El PP aboga ahora por incluir el transporte marítimo en el reglamento que ha propuesto la Comisión Europea
19 ene 2024 . Actualizado a las 04:45 h.La preocupación de la Comisión Europea por la presencia de pélets en las aguas comunitarias viene ya de antes de que del Toconao se cayeran seis contenedores, uno de ellos con 1.050 sacos de 25 kilos de granulado de plástico. Ya en octubre había tomado la iniciativa para remediar unas pérdidas que estima entre 52.140 y 184.290 toneladas de ese material —2.100 y 7.300 camiones repletos— que acaban diseminadas en el medio ambiente.
Pero el vertido frente a Viana do Castelo y la marea blanca que a continuación alcanzó las costas gallegas y del Cantábrico ha hecho apurar el paso del Ejecutivo comunitario para llevar adelante ese reglamento planteado en octubre pasado para «prevenir las pérdidas de granza de plástico y reducir la contaminación por microplásticos» y que busca reducir hasta en un 74 % esos vertidos al ecosistema. Incluso ha hecho cambiar de opinión a los populares europeos, reacios en un principio a incluir el transporte marítimo en el ámbito de ese reglamento y ahora, como han hecho otros eurodiputados de otros grupos —entre ellos PSOE y BNG— han presentando enmiendas para que los que se transporten por mar también queden sujetos a esa regulación.
Acción en la OMI
Pero la Comisión se mantiene en su postura: preocupada por esta contaminación, pero convencida de que el transporte marítimo trasciende el ámbito regional y requiere una actuación global. «Dada la naturaleza internacional del transporte marítimo, este sector no se incluyó en la propuesta», dijo el comisario de Medio Ambiente, Océanos y Pesca, Virginijus Sinkevicius, al arrancar el debate que la Eurocámara incluyó para tratar la «catástrofe ecológica reciente por la pérdida de pélets de plástico y su impacto en la contaminación por microplásticos en los hábitats marítimos y costeros». Por eso abogó por trabajar en el ámbito de la Organización Marítima Internacional (OMI), donde de buscan «compromisos globales» y espera que este vertido sirva para dar «un acelerón» a lo que ahora son simples recomendaciones, como el veto al transporte a granel, la obligación de colocar esta mercancía en la cubierta inferior o en las zonas menos expuestas a la caída, el cuidado extremo en la estiba o la identificación como mercancía contaminante. En el debate intervinieron una larga lista de eurodiputados, todos convencidos de que es preciso reducir estas pérdidas para evitar el impacto de plásticos y microplásticos en el medio ambiente, pues, como dijo el ponente del informe, João Alburquerque, sobre la normativa en preparación «una vez que se pierden son extremadamente difíciles de recoger». Abogó también por endurecer las sanciones.
Sinkevicius se reúne por separado con diputados del PP, PSOE y BNG
El intercambio de reproches y acusaciones de acción e inacción que se escucha en Galicia y en España se reprodujo ayer en el Parlamento Europeo, donde unos y otros aludieron en sus intervenciones a la próxima cita electoral en la comunidad gallega. También quedó constancia en la reunión que eurodiputados del PP, PSOE y BNG mantuvieron, por separado, con el comisario de Medio Ambiente. Los populares, entre ellos Francisco Millán, trasladaron a Sinkevicius que la Xunta no descansará hasta que las playas estén limpias, y reprocharon al Gobierno central una falta de agilidad que no se vería si se tratara de la amnistía y Puigdemont.
El socialista Nicolás González Casares pidió apoyo de Bruselas para hacer frente a la restauración de los daños tras la «marea de incompetencia, ocultación e mentiras» de la Xunta. La nacionalista Ana Miranda, que acudió acompañada de la alcaldesa de Muros, María Lago, también criticó la gestión del Gobierno gallego, y reclamó la consideración de mercancía peligrosa para el granulado de plástico.