La misión en busca del Villa Pitanxo pasa de sueño a pesadilla para las familias de los muertos: «Nos felicitan y estamos deshechos»

Con el mes de mayo del 2023 escurriéndose ya en el calendario, han pasado ya quince meses desde aquella mañana en la que Galicia se quedó paralizada con la tragedia del Villa de Pitanxo, el barco que se llevó la vida de 21 marineros, gran parte de ellos afincados en Marín. Para las familias que perdieron a los suyos, este tiempo no ha pasado despacio. Han sido días lentos, tortuosos y de lucha, en el que, una vez asimilado que sus padres, hijos, maridos o hermanos no iban a volver con vida, el objetivo fue siempre promover una misión en busca del pecio para averiguar qué pasó con esos 21 hombres que perdieron la vida. Ese era el sueño. Y, este miércoles, cuando el buque Ártabro zarpó hacia Terranova con el objetivo de bajar al Pitanxo, se supone que ese sueño empezaba a cumplirse. Por eso los teléfonos de los familiares de las víctimas, de gente como María José, que perdió a su padre, no dejaban de recibir mensajes de felicitaciones. Sin embargo, y contra todo pronóstico, los afectados aseguran que no estaban ni están de enhorabuena, sino de más luto que nunca. ¿Cómo y por qué? Hoy, con las fotos de los muertos y desaparecidos detrás, ante la subdelegación pontevedresa de un Gobierno para el que solo tienen reproches y durísimas acusaciones, explicaron que la expedición puesta en marcha está abocada al fracaso porque se ignoró a la Audiencia Nacional y esto puede invalidar las pruebas que se recaben. Y lanzaron un mensaje clarísimo: «La gente nos felicita y nosotros estamos deshechos. Que no nos den más la enhorabuena, que estamos casi peor que cuando nos dieron la noticia del naufragio».

¿Por qué las familias han pasado de suplicar que salga un barco hacia Terranova a no querer que lo haga? Lo explicó al por menor María José de Pazo, portavoz de las familias desde el minuto cero. Dijo primero que no todas los familiares lograron reunirse en esta mañana de jueves porque «algunos ni siquiera se han logrado levantar de la cama después de lo ocurrido». A continuación, señaló qué fue lo que pasó para que estén así: «Este miércoles, ese hito que es la bajada al barco, que es un hito de las familias, de los que después de sufrir esta desgracia fuimos puerta por puerta a todos los sitios rogando, se puso en marcha. Pero este operativo, que se lleva a cabo porque la Unión Europa amonestó al Gobierno de España y también a que un juez, el magistrado Moreno de la Audiencia Nacional, pidió esta misión, se acaba de hacer terriblemente mal. ¿Por qué? Porque este miércoles el ministerio autoriza a salir el barco sin el permiso del juez de la Audiencia Nacional, sin todos los peritos que deberían ir dentro de ese barco».

Luego, se paró a explicar qué es lo que las familias creen que implica que se ignorase a la Audiencia Nacional a la hora de zarpar: «Esta prueba puede ser puesta en cuestión. El objetivo que perseguimos para estos 21 que no están con nosotros puede ser puesto en cuestión. ¿Por qué no se ha partido con el beneplácito de la Audiencia y con los criterios que marca el juez, si hay una causa penal abierta, si hay indicios de 21 homicidios por imprudencia?», manifestó María José de Pazo. 

Agitando una y otra vez el documento que le mandó este miércoles la Audiencia Nacional al Ministerio de Transportes recordándole que la autoridad judicial quería coordinar la salida de la misión, las familias se preguntan una y otra vez: «¿De qué sirve toda esta lucha si luego puede salir alguien y decir que las cosas no se hicieron como mandó el juez y se pueden invalidar todas o parte de las pruebas? Es todo muy raro, muy extraño. Tan raro que nos hace sospechar que algo hay detrás de todo esto». 

Con el barco rumbo a Terranova, las familias insisten en que se está a tiempo de cumplir con el mandato judicial de ahí que vayan a recurrir a la Audiencia Nacional para que el magistrado que lleva este caso ponga freno a lo que ellos consideran «un desastre total». Ellos indican que a bordo del barco no están todos los peritos judiciales que debían haber embarcado, entre ellos el suyo, un experto de parte que preveían enviar a Terranova. 

 ¿Qué dicen el Gobierno y la Audiencia Nacional con respecto a este esperpento en el que se ha convertido la misión para bajar al Villa de Pitanxo? La Audiencia se reafirma en los mismos términos que ya exponía este miércoles. Confirma que se ignoró su petición de coordinar la expedición y que el Gobierno hizo partir el barco por su cuenta y sin esperar a que estuviesen a bordo todos los peritos judiciales. De momento, no se indica si se paralizará este operativo o no. Ni tampoco se aclara si, tal y como se hicieron las cosas, existe ese riesgo de que se invaliden las pruebas del que hablan las familias. 

Con respecto al Gobierno, la subdelegada en Pontevedra, Maica Larriba, aseguró este jueves que «se ha cumplido absolutamente en todo». Dice que el Ejecutivo de Pedro Sánchez montó todo el operativo administrativo para que la operación sea posible y que la Audiencia Nacional les requirió documentación sobre la expedición que se iba a llevar a cabo. Señaló también que el Gobierno remitió esa información el día 10 y que se esperó hasta el 17 para que el barco zarpase. Indicó también que en el barco viajan actualmente tres peritos judiciales: uno nombrado por la Audiencia Nacional, otro designado por la Comisión de Investigación de Accidentes e Incidentes Marítimos (Ciaim) y un tercero de la Agencia Europea de Salvamento Marítimo en calidad de observador». Dijo también que todo parece indicar que la Audiencia Nacional tenía nombrados a dos peritos y que uno de ellos, por vacaciones u otra circunstancia, se encontraba fuera de España y no pudo partir en el Ártabro. A ese respecto, indicó: «El tránsito hasta Terranova son ocho días, en los tiempos actuales hay medios más que suficientes para que pueda llegar hasta allí en ese plazo e incorporarse a la misión». 

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