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Ribera dice que solo se rechazó una iniciativa al ordenar el mar: la de vetar la eólica «offshore»

Somos Mar, Europa Press REDACCIÓN / LA VOZ

SOMOS MAR

Kiko Delgado | EFE

La ministra para la Transición Ecológica, que ayer compareció en el Congreso, dijo que las aportaciones del sector pesquero habían servido para reducir un 37,5 % el espacio previsto inicialmente para los parques marinos

11 may 2023 . Actualizado a las 04:46 h.

No tenían muchas ganas ni el PSOE ni Unidas Podemos de que la ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, se subiera al estrado para explicar el proceso de aprobación de los planes de ordenación del espacio marino (POEM). Pero no le quedó más remedio, al haber prosperado la petición de los grupos plural y mixto, que, no obstante, se quedaron con las ganas de escuchar a Luis Planas por lo que compete a Pesca.

Ribera se subió a la tribuna para decir que se han mantenido múltiples reuniones con todos los actores y sectores. Por supuesto, con la pesca, a la que además le fueron recogidas prácticamente todas sus sugerencias. Ahí está que gracias a sus aportaciones se redujo un 37,5% el espacio que se pretendía reservar para la eólica marina que, además, se cayó de entre los usos prioritarios para situarse entre las actividades de alto potencial y se alejaron de la costa dos polígonos situados frente a Asturias. «Solo se ha rechazado una [sugerencia]: la de vetar el desarrollo de la eólica offshore. No podemos vetar el desarrollo de una nueva actividad tan importante desde el punto de vista industrial, energético y medioambiental».

Se ha intentado, dijo, minimizar las posibles incompatibilidades para la pesca y se mostró convencida de que los parques serán compatibles con la inmensa mayoría de las artes pesqueras. Además de señalar que tan solo ocuparán un 0,46 % del total del espacio marino, resaltó la lejanía de la costa, con una distancia media de 33 kilómetros, «la mitad que en Suecia, diez veces menos que en el Reino Unido, 22 que Dinamarca y 32 que Alemania». De hecho, aseguró que la plataforma experimental que la Xunta pretendía instalar frente a Langosteira no se ha autorizado porque está a menos de dos kilómetros de tierra y afecta a una zona medioambientalmente sensible. Unas declaraciones que han dejado atónitas a las autoridades autonómicas, que tenían el respaldo público de la ministra a un ensayo para el que todavía no ha iniciado la tramitación.

La ministra incidió en que todavía queda mucho camino para ver un parque marino en funcionamiento y que tampoco se ha acabado el diálogo con el sector, pues cada proyecto requerirá de una evaluación de impacto ambiental en el que se analizarán los impactos e interrelaciones con el sector pesquero.

Reunión con el Observatorio da Eólica Mariña

Ribera afeó que el Gobierno recibió una petición del Observatorio da Eólica Mariña en marzo para tener una primera reunión de diálogo en las siguientes fases, pero aún esperando la respuesta del sector. El diputado del PP Joaquín María García Díez aseguró que había una reunión convocada el 24 de marzo en Galicia pero la ministra quiso que se celebrara en Madrid. «Si no se celebró fue por negativa suya», apuntó en declaraciones recogidas por Europa Press. García Díez defendió la eólica marina como una «oportunidad histórica» y aseguró que el grupo parlamentario popular «no está en contra» de esta tecnología, pero pide una «coexistencia» entre esta y la actividad marina y pesquera. «Si ustedes no lo hacen, en unos meses lo haremos nosotros», argumentó el diputado, que acusó a Ribera de falta de diálogo en la realización del plan. Criticó que Ribera presuma de transparencia en cuando, a su juicio, no ha habido negociación con los sectores implicados, especialmente, ni tampoco con las Administraciones autonómicas. El diputado popular opina que Ribera «podría haber dedicado un poquito más de tiempo a dicho diálogo» y también a recoger informes de expertos medioambientales y científicos que, según ha señalado, tampoco se han tenido en cuenta. Además, le ha recordado que no cumple con la Ley de Pesca recientemente aprobada en el Congreso.

De «opacidad» ha hablado también el representante de Vox, José María Figaredo, quien ha puesto en cuestión que no se haya autorizado «apenas» instalaciones de aerogeneradores en la costa de Cantabria o de País Vasco, frente a las de Galicia, Cádiz, Asturias o Canarias y ha preguntado a la vicepresidenta tercera sobre la existencia de algún acuerdo con estos ejecutivos autonómico. «¿Por qué los de otras provincias sí deben sacrificar a sus pescadores y estas dos en concreto no?», ha señalado, antes de apuntar que el Gobierno «depende del PNV y del Partido Regionalista Cántabro».

El diputado ha acusado a la ministra de estar rompiendo «el equilibrio expulsando» a los pescadores de «su labor tradicional instalando unos molinos que, según ha indicado, la »experiencia« demuestra que generan unos «ruidos» y «vibraciones» que hacen que los peces «desaparezcan».

El Plan de Ribera también ha sido criticado por la mayoría de los socios del Gobierno en el Congreso. En el caso de ERC por una medida que, a su juicio, se está «supeditando» a las multinacionales. Para la formación independentista debería ser «el sector público el que liderara estos desarrollos estratégicos apoyándose en todo caso en el sector privado». Según ha indicado su representante, Joan Capdevilla, «sería mejor entendido y recibido por toda la sociedad».

Su homólogo de Bildu, Oskar Matute, ha lamentado que el Estado siga siendo el «dueño» del espacio marítimo del país lo que, a su juicio, limita la negociación de las autonomías y que el plan sea trazado teniendo en cuenta las realidades de cada espacio marítimo. Mientras, la portavoz del PNV en esta materia, Susana Sagastizabal, ha precisado que siendo este Plan «un marco de referencia» se ha de diseñar, concretar y acordar «con los sectores y administraciones implicadas para su construcción» y se ha preguntado su hay alguna planificación al respecto. A este mismo tema se ha referido la portavoz de Ciudadanos en el debate, María del Carmen Granados, que considera que hay una «grave improvisación y falta de previsibilidad» por parte de un Gobierno que, según ha apuntado, «sigue sin calendario de subastas de renovables»

Por su parte, el diputado del BNG, Néstor Rego, ha denunciado el «rechazo mayoritario» del sector pesquero por el «impacto negativo» medioambiental y socioeconómico que supondría para su actividad; al igual que su homólogo de Foro Asturias, Íñigo Martínez Oblanca, que ha acusado a Ribera de querer »dañar el modus vivendi« de este sector «sin contar con los informes necesarios de impacto medioambiental ni valorar científicamente lo que supondrá para los espacios marinos». Para la CUP, por su parte, el rechazo a esta medida es que »detrás« de la misma «están los de siempre: el gran capital», según ha explicado su diputado Albert Botrán. Ante estas posiciones, los partidos en el Gobierno han salido en defensa de la vicepresidenta tercera. La socialista Montserrat García, ha lamentado que la oposición se dedique a »levantar barreras« antes un Plan trata de ordenar los espacios marítimos «para convivir con la producción de energías limpias y con respecto a la biodiversidad» y con el que España «se juega su futuro» en relación a las renovables.

El representante de Unidas Podemos Antón Gómez Reino, por su parte, ha llamado a la «responsabilidad» y a la «madurez» y ha pedido a los partidos a no alimentar los discursos negacionistas del cambio climático «de la derecha y la extrema derecha». A su juicio, «es posible hacer cohabitar ambas cuestiones» con el proyecto presentado por el Ejecutivo.