Portugal se llevó para San Antonio casi toda la sardina, a precios muy dispares
SOMOS MAR

La más cara en A Coruña se pagó a 1,30, mientras que en Ribeira llegó a 3,5
12 jun 2024 . Actualizado a las 15:25 h.«Sardinas ricas, ricas». La encargada de Pescados Beatriz, en la coruñesa plaza de Lugo, tenía ayer sobre el mostrador a la venta una de las pocas sardinas que se subastaron en la lonja del Muro y se quedaron aquí. Porque la mayor parte de la que los cerqueros desembarcaron de noche, de madrugada y ya rayando la mañana, que fueron en torno a 25.000 kilos, emprendieron rumbo a Portugal. Allí les espera el mismo destino que tendrán aquí dentro de diez días: asarse en la hoguera. Los vecinos portugueses celebran el Santo António como los gallegos festejan San Xoán. Y por más que churrasco y criollos hayan ido ganando terreno, la sardina sigue siendo la reina de la noche. Sobre todo ahora que el stock se ha recuperado de sus horas bajas, que el cupo permitido para pescar ha subido y que, además, abunda. «Sardiña hai», decía ayer Manuel Suárez, gerente de la Asociación de Armadores de Cerco de Galicia (Acerga). «O que non hai é prezo», se lamentaba a renglón seguido. Se refería a la cotización que tuvo en A Coruña, donde por los ejemplares más caros se ofrecieron 1,30 euros, cayendo hasta los 58 céntimos. 0,71 de media.
Si «non está levando a cotización que debería» es porque, al menos la capturada por los cerqueros del área coruñesa, era de tamaño medianillo en su mayor parte —sardina de unos quince centímetros— y estaba «moi mesturada». En Pescados Beatriz, a escasos metros del Muro, se vendía ayer a 5,50, pero «la grande se está vendiendo a 8 euros».
Precio elevado en Ribeira
El bajo precio que ofrecieron por la sardina mezclada en A Coruña contrastó con los tres euros y medio a los que se llegó a vender el kilo en la lonja de Ribeira. Manuel Suárez señala que era sardina «non máis grande, pero si máis igualada», que tiene mejor salida para los mayoristas. Un precio alto a pesar de que la oferta también fue elevada. Si en A Coruña se subastaron 25.000 kilos, en la rula de Santa Uxía la puja fue por casi 45.000 kilos. Fernando Carreira, gerente de la lonja de Ribeira, explicó que prácticamente toda la sardina se fue para Portugal. Hoy ya no contaba con una cotización parecida. Ni tampoco con tanta oferta. En una rula próxima a la ribeirense, la de Portosín, se pusieron a la venta en torno a 8.000 kilos, que si por la noche se vendieron a 0,80 euros, ya por la mañana alcanzaron los 1,33 euros.
En Corcubión, donde se subastaron 12.512 kilos de sardina, la cotización varió entre los 0,88 y los 3,12 euros, pero a este último precio se pararon muy pocos kilos. Los de ejemplares más grandes que se quedaron por la zona. El resto se fue para Portugal.
Los importadores portugueses también compraron pescado de Vigo, donde se descargaron casi 25.000 kilos, como en A Coruña. Sin embargo, en el sur de Galicia fue más preciada, pues el kilo llegó a pagarse a 3 euros. Eso sí, la de menor precio se paró a 0,66.
El Santo António es para el cerco «un dos tiróns máis importantes do ano». El otro es el San Xoán. Pero las cotizaciones que ha tenido la sardina hasta ahora —99 céntimos— no animaron al regreso de los cerqueros desplazados en el Cantábrico. De los más de 80 de Acerga han vuelto a Galicia dos. El resto sigue pescando un bocarte, por el que se ofrecen medias cercanas a dos euros y que ha llegado a venderse a 4,60. Eso sí, vendrán para San Xoán, asegura Suárez, antes de retornar de nuevo al País Vasco para seguir en la costera de la anchoa.