Las mariscadoras de Camariñas dejan de faenar porque no hay nada en sus bancos
SOMOS MAR
«Sen marisqueo e sen conserveira, non hai traballo para as mulleres», dice Yaqui Lista, presidenta del colectivo
12 dic 2023 . Actualizado a las 11:23 h.La agrupación de mariscadoras de Camariñas decidió la semana pasada que la campaña de Navidad se centraría en la zona de A Paxariña, que habían dejado en reserva durante un año entero. Se trataba de una medida desesperada, dado que no es un área protegida de las avenidas de agua provocadas por las lluvias, pero no había otro banco al que ir. El vigilante confirmó que ayer las mariscadoras no consiguieron encontrar ni rastro de almeja fina, que es, desde hace tiempo, el único recurso que tenían en sus concesiones. La presidenta de la entidad, Yaqui Lista, informó inmediatamente a la Xunta de una situación que podría abocar a un cese de actividad, pero eso es lo último que quieren en Camariñas.
«A única saída e ir traballando as praias, movendo a area de preparando as zonas para sementar en primavera e todo iso non se pode facer se a xente está na casa», explica Lista. La idea es que pueden recibir una ayuda para realizar esa labor y recuperar la producción.
Hace ya tiempo que Mar conoce la situación y ha tomado algunas medidas. Ha encomendado a Seaga un estudio sobre lo que ha ocurrido para que el berberecho esté desaparecido desde hace tres años. Además, ha permitido a las mariscadoras trabajar en zonas que no estaban dentro de su concesión para comprobar si allí había algo de almeja. Faenaron en noviembre junto al paseo de Camariñas y consiguieron sacar todo el cupo —dos kilos por persona— casi todos los días, pero no llegó para la última jornada. La agrupación ha presentado su propuesta para los planes marisqueros de los próximos años y ya ha hecho constar en las observaciones que el recurso que hay no llega para las diez personas que están actualmente en activo y menos para el medio centenar que tiene el permiso de explotación (pérmex) de a pie. Tampoco para las embarcaciones que tienen opción de trabajar en el interior de la ría y que hace ya mucho que han renunciado.
Las mariscadoras han intentado tomar varias medidas, como realizar labores de mantenimiento y mejora de las playas, pero las escasas ventas hacen que no haya incentivos y resulta difícil esforzarse sin obtener rendimiento alguno. Además, contaron con la colaboración de la agrupación de la desembocadura del Río Anllóns, que les cedió cría. La sembraron, pero no logró salir adelante. La última vez que se vendió berberecho en Camariñas fue en el 2020, aunque los mariscadores recogieron la cuarta parte de lo recolectado en el 2018, el último año en que la producción fue la habitual.
Las razones de esta situación deberían determinarlas los técnicos, pero las profesionales imploran algún tipo de actuación. «Sen marisqueo e sen a conserveira non hai traballo para as mulleres en Camariñas», se queja Yaqui Lista. Estas Navidades serán duras, calculan que están dejando de ganar entre 45 y 50 euros por kilo, que es la última cotización de la almeja fina en la zona.