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El personal de la Xunta retiró en playas el triple de plástico común que de pélets

Somos Mar REDACCIÓN / LA VOZ

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ANA GARCÍA

La rebaja a nivel 1 de la alerta pone fin al operativo programado de limpieza

28 ene 2024 . Actualizado a las 19:09 h.

La vicepresidenta segunda de la Xunta y conselleira de Medio Ambiente, Ángeles Vázquez, trasladaba el viernes a las empresas que forman parte de la Alianza Galega polo Clima que, si son acertadas las simulaciones que han hecho los técnicos del Plan Territorial de Contingencias por Contaminación Marina (Camgal) de la deriva que tomaron los pélets que el 8 de diciembre pasado se cayeron de la cubierta del Toconao frente a Viana do Castelo, el riesgo de que lleguen más gránulos a Galicia es mínimo ya. Los vientos y las corrientes han acabado alejándolos de Galicia y dispersándolos por el Cantábrico. De ahí que el director del Plan Camgal, Lino Sexto, siguiendo los criterios de los técnicos, haya decidido rebajar la alerta activada por el vertido al nivel 1, una fase que implica vigilancia por si llegan nuevos vertidos, algo que, insistió Vázquez, «parece inviable».

La Xunta da así por superada la parte más aguda de la crisis derivada de la llegada de parte de los 26.250 kilos de pélets a las costas gallegas e inicia la desescalada de un operativo por tierra y mar que llegó a movilizar a 400 operarios. Ahora mantendrá un retén para control, vigilancia y seguimiento por si hay avistamiento de granulado plástico. Pasa a una nueva fase de alerta después de que el dispositivo articulado desde la Xunta haya retirado de las playas cerca de 3.600 kilos de pélets que llegaron desperdigados a los arenales gallegos, fuera de sus envases. Esa cantidad equivale a casi 144 sacos enteros de 25 kilos, como los que llevaba el Toconao dentro de uno de los seis contenedores que dejó atrás en su ruta hacia el norte. Lo recolectado en las playas supone el 14 % de los 1.050 bultos de pélets que transportaba el mercante liberiano. Ahora bien, la cantidad de material recuperado es pequeña en comparación con el volumen de plástico común que los operarios de Tragsa y Seaga desplegados en el operativo de la Xunta han retirado de los parajes costeros. Hasta 12.900 kilos de este material asimilable a residuos urbanos, de los que pueden ir al contenedor amarillo, se han recogido. El triple de plástico común que de pélets, por tanto.

A lo reunido por los efectivos desplegados por la Administración gallega hay que sumar los 1.272 kilos de gránulos de plástico, equivalentes a 51 sacos como los que perdió el Toconao, que recuperaron los voluntarios, material que fue entregado a pie de playa a los operarios de la Xunta al finalizar el trabajo. También aportaron varios sacos enteros que el dispositivo de la Xunta trasladó a un punto de almacenaje.

Gránulos en 264 playas

De las 960 playas que tiene Galicia, con 18,75 millones de metros cuadrados de superficie, las brigadas desplegadas por la Xunta trabajaron en 635. Pero no en todas ellas se localizaron pélets. Esos se encontraron en 264 arenales.

La zona cero de este episodio ha sido Ribeira, precisamente el primer municipio en recibir el vertido del Toconao, el 13 de diciembre, cinco días después de que el mercante alertase de la caída de los contenedores. De los arenales ribeirenses procede el 37,7 % de los gránulos de plástico recuperados por el operativo de la Xunta. Otra parte importante también se localizaron en bahías de la Costa da Morte, con las playas do Trece (Camariñas) y Nemiña (Muxía) a la cabeza de las afectadas.

En este recuento realizado por la Xunta no figura lo recuperado por los concellos ni por las brigadas contratadas por la aseguradora del barco.

Medio Ambiente quiere dar carácter permanente al comité de expertos que analiza el vertido

La conselleira de Medio Ambiente, Ángeles Vázquez, manifestó que el vertido del Toconao ha permitido aprender varias lecciones. La primera es la urgencia de sensibilizar a la población del problema del plástico. Plástico en general, no solo en forma de pélets. Y la necesidad de coordinar las acciones de voluntariado en crisis como la del vertido, pues, en ocasiones, se puede «causar más perjuicios que beneficios», por la fragilidad de muchos de los ecosistemas en los que se actúa.

Con la desescalada del Camgal quedarán tres brigadas en Pontevedra, seis en A Coruña y una en Lugo, cada una formada por cuatro personas. De las seis de la provincia coruñesa, dos van a estar de forma permanente en el parque natural de Corrubedo.

No todos son del Toconao

Conocer la composición de los gránulos, trabajo que la Xunta encargó al centro tecnológico Cetim, ha permitido determinar que no todos los que aparecieron eran pélets procedentes del vertido del Toconao. Según Vázquez, en la playa de Praceres ninguna de las bolitas de plástico que se recuperaron eran de las arrojadas por el contenedor. Y en A Lanzada, en la primera batida que se hizo se encontró que solo el 50 % era del Toconao, porcentaje que subió al 80 % en una segunda limpieza que se hizo. El impacto a corto, medio y largo plazo está siendo estudiado por el comité científico de expertos creado tras el vertido y al que Medio Ambiente pretende dar un carácter permanente.

Además de las lecciones, la estela del Toconao deja también una herida en el sector pesquero, dividido después de la manifestación. Los colectivos convocantes reprocharon a las federaciones de cofradías su falta de respaldo. Estas respondieron que la movilización no hizo más que perjudicar al sector.