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Reflexiones sobre la eólica marina

Pablo Fernández EXDELEGADO DE LA CONSELLERÍA DO MAR Y ASESOR PESQUERO

SOMOS MAR

Henry Chirinos

03 jun 2023 . Actualizado a las 04:49 h.

Hace unos días leí en este medio un artículo con el título Eólica marina en Galicia: una oportunidad que debe llegar desde el consenso. La firmaba Carlos Martín, responsable de BlueFloat Energy.

Como diría un amigo que trabajaba en la Administración pesquera a nivel nacional, compro o estoy de acuerdo con la primera parte de este artículo; es decir, «es importante implantar estas infraestructuras desde el diálogo y el consenso, poniendo el territorio en el centro e incluyendo a sectores claves como la pesca, en un debate esencial para el futuro medioambiental de Galicia y sus mares». Pero este diálogo no ha existido desde el primer momento, no se ha contado con grupos de interés que pudieran participar de una manera efectiva durante el proceso de tomas de decisiones. Es más a la pesca no se le ha considerado como una actividad prioritaria. 

En las 30 Xornadas Técnicas de la Fundación Expomar, en Burela 11 de mayo, Marta García Pérez, catedrática de Derecho Administrativo de la Universidad de A Coruña (UDC) y miembro del Observatorio Litoral de la Universidade da Coruña (UDC), concluye, en su disertación Una propuesta de reformulación de los POEM: La Pesca como uso prioritario esencial, que se debe aplicar la necesaria reordenación del espacio marítimo, con nuevas categorizaciones de usos y actividades y que la pesca, acuicultura, energía eólica deben ser reconocidos como actividades prioritarias y esenciales.

 Ahora bien, sobre la segunda cuestión, que la eólica es la solución al problema del calentamiento de los mares que amenaza con la desaparición de la pesca, bo puedo comprarlo. Dicho otra manera, no estoy de acuerdo. 

La pesca tiene una baja huella de carbono y nula huella hídrica, por lo tanto, seremos los menos responsables del calentamiento de los mares. Se tendrán que ver otras industrias, como la minería, plataformas petrolíferas, gas, oleoductos, cables submarinos… Y todos los vertidos procedentes de la costa; es decir, tanto industriales como de las ciudades y pueblos de todo el planeta, ya que, aunque se piensa que la contaminación de un buque petrolero en un accidente marítimo es la más importante, no es así. Somos los ciudadanos y las industrias terrestres los que generamos más contaminación y ahí estamos todos. Por cierto, se estima que las pesquerías globales de captura silvestre representan tan solo alrededor del 4 % de las emisiones de producción del sistema alimentario mundial. Y consumir productos de la pesca salvaje, no solo es beneficioso para nuestra salud, sino que ayuda a la conservación de nuestro planeta y océanos. De todas las fuentes de proteína, son los alimentos del mar, los que pueden tener algunas de las emisiones más bajas de gases de efecto invernadero (GEI) por unidad de proteína producida. Aumentando la aportación de alimentos de origen oceánico, contribuiremos de forma clara a la mitigación del cambio climático para mantener la temperatura global por debajo de 1,5 grado centígrado en el 2050 y alcanzar los objetivos del Acuerdo de París. Según un estudio realizado por la Universidad de Washington en el 2018, los productos pesqueros generan una menor huella de carbono que muchos otros que proceden de la industria ubicada en la tierra. De esta manera, si consumimos más pescado, vamos a ayudar a conseguir el objetivo de desarrollo sostenible número 12: producción y consumo responsable.

Por lo tanto, devolvamos la cuestión al punto de partida, con diálogo entre los sectores de la pesca y la industria de las renovables; en este caso, la eólica marina y las Administraciones implicadas, como pueden ser diferentes ministerios y comunidades autónomas.

El sector pesquero español, y en particular el gallego se juega mucho en este asunto y voy a dar una serie de datos. El volumen general de producción y comercialización es de 9.000 millones de euros, sedgún las Tablas input-output pesca-conserva de Galicia del 2021, elaboradas por el grupo de trabajo Economía Pesquera y Recursos Naturales de la Universidade de Santiago de Compostela.

Un total de 76 de las 83 ramas de la actividad económica gallega tienen relación con el sector marítimo-pesquero.

En Galicia se desembarca más del 11% del pescado fresco de la UE, se produce el 14% de la acuicultura que factura el 4,5% de los 27 Estados miembros. El valor añadido es 25 veces superior a la media de Europa.

Las exportaciones de la pesca en el 2021 ascendieron a 2.400 millones de euros.

Galicia es la décima potencia mundial y genera un valor económico de 9.300 millones de euros, incluido las importaciones.

Proporciona 31.000 puestos de trabajo y es el 2 % del PIB

Es la cuarta actividad con mayor presencia en la economía de la comunidad autónoma.