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El Juzgado requiere más medios a Salvamento, que enviará desde Fene un segundo robot para buscar el Vilaboa Uno

Somos Mar REDACCIÓN / LA VOZ

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Salvamento Marítimo

El vehículo operado por control remoto será embarcado en el puerto de Ferrol a bordo del Don Inda para trabajar en Santander

06 abr 2023 . Actualizado a las 17:52 h.

Salvamento Marítimo ha iniciado, a instancias del Juzgado de Instrucción de Cantabria, los preparativos para enviar a Santander un segundo robot para tratar de localizar el pecio del Vilaboa Uno, que se hundió en la madrugada del pasado lunes a seis millas de cabo Mayor. En respuesta a ese requerimiento judicial, la sociedad ya ha movilizado al remolcador Don Inda, que ya está en el puerto de Ferrol, esperando para embarcar el ROV sumergible Comanche —depositado en la base estratégica que la sociedad estatal tiene en Fene— para reforzar el dispositivo de búsqueda de la embarcación y del tripulante que continúa desaparecido, el maquinista de origen peruano Walter Ferreyros.

El vehículo operado por control remoto de la Guardia Civil no ha logrado encontrar el pesquero sumergido tras haber estado realizando varias inmersiones durante toda la mañana de este jueves y haber tocado fondo a unos 130 metros.

Pero la incorporación del artilugio sumergible no será inmediato, según fuentes de Salvamento. Antes de meter a bordo del Don Inda el equipo y el personal técnico necesario e iniciar la travesía, es preciso calibrar y probar el ROV Comanche, por lo que lo más probable es que el material no llegue «ni hoy ni mañana».

El remolcador de Salvamento Marítimo Don Inda, con base en Cee, será la plataforma de operaciones desde la que se manejará el robot submarino para tratar de dar con el Vilaboa Uno. Sobre la cubierta de la embarcación se instalará una cabina de control y, desde ella, los técnicos supervisarán y controlarán las operaciones submarinas de búsqueda del tripulante desaparecido, informó Europa Press. Asimismo, se inspeccionará la zona para evaluar la posible contaminación procedente del pesquero hundido.

De mayores prestaciones que el llegado de la base de la Guardia Civil en Valdemoro, el ROV Comanche ofrece una alta capacidad de intervención en difíciles condiciones de mar y corriente. Está configurado para trabajar con 25 nudos de viento y un estado de la mar de fuerza cuatro en la escala de Beaufort. Dispone de siete propulsores, cuatro en el plano horizontal y tres verticales, con los que consigue una velocidad de tres nudos. La carga útil alcanza los 250 kilogramos. Cuenta, además, con cuatro cámaras (dos de ellas en soportes motorizados), un sonar de búsqueda con un alcance máximo de 300 metros, un sonar-altímetro con un alcance de 50 metros, un profundímetro y una baliza de destellos para su localización en superficie. Puede descender hasta más de 2.000 metros.

Se da la circunstancia de que ese mismo robot fue enviado también a Cantabria en julio del 2021 para buscar al tripulante fallecido del Maremi, un cerquero de Santoña que se hundió en Santander.