Las lonjas de Arousa dejan de facturar 1,3 millones en las seis semanas de temporada alta
SOMOS MAR
La crisis del marisqueo se ha dejado notar; solo Carril aguanta el tipo
06 sep 2024 . Actualizado a las 04:45 h.La crisis del marisqueo se ha dejado notar en las lonjas arousanas este verano. En la etapa estival, convertida desde hace años en una segunda Navidad en lo que a ventas y precios se refiere, el descalabro de las capturas en los productos insignia de la ría y el parón de buena parte del sector se ha traducido en una caída en las ventas de las lonjas y un retroceso de 1,3 millones de euros con respecto a la facturación del año pasado en las semanas que coinciden con los momentos más álgidos de la campaña turística: del 15 de julio al 31 de agosto. Según los datos recabados en PescadeGalicia, la plataforma de la Consellería do Mar, en ese período se subastaron en las lonjas de Arousa sur un total de 472.212 kilos de productos pesqueros de todo tipo, generando un movimiento de 4,6 millones de euros. En esas mismas seis semanas del año pasado, cuando la situación en el mar ya se había ganado con creces el apelativo de problemática, la facturación fue de 5,9 millones de euros.
Estas cifras tienen una fácil explicación: las principales especies de bivalvos comerciales han quedado reducidas a su mínima expresión y esa senda la han seguido también otras especies, como el camarón, que ha tenido una presencia testimonial en lonjas como la de A Illa. En puertos en los que el marisqueo es la principal fuente de ingresos —solo Cambados y O Grove escapan de la tónica general de la zona sur de la ría—, el impacto de la crisis productiva era más que esperado. A fin de cuentas, muchas de las agrupaciones de marisqueo han cesado su actividad, en un intento desesperado de conseguir que sus bancos recuperen la capacidad productiva perdida el pasado otoño.
Hay, en todo esto, una excepción: la lonja de Carril. Alimentada por la almeja que sale de los parques de cultivo, en esas instalaciones se han subastado en mes y medio más de 171.000 kilos de producto. 25.000 menos que el año anterior. La facturación también bajó: de 2,6 millones se ha pasado a 2,3. La cifra es importante, pero debe contemplarse en un contexto en el que los números rojos están en todos lados. La cofradía de O Grove, de superar ligeramente el millón y medio de euros en 2023, durante las seis semanas de la temporada alta, se ha quedado esta vez, rondando los 840.000. En A Illa, los números caen por debajo del medio millón de euros desde los 948.238 euros del pasado año. En Vilanova el golpe es brutal: los 468.000 euros facturados en el período turístico del año pasado se han quedado, esta vez, en 23.911, mientras que en Vilaxoán la caída ha sido desde los 127.000 euros a los casi 98.000 facturados ahora.
La situación, queda claro a la vista de los datos oficiales de PescadeGalicia, se está volviendo cada vez más insostenible en las cofradías arousanas, algunas de las cuales han tenido que adoptar ya hace meses dolorosas decisiones laborales. Y es más que probable que deban seguir introduciendo recortes para intentar capear un temporal para el que, por desgracia, aún no parece haber soluciones a la vista.