El petrolero incendiado en Oporto mantiene en vilo a Galicia tras cancelarse el remolque a puerto

SOMOS MAR

Los trámites burocráticos se retrasaron mientras el mal tiempo empeoraba y las autoridades lusas abortaron el atraque que ya habían iniciado. Ahora permanece a 5 kilómetros de la costa
23 mar 2023 . Actualizado a las 21:44 h.A la misma hora que el Greta K debería haber certificado su atraque, el comandante Silva Rocha, capitán del puerto de Leixões, intervenía por segunda vez en el día ante los medios para explicar que habría que esperar hasta el día siguiente, viernes, para poder completar la maniobra de atraque. El buque permanece a 5 kilómetros de la costa.
Desde la primera hora de la mañana del jueves quedó claro que el mal tiempo podría ser un problema. El petrolero maltés Greta K —que pasó ardiendo más de un día entero desde que las llamas se iniciaran en su sala de máquinas el martes por la tarde frente a Oporto— aguardaba a 18 kilómetros de la costa a ser remolcado al puerto de Leixões. Hasta cuatro buques lusos lo auxiliaban. A última hora del miércoles, la Marina portuguesa ya había subido a bordo para confirmar que no quedaban más que débiles focos de fuego, pero debía esperar autorizaciones técnicas para remolcar el barco hasta la costa. Y desde esa noche, las olas comenzaron a marcar una carrera a contrarreloj. Mientras las autoridades se decidían a iniciar la maniobra y se comunicaban con el armador para obtener la autorización de entrada al puerto de Leixões, las olas y el viento crecían hasta convertirse en un temporal.
A mediodía, el capitán del puerto, el comandante Silva Rocha, indicaba que se habían «tomado medidas y decisiones para permitir la entrada a puerto, pese al mal tiempo (…), que se aproxima muy rápidamente y desde la mitad de la tarde puede ser problemático», explicaba a los medios.
«El barco no atracará hoy»
Pero desde la Marina la confirmación de la operación no acababa de cerrarse. «El mar está empeorando», explicaba por WhatsApp su portavoz, el comandante Luís Sousa, aunque añadía que «en principio, el navío debe ser atracado hoy». De hecho, las autoridades portuguesas trasladaron a la Xunta que la situación estaba «controlada», según dijo Rueda en la comparecencia posterior al Consello da Xunta.
De los 19 tripulantes del Greta K, solo tres quedaron para coordinar el remolque ejecutado por un barco de la Administração Portuária de Leixões. Desde la costa se apreciaban las salidas periódicas de lo que parecían barcos de asistencia, incrustándose en la bruma y las olas. Todo cambió sobre las cinco de la tarde (hora local), cuando se dio la orden de anular la operación de atraque. «El barco no atracará hoy», escribía el portavoz de la Marina, mientras las redes sociales oficiales todavía publicaban y aplaudían los progresos de la víspera.
El armador del petrolero, K-Ships, había emitido un comunicado el propio martes, asegurando que no había riesgo de contaminación: «El fuego se concentró en la sala de máquinas y la chimenea. Es un barco de nueva construcción (del 2016) con evaluación Green Star, con doble fondo y de doble casco completo: ni los tanques de carga ni de combustible están en contacto directo con la superficie del casco».
La autoridad portuaria recalcaba lo mismo, que «el navío está muy bien conservado exteriormente» y «el foco del incendio está completamente aislado del resto del barco, con las restantes estructuras en estado normal». De hecho, pese a que las autoridades portuguesas -desde la Marina a la APDL- ya venían insistiendo en que no había riesgos de fugas, la realidad es que este petrolero lleno de combustible llevaba ardiendo dos días y no conseguía entrar a puerto cuando lo intentaban.
Por eso, desde el primer momento se insistió en que se estaba realizando un seguimiento de las corrientes para evaluar hacia dónde se desplazaría una posible fuga, y que los equipos de asistencia y limpieza están sobre alerta para desplazarse si fuera necesario. Los vientos en dirección hacia el norte hacen pensar que podría desplazarse hacia Galicia. Aunque desde la Xunta las predicciones hechas el miércoles sobre posibles derivas de un hipotético vertido descartaban que llegase contaminación a aguas gallegas, la amenaza no acaba de disiparse y la población, especialmente la pesquera, se mantiene en vilo.
Al cierre de esta edición, la Marina y la APDL informaban que las previsiones apuntaban a que por la mañana de este viernes sería posible completar el atraque en la zona habilitada en el puerto. «Entonces habrá que estabilizar la situación y completar la eventual descarga del material (de los tanques)», explicó el comandante Silva Rocha.