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«En Conxemar somos los músicos del Titanic»

Alejandra Pascual Santiago
alejandra pascual VIGO / LA VOZ

SOMOS MAR

XOAN CARLOS GIL

Apasionado del sector pesquero, se propone acercar la feria a la ciudadanía. Advierte a las autoridades que es urgente mejorar el Ifevi para no hundirse frente a los grandes competidores internacionales

21 may 2023 . Actualizado a las 04:45 h.

Director financiero de una gestora de cooperativas de viviendas cuando terminó la carrera de Derecho en Madrid.

A Torremolinos en tercero de BUP. Vendieron pocos boletos de lotería para el plan de fin de curso y les tocó a los propios alumnos. «Recuerdo que terminaba en 86. Lo pasamos como enanos».

Cuando recibe una llamada de teléfono, suena a todo volumen una canción rock. El dato es relevante porque demuestra la capacidad de Eloy García (Pontevedra, 1965) para hacer ruido si se lo propone. El presidente de Conxemar lo demostró el pasado octubre, cuando se estrenó como máximo responsable de la Asociación Española de Mayoristas, Importadores, Exportadores y Transformadores de Productos de la Pesca y Acuicultura en la inauguración de la feria de Vigo. Solicitó con urgencia un plan de obras para mejorar el Ifevi y garantizar así la permanencia del evento internacional. Sonó alto y claro: Galicia dispone de un ecosistema apropiado para que se celebra aquí e influye la experiencia de 24 ediciones. La música también le sirve para trazar una metáfora sobre cómo es organizar la feria viguesa de Conxemar ante todas las dificultades que tienen que sortear: «Somos como los músicos del Titanic, seguimos ahí mientras el barco se va hundiendo».

Eloy García nació en el seno de una familia entregada al mar. «Lo llevo en las venas», dice. Nieto de pescantina y marinero, quiso asumir la responsabilidad de reflotar la empresa familiar después de graduarse. Estudió Derecho en el CEU, en Madrid, y siendo un pipiolo se estrenó en el mundo adulto como director financiero de una gestora de cooperativas de viviendas, asegura esbozando una sonrisa sobre ese primer trabajo en la capital. Años después, en un acto de madurez, regresó a Galicia para «echar una mano» en Eloymar, pesquera que en aquel momento atravesaba dificultades. Lo de volver al nido, «a casa de mis padres», no le resultó tan sencillo, pero ahí comenzó toda una singladura empresarial que hoy en día culmina como máximo responsable de Conxemar. «Me dediqué a trabajar como un animal», relata. En aquella etapa nació su amor por el mar: «Me enamoré totalmente del sector, es apasionante».

Solventadas las dificultades de la armadora, el negocio familiar se transformó en una empresa de aparcamientos. Todo un giro en su vida. «Mucha gente se piensa que me llamo Eloy Martínez por lo de Eloymar. Soy García y el resto es por La mar salada, que era la pesquera de mi padre», aclara. Lo que ganaron por vender aquellos barcos lo reinvirtieron en un primer párking en Pontevedra. Revela que acudieron en solitario a aquel concurso en el 1995 y que ganaron «porque no se presentó nadie». «Yo revisaba los números todos los días porque, como no había optado nadie, pensaba: ‘A ver si el equivocado voy a ser yo...'». Ya en la inauguración, despertaron el gusanillo de algunos de sus socios en el mundo de la pesca por este negocio que florecía a finales del siglo pasado con el ordenamiento del tráfico en las ciudades. Un mes después del estreno, «Jacobo Fontán, que entonces era presidente de Tranvías Eléctricos de Vigo, vino por la oficina y me propuso asociarnos para gestionar más aparcamientos». Así comenzaron una relación que se extiende hasta hoy en día con ocho instalaciones gestionadas en común. Por el camino, desarrollaron la tecnológica Welgood de software y hardware dedicada a la organización integral de aparcamientos.

«Mi familia se salió de la pesca, pero yo compré acciones en Galfrío, y así me quedé», explica. Desde aquella inversión en solitario, Eloy García ha ido sumando compromisos en el sector pesquero. Es presidente de Galicia Processing Seafood, la planta que está en Marín junto a la de Galfrío, y secretario de esta última empresa y de Lanzal, «que es la comercializadora». Ocupa al menos siete cargos de responsabilidad, tiene don de gentes y su pasión por lo que hace es evidente. Quizás no sea el paraíso, pero lo disfruta: «A veces me preocupo porque pienso qué voy a hacer cuando me jubile».

En toda la lista de cometidos, la presidencia de Conxemar es la más caprichosa en términos de tiempo. Influye que le gusta y que considera que hay muchas cosas por hacer. «Conxemar tiene un bendito problema, que es la identificación de una parte con el todo», sostiene. Dice que la feria es tan potente que «incluso en Vigo mucha considera que es simplemente un evento puntual». Por ello se ha propuesto, durante los cuatro años que ocupará el cargo, «acercar la asociación a la ciudad y llevar a la conciencia de todos su importancia». «El mundo de la pesca es tremendamente competitivo y especialmente la organización ferial», señala poniendo como ejemplos las citas del congelado en Barcelona, Boston y Singapur, los grandes competidores que «funcionan como un reloj». «Nosotros somos un lobby, pero rivalizamos con monstruos», advierte.

En esta parte de la conversación, Eloy García vuelve a hacer ruido sobre una demanda pendiente que formuló ante las autoridades responsables del Ifevi y de las infraestructuras en Vigo. Confiesa que en más de una ocasión le han dicho que es muy directo cuando se conduce: «Me siento más cómodo así, el tiempo es oro. En octubre, podría volver a dar exactamente el mismo discurso que el año pasado y, de hecho, estoy pensando en hacerlo y dejar ahí el papel para la próxima feria». Solicita un plan ejecutor para ir mejorando el recinto «a lo largo de los próximos años» y disponer de una comisión de seguimiento para velar por el cumplimiento de las obras. Entiende que «no planificar es decir que no, que no lo van a modernizar». «Como los músicos del Titanic, no se hace nada…», deja en el aire.