Patrocinado porPatrocinado por

Mariscadoras de Redondela denuncian que furtivos las amenazan con quemar sus casas

Monica Torres
mónica torres REDONDELA / LA VOZ

SOMOS MAR

cedida

La cofradía advierte que un grupo organizado está esquilmando los bancos

20 ago 2024 . Actualizado a las 18:01 h.

Las mariscadoras de Redondela sufren desde hace semanas las amenazas de un grupo de furtivos que están esquilmando los bancos en los que ellas ni siquiera pueden trabajar ya que están en período de paro para fomentar la regeneración y salvaguardar el producto. Aseguran que se trata de un grupo de unos cinco hombres bien organizado y que se han llevado cientos de kilos de almeja (solo recuperados por la cofradía han sido cuatrocientos). Normalmente actúan de noche, pero este lunes lo hicieron a plena luz del día. Al ser recriminados por un vecina que los pilló en la barra de la ría, respondieron de manera violenta como ya habían hecho con la vicepatrona de la cofradía hace días, según explicó la presidenta de las mariscadoras, Ana Sotelino. «Le dijeron que le iban a quemar la casa y que iban a ir a por su familia, amenazándola como a la vicepatrona. Ambas presentaron también denuncias ante la policía», confirma Sotelino.

Asisten impotentes al robo de una mercancía que, además, se estaría comercializando en el mercado negro con evidente riesgo para la salud de las personas. «Arramplan con todo sin respetar tamaños ni especies. No sabemos quién puede estar comprando esto ni a cómo se paga porque no somos la única ría cerrada», advierten. Es habitual que vigilen los bancos marisqueos en los que siembran la almeja para la repoblación, pero desde hace semanas han tenido que intensificar la vigilancia y pasan hasta cinco horas por noche, especialmente los fines de semana, para proteger los viveros.

Ni con las continuas denuncias ni con las vigilancias han conseguido alejar a los delincuentes, pero las amenazas tampoco amilanan a las mariscadoras, máxime cuando esta semana los encontraron en uno de los viveros que con tanto mimo ellas protegen y, además de denunciar, han podido aportar imágenes que apoyan su testimonio. «La policía nos ayuda mucho, pero no pueden hacer nada si no los pillan con la mercancía y además, si los detienen, se declaran insolventes y se van de rositas», explica Sotelino contrariada.

El lunes actuaron en la zona próxima al monte de A Telleira y, aunque se marcharon a toda prisa, en cuanto fueron sorprendidos el vigilante de la cofradía recuperó en medio de unos matorrales dos sacos con más de sesenta kilos de almeja japónica y de cría de fina. Las mariscadoras volvieron a sembrar la mercancía recuperada, pero se sienten «impotentes» tras semanas viendo cómo los delincuentes arrasan con la almeja con total impunidad. En sus denuncias han aportado fotografías y matrículas de coche. «Mientras unos cogen la almeja otros vigilan y, como van con neoprenos, es muy difícil detectarlos de noche, aunque ahora ya se atreven hasta de día», señala. El Seprona también investiga esta oleada de saqueos que tienen en jaque al sector, confirmó la Comandancia de la Guardia Civil de Pontevedra.

Las mariscadoras explican que se sienten «desmoralizadas ante una situación que se prolonga en el tiempo». «Creemos que es una banda organizada con personas que son de fuera del municipio, por lo que hemos hablado con otras cofradías. Cuando los detectan en un lado se mueven hacia otros bancos, pero son auténticos profesionales», advierten. Indican que tienen entre 25 y 40 años y que vienen totalmente equipados para mariscar. Destacan el apoyo de los guardacostas, el vigilante de la cofradía, la Policía y, especialmente, del Seprona de Vigo, «pero pillarlos es muy complicado porque, a veces, conocen muy bien los caminos. En otras ocasiones tiran la mercancía, por lo que no se les puede imputar delito alguno».

La elevada mortalidad de marisco por la baja salinidad del agua que mantiene cerradas las rías de Vigo y Pontevedra provoca, además, que los furtivos puedan sacar aún mayor rédito a la mercancía con la que consiguen hacerse. «Las rías en general están en un momento muy crítico, las mariscadoras estamos poniendo dinero seguido y ahora este furtivismo que no para es insostenible», dicen.

Las mariscadoras están en un cese de actividad hasta el 31 de abril por esta mortandad, pero tendrán que esperar aún varios meses por las ayudas de la Xunta, según avanzó el colectivo de la cofradía de San Juan.