El conselleiro de Mar traslada a Planas su intención de pedir la zona catastrófica

El Gobierno gallego cree que el desastre marisquero provocado por las incesantes lluvias de octubre a noviembre no es menos catastrófico que lo ocurrido con el volcán de La Palma, la tormenta Filomena o el huracán Gloria. Es por eso que está recabando informes de Meteogalicia, del Intecmar y de las propias cofradías para solicitar esa figura que, según explicó la directora xeral de Desenvolvemento Pesquero, Susana Rodríguez, en la Comisión de Pesca del Parlamento de Galicia, permitiría cubrir las pérdidas de todos los mariscadores, incluidos aquellos que por distintas circunstancias no reúnen todos los requisitos, y del resto de la cadena afectada, como depuradoras, cocederos y conserveras, por ejemplo. Y aunque todavía no ha acabado de reunir toda la documentación para solicitarla, el conselleiro de Mar, Alfonso Villares, reclamó ayer al ministro de Pesca, Luis Planas, que apoye la solicitud del Gobierno gallego para «declarar zonas catastróficas os bancos pesqueiros afectados polas intensas chuvias dos últimos meses». Villares no aceptará un no, porque en septiembre el Estado decretó esa figura para varias comunidades, «por incendios ou inundacións».

Pero en el sector se impacientan y exigen que se tome en serio la caída de producción, «porque el problema no son solo las riadas, por mucho que lo quieran vender así», afirma la presidenta de las mariscadoras de Carril, María Porto. A su juicio, se necesitan estudios que aclaren qué pasa en el mar, por qué el marisco muere y por qué hay zonas en las que no crece. Y sobre todo, es urgente «habilitar partidas para comenzar a hacer planes de regeneración reales».

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