio, explican que la parte flotante de estos vistosos cnidarios se conoce como neumatóforo y «está constituida por un flotador alargado de tonos azules y rosas transparente que puede llegar a medir 30 centímetros». Los tentáculos que cuelgan del cuerpo central son numerosos y constituyen el mecanismo que emplean como herramienta para atrapar a sus presas. Otro dato que aportan los científicos es que las carabelas portuguesas (Physalia physalis) pueden extender estos tentáculos, llegando a medir varios metros de longitud. 

Manuel E. Garci UMO IIM CSIC

La parte flotante de estos sifonóforos actúa como una vela (también tiene aspecto) y así pueden desplazarse por el medio marino, impulsadas por el viento y las corrientes oceánicas. De esta manera, han irrumpido en el entorno de las islas Cíes, el espacio natural más protegido de toda Galicia.

Su aparición ha sido simultánea a la de los rorcuales que en los últimos días recorren la entrada a la ría de Vigo. En estos momentos, en esta zona Atlántica se produce el fenómeno conocido como afloramiento; ascensos de agua oceánica profunda, rica en nutrientes. De ahí que los habitantes del medio marino lleguen desde tan lejos para no perderse este festín. Naturaleza en estado puro.