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Bruselas se abre a hacer barcos más grandes, pero se resiste a financiarlos

E. Abuín, A. Pascual VIGO / LA VOZ

SOMOS MAR

Xoán Carlos Gil

Sugiere el recurso al capital privado e incluso al Banco Europeo de Inversiones

19 jul 2023 . Actualizado a las 04:45 h.

El ministro español de Agricultura y Pesca, Luis Planas, y el comisario de Medio Ambiente, Océanos y, por último, Pesca, Virginijus Sinkevicius, comparten la idea de que la flota de hoy no está en condiciones de afrontar el reto de la descarbonización de mañana. Si el español, que en este semestre lleva la batuta de debates y negociaciones, dice y repite que no se puede hacer pesca del siglo XXI con barcos del siglo XX, el lituano, que también afronta la recta final de su mandato, dice que no se puede ser eficiente energéticamente con las tecnologías de los sesenta y setenta.

Hay que modernizar la flota, sin duda. Construir nuevos buques. Y como las alternativas de propulsión que vienen en camino necesitan mucho más espacio, Bruselas ha tenido que repensar su cerrada negativa a permitir que se armen embarcaciones más grandes por temor a que así puedan pescar más. Ayer, en Vigo, Sinkevicius habló abiertamente de revisar el concepto de capacidad para dar cabida a bordo a los nuevos inventos que permitan ganar en eficiencia energética o, directamente, dejar de depender de los combustibles fósiles.

Ahora bien, Planas y Sinkevicius ya no están tan de acuerdo en cómo pagar la factura que arrojará esa renovación de la flota. Coinciden en que el Fondo Europeo Marítimo de la Pesca y la Acuicultura (FEMPA) es «demasiado modesto» como contribuir a la construcción de nuevos barcos. Pero el comisario cree que ya hay instrumentos suficientes, léase los de Desarrollo Regional (Feder) o los Horizon 2020. Y quizá haya que revisar el FEMPA. Pero, sobre todo, hay que buscar capital privado. Mentó incluso el recurso al Banco Europeo de Inversiones (BEI) para no dejar pasar la oportunidad de romper cadenas con el gasoil y su tiranía por lo elevado de las modificaciones.

Fondo específico

Luis Planas, como el sector pesquero, es de la opinión que es preciso habilitar un fondo específico —o de emergencia si se prefiere la nomenclatura del ponente del informe del Consejo Económico y Social Europeo (CESE), Javier Garat—. Y no es el único que lo sostiene. La mayor parte de los ministros están en esa misma línea, la de habilitar un fondo nuevo y exclusivo, dijo.

Por el momento, esperan por esa guía para que el sector conozca las líneas de financiación que existen para la transición energética y el compromiso de hacer una revisión del FEMP el año que viene y del FEMPA a mediados de su vigencia (2020-2027) para comprobar si «hay oportunidades adicionales» para avanzar en el objetivo de la descarbonización. Pero «no hay planes para un nuevo fondo» al margen de los ya existentes, remachó.

Y en cuanto a la capacidad, tampoco se va a permitir una ronda de café para todos. Hay Estados miembros que no han llegado al techo de su capacidad y potencia y hay otros que la tienen agotada. Y sobrepasar ese límite global ya son palabras mayores para Europa.

Más sintonía hubo con la propuesta de fijar cuotas plurianuales para determinados stocks que se encuentren en buena situación y, de hecho, la Comisión ya ha encargado a los científicos que emitan su recomendación de cupos para varios años.

Xoán Carlos Gil

El palangre seguirá entre las artes vetadas cuando se revisen las vedas

Si por Sinkevicius es, no habrá clemencia para el palangre de fondo. El apellido que tiene lo lleva directo al cajón de las artes que tienen contacto en el fondo —por pequeño que sea— y, por tanto, está afectada por el polémico artículo del reglamento del 2016 de aguas profundas y el de ejecución que en el 2021 expulsó al arrastre, al enmalle y al pincho de 87 áreas de pesca en la q no pueden operar entre los 400 y los 800 metros. Lo dijo el comisario al finalizar la cumbre de Vigo. La Comisión está a la espera del informe del Comité Científico Técnico de la pesca (STECF), que saldrá a finales de este mes, y se revisarán las zonas donde hay (o se supone que hay) espacios marinos vulnerables. Pero en cuanto se tomen las medidas, estas afectarán a todas las artes de fondo. También al pincho, por más que este se asemeje más a un arte semipelágica, pues apenas toca el fondo con las piedras para fondear esta arte fija.

Desde el «respeto», Planas trajo a colación que eso ya se verá cuando se pronuncie el Tribunal de Justicia de la UE. España —y los armadores de pincho— sostiene que la Comisión se ha extralimitado al aplicar el veto al palangre, pues no disponía de informes sobre su impacto.

No quiere vetar el arrastre

El arrastre, sin embargo, puede respirar un poco más tranquilo. Sinkevicius prácticamente desactivó ayer toda la amenaza que lanzó sobre él con el plan de acción de febrero al decir ayer en la cumbre que no se busca prohibir el arrastre. Al menos no por su mano. Ahora bien, el compromiso de proteger el 30 % de las áreas marinas está ahí. Y son los Estados los que deben marcar esos espacios en sus respectivos países y es cierto que de aquellas en las que lo que se trata de proteger es el fondo marino no es lógico que puedan seguir operando. Además, recordó, no es el arte más eficiente energéticamente hablando, y hay mucho margen de mejora.