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Las cofradías reivindican su papel en la obtención del coeficiente reductor para las mariscadoras

Rosa Estévez
rosa estévez VILAGARCÍA / LA VOZ

SOMOS MAR

XAIME RAMALLAL

La Federación Gallega lamenta que otras entidades, en referencia a UPTA, pretendan «colgarse a medalla»

24 mar 2023 . Actualizado a las 04:55 h.

Las palabras del presidente de UPTA, Eduardo Abad Sabarís, levantaron ampollas en los puertos. Aunque sospechaba que podía ser así, ni con ellas se mordió la lengua esta semana, cuando se felicitaba por el cambio del coeficiente reductor de la edad de jubilación para varios colectivos del mar, entre ellos el del marisqueo a pie de Galicia y el de las redeiras. Las mariscadoras han pasado de ver como cada diez años de trabajo les rebajaban uno su edad de retiro, a como ahora la rebaja será de año y medio, como pasa con el sector de a flote. Y en las mismas condiciones se quedan las redeiras, quienes hasta ahora no tenían reconocida ninguna ventaja en ese ámbito. Según Sabarís, este logro ha sido el resultado del trabajo realizado por UPTA y Anmupesca en el transcurso del último año. Y se planteaba cómo es posible que esa batalla no haya sido librada por las cofradías: si no están para eso, dijo, igual deberían replantearse para qué están.

Esas palabras cayeron como una bomba y han recibido cumplida respuesta desde la Federación Española de Cofradías. Su presidente, Basilio Otero, ha emitido un comunicado de prensa en el que lamenta que «personas que foron representativas das confrarías de pescadores fagan manifestacións en contra destas institucións». «Arróganse o logro dos coeficientes redutores recentemente conseguidos na Ley de Pesca Sostenible», se lamenta Otero, quien acto seguido indica que «cada asociación sabe perfectamente o que fixo. Desde logo, as confrarías non entrarán na guerra que pretenden con estas declaracións, nós estamos para axudar e non para loitar entre colectivos».

Según recalcó, las cofradías son piezas fundamentales e imprescindibles en el día a día del sector gallego. «Cando teñen que despachar a embarcación, pedir días de marisqueo, pedir cita para o recoñecemento médico ou facer calquera trámite administrativo, non sei a quen acoden que non sexan esas confrarías», segura el presidente de la Federación Española. Recordó que las cofradías «representan tanto a parte social como a parte armadora, que están presentes en todas as directivas do ISM de todas as provincias españolas, na executiva e no Consejo General do ISM de Madrid, que é onde se pediron estes avances». Destaca, además, que los logros se «quedaron curtos porque tamén se pediu unha subida, máis que necesaria das percebeiras e dos percebeiros. Seguirémolo pedindo ata conseguilo».

Ese trabajo, precisamente por formar parte de la esencia de las cofradías, puede pasar desapercibido. «Aínda que outros se arroguen a vitoria, non nos fan falta medallas nin as pretendemos. Fainos falla ir conseguido melloras sociais para a xente do mar, que é para o que traballamos, e non nos importa con quen teñamos que falar ou asociarnos sempre e cando esas melloras cheguen», señala Basilio Otero, quien apunta que ahora «seguiremos traballando para non perder postos de traballo por mor dos muíños. Mentres, xa outros enchen o peito».

«Las únicas que tienen que hinchar pecho aquí son las mariscadoras», dice Abad Sabarís

 Eduardo Abad no quiere «entrar en polémicas que no llevan a ningún sitio», pero ha respondido rápidamente a las declaraciones del presidente de la federación. «Lo cierto es que las mujeres de Anmupesca han tenido que recurrir a una organización de autónomos nacional para que les fuera reconocido un derecho del que se las había privado». Asegura Sabarís que UPTA y Anmupesca no quieren atribuirse ningún éxito, pero recuerda que «qué curioso, desde la visita de la vicepresidenta Yolanda Díaz a Foromar 2022, la evolución de los acontecimientos ha sido repentina». A su juicio, quien tiene que «hinchar el pecho son las mariscadoras, que han conseguido dar un paso hacia la igualdad entre hombres —mayoría en el sector de a flote— y mujeres —mayoría a pie—. Porque esto va de igualdad, ¿les suena?». Sabarís reiteró que ahora la batalla se centrará en conseguir el reconocimiento de enfermedades profesionales de las mariscadoras, derivadas de su morfología femenina». «Que las cofradías hagan su trabajo, nosotros haremos el nuestro. El papel de las cofradías es fundamental para el desarrollo de la profesión y el cumplimento de las normas necesarias para el desarrollo de la misma. ¡Solo faltaría!».