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Anfaco exige que se excluya al atún del posible acuerdo comercial con Tailandia

e. abuín REDACCIÓN / LA VOZ

SOMOS MAR

Martina Miser

La patronal de la conserva prevé que, de cerrarse el pacto, haya un impacto «letal» en una industria que emplea a 15.000 trabajadores en España

04 may 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Ha sido conocer que la Unión Europea (UE) retomaba las negociaciones para conseguir un acuerdo de libre comercio con Tailandia y ponerse a temblar de nuevo Anfaco del mismo modo en que lo hizo un decenio atrás. Por aquel entonces Bruselas también estaba hablando de tú a tú con Bangkok en términos comerciales, y la conserva gallega no quería que ni uno ni otro mentasen al atún.

Ponía por delante los 12.000 empleos que el procesado de túnidos proporcionaba en las factorías de España. Una cifra que ha crecido considerablemente. Ahora son ya 15.000, según expone la patronal de esta industria en un comunicado, tras los que se escuda para sostener que tampoco en esta ocasión debe citarse —y mucho menos incluirse— el producto estrella de la industria de transformación gallega.

Porque a Anfaco no le cabe duda de que abrir las puertas del mercado comunitario a un gigante en la producción de atún como es Tailandia rompería «el equilibrio competitivo» y haría peligrar los puestos de trabajo que la industria conservera proporciona en España, ya bastante amenazados por la coyuntura actual, con una inflación desbocada que ha pasado factura a los costes y al consumo.

Líder mundial

De las fábricas del país asiático salen más de 550.000 toneladas de atún enlatado, según los datos que maneja la patronal, que recoge directamente de la FAO. Tailandia es de hecho el líder mundial en producción de conservas de túnidos y acapara «una buena cuota del mercado de la UE» y eso sin «sin gozar todavía de un acceso preferencial total», apunta Anfaco.

Por eso, un acuerdo de libre comercio entre la Unión Europea y Tailandia que suponga la apertura total del mercado comunitario de atún «tendría un impacto letal en la industria conservera española y comunitaria, que ha invertido e invierte para poder desarrollar su actividad en base a robustos estándares sanitarios, sociales y medioambientales», recuerda la asociación de la conserva.

El pacto supondría «un quebranto competitivo ante la falta de level playing field (terreno de juego igualitario)», dijo Roberto Alonso, secretario general de Anfaco.

Déficit democrático

Conocer que se han retomado las negociaciones no solo ha preocupado a Anfaco. La patronal conservera también se confiesa perpleja, pues poco han cambiado las cosas con respecto a hace diez años, opina. Si entonces se dejó de hablar por falta de democracia y transparencia, no se entiende que se reanude el diálogo cuando el actual Gobierno tailandés está encabezado por el mismo general que lideró el golpe de Estado en el 2014, lo que «genera serias dudas de la existencia de una democracia real» en el país, «que supuestamente celebrará este mismo año unas elecciones generales».

Tampoco hay constancia de esos «avances anunciados en los ámbitos sociales, laborales y medioambientales», dicen. Así, Anfaco se remite a los convenios fundamentales de la Organización Internacional del Trabajo (OIT): «Tailandia no ha ratificado aquellos relativos a la libertad sindical y al derecho de sindicación y uno correspondiente a la seguridad y salud en el trabajo».

Defenderá su posición «con todos los medios al alcance»

Por más que le resulte incomprensible ese diálogo, Anfaco ya ha puesto por delante su rechazo a que los túnidos aparezcan en la relación de productos. Así, exige «la exclusión total del atún del ámbito de esta negociación» y que se establezcan normas de origen preferenciales, cuya definición sea de pescado enteramente obtenido y únicamente una acumulación bilateral para el conjunto de productos pesqueros y acuícolas que puedan verse afectados. Asimismo, apunta el comunicado de Anfaco, «deben considerarse mecanismos eficaces que aseguren a largo plazo que ninguna conserva de atún se beneficie de preferencias arancelarias». Para blindar el mercado, la patronal conservera iniciará una ronda de contacto con las Administraciones españolas y comunitarias para dejar clara la posición de esta industria sobre «unas negociaciones que deben desarrollarse teniendo en cuenta la sensibilidad del tejido industrial español y comunitario». De otra manera, supondrá la «desaparición de una industria centenaria en el país, comprometida con el desarrollo social y económico de las regiones en las que se está ubicado».

Anfaco no ocultó su preocupación por las nuevas negociaciones ni la firmeza de su postura: «Demandaremos a todos los agentes involucrados, para que la Comisión reevalúe su decisión y en todo caso imponga la exclusión total del atún, que bajo ningún concepto puede ser objeto de reducción arancelaria, posición que defenderemos con todos los medios a nuestro alcance. Tendremos una posición firme, pues lo contrario implicaría la desaparición de nuestra industria conservera de pescado en España», concluyó.