Insta a los Estados miembros a presentar medidas antes de marzo del 2024 para eliminar esa arte de pesca del 20 % de las áreas marinas protegidas para en el 2030 expulsarla de todas
21 feb 2023 . Actualizado a las 23:45 h.No lo consiguió con las 87 vedas a las artes de fondo decretadas en los cantiles de cuatro países, que el arrastre esquivó porque afecta a los fondos de entre 400 y 800 metros (profundidades en las que prácticamente no opera), pero ahora la Comisión Europea ha dirigido su plan de acción a la línea de flotación del arrastre de fondo. Por boca del comisario de Medio Ambiente, Océanos y Pesca, Virginijus Sinkevicius, el Ejecutivo comunitario ha instado a los Estados miembros a prohibir esta modalidad de pesca en al menos el 20 % de las áreas marinas protegidas de cada país antes de marzo del 2024. Y este es solo un primer escalón para garantizar que el arrastre queda expulsado de todas ellas en el 2030, aparte de no permitirlo en las nuevas que se tienen que crear en cada país europeo con costa.
En rueda de prensa en Bruselas, Sinkevicius resumió el espíritu de un plan de acción que pretende restaurar los ecosistemas marinos y reducir el impacto de las actividades pesqueras en el medio ambiente marino, recogió Europa Press.
El plan de acción lanzado forma parte de un paquete de cuatro documentos en el que figura el examen de conciencia sobre diez años de política común de pesca (PCP), la evaluación de la organización común de mercados (OCM) de los productos de la pesca y la acuicultura y una estrategia para la transición energética del sector pesquero comunitario.
Con la prohibición del arrastre en las áreas marinas protegidas, la UE dice responder a los compromisos que asumió en el acuerdo alcanzado en la COP15 de Montreal (Canadá) sobre un nuevo marco mundial para la biodiversidad a partir, también, del compromiso de la Estrategia de Biodiversidad de la UE para el 2030 de garantizar la protección jurídica de sus mares con la ampliación de las zonas marinas protegidas del 12% actual al 30%.
El paquete presentado por Bruselas también incluye la promoción de una transición energética para ayudar al sector a adaptar sus buques y equipos, mejorar las condiciones de trabajo y avanzar hacia fuentes de energía renovables y bajas en carbono. «Sabemos que se trata de una tarea ardua», ha reconocido el comisario, por lo que ha avanzado que la transformación será gradual, al tiempo que ha garantizado el diálogo entre todas las comunidades para sentar las bases de un sector pesquero «rentable, sostenible y resiliente».
Reacción del sector
El sector pesquero no ha tardado en reacción. Para empezar echando en cara a la Comisión que en su comunicación defina la pesca de arrastre como «una de las actividades más extendidas y perjudiciales para los fondos marinos y el medio ambiente». Organizaciones como Europêche o la Alianza Europea de Pesca de Fondo (EBFA) han salido al paso señalando que el camino debe ir por el intento de «hacer compatible la protección del medio ambiente con la actividad humana y, en particular, con la tan necesaria producción de alimentos». Porque, apuntan, tratar de convertir el mar en un santuario «costaría al mundo mucho más en deforestación y pérdida de biodiversidad que por la pesca», señala Europêche en un comunicado.
Sin embargo, Sinkevicius ha aclarado que la Comisión no propone la prohibición, sino que pide a los Estados miembro que apliquen todas las medidas pertinentes antes de marzo del 2024, y solo entonces, cuando haya evaluado las medidas, podrá presentar una propuesta legislativa, aunque para ello tendrá que realizar una evaluación de impacto en la que ha asegurado que se avanzará con «cautela» y respetando los principios sociales, económicos y medioambientales que garantizan la longevidad y la rentabilidad del sector pesquero.
Además, ha recordado que dado que una de las principales cuestiones planteadas en las consultas fue la necesidad de aumentar la confianza y la cooperación entre las partes interesadas del sector pesquero, Bruselas ha propuesto nuevo pacto para la pesca y los océanos como «nueva fase de cooperación para fomentar el entendimiento mutuo».