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Parque Nordés defiende su proyecto de eólica marítima flotante para que Galicia se incorpore a las nuevas energías renovables

SOMOS MAR

Imagen de archivo de un parque eólico marino
Imagen de archivo de un parque eólico marino

Los promotores están a la espera de la adjudicación que lleve a cabo el Gobierno central y proponen que primen los criterios técnicos por encima de los económicos

14 feb 2023 . Actualizado a las 16:55 h.

«Queremos convertir España y Galicia en referente europeo en el desarrollo tecnológico e I+D de las energías renovables», indicaron los responsables de Parque Nordés en una jornada técnica celebrada este martes en A Coruña para presentar su proyecto de parque eólico marino flotante, que quieren instalar a 30 kilómetros de la costa ártabra entre A Coruña y Ortigueira, con un punto de evacuación hacia Sabón (Arteixo).

«Sabón es un punto interesante porque podemos acceder por punta Langosteira, invadiendo lo mínimo la parte terrestre», indicaron en la presentación en la que participaron Javier Monfort, director general de BlueFloat Energy; Ainhoa Villar, la responsable de desarrollo de negocio de BlueFloat Energy; y Helena Brage, la responsable de desarrollo de negocio de Parque Nordés, que defendieron que primen los criterios técnicos sobre los económicos a la hora de la adjudicación.

En octubre del 2021 presentaron el documento de inicio de proyecto, un trámite voluntario ante el ministerio, en el que se explica su iniciativa y se pone a exposición pública para que puedan informar los organismos interesados. En estos momentos están a la espera de la legislación del espacio marítimo, un tiempo que han aprovechado los promotores, BlueFloat Energy y Sener Renewable Investments, para hablar con los concellos, asociaciones y universidades. El parque se estima que cubrirá un 13 % del consumo eléctrico actual de Galicia, así como el 3 % de su consumo energético español.

Su propuesta contempla 35 turbinas, con una potencia de 525 megavatios y un cable soterrado con una longitud de 50 kilómetros, para que no interfiera con la navegación. Explicaron que no va a tener un impacto visual con la costa y que plantean llevar a cabo una subestación flotante para evacuar la energía a la tensión necesaria para llegar a Sabón. «Tenemos un estudio de impacto visual porque hay mucha preocupación», avanzaron y dijeron que se puede consultar en la web del proyecto.

Brage remarcó que se marcan como objetivos «la reducción de emisiones, ampliar la capacidad de renovables en Galicia, cubrir la demanda energética, e I+D», aunque también «trabajar con el territorio y un posicionamiento importante en el sector de la industria». En creación de empleo afirmó que «las cifras son interesantes, porque en fase de construcción y desmantelamiento unos 6.000 puestos de trabajo, con 2.000 directos en Galicia y en la fase de producción y mantenimiento, unos 100». En este sentido, apostilló que es un sector que demanda mano de obra cualificada y formación específica, que aún se está a tiempo de formar, porque son proyectos a largo plazo y que tienen una vida útil de 30 años.

Villar explicó que Parque Nordés es una iniciativa de la empresa familiar madrileña Blue Float Energy, centrada en el desarrollo de proyectos de eólica marina y tecnología flotante y con presencia en ocho países, y la ingeniería vasca Sener, con experiencia en proyectos de energía renovables también a nivel internacional. En estos momentos esta alianza trabaja, además de en Nordés, en otros dos parques: Tarahal y Tramuntana.

Villar afirmó, en modo didáctico, que en la eólica marina a nivel técnico son importantes los aerogeneradores y también las plataformas flotantes, que permiten acceder a zonas de mayores profundidades, los cables submarinos y de evacuación que conectan en tierra con subestación eléctrica y desde allí a la red.

Con la eólica marina fija, remarcó, se han desarrollado proyectos en aguas no profundas, en el mar del Norte, donde no se superan los 60 metros de profundidad. «La tecnología de eólica marina  estaba en fase de experimentación, pero ya se ha mostrado viable y ahora entra en su fase de comercialización, podemos entrar en los mercados y contribuir con la tecnología flotante a descarbonizar la economía y ayudar a cumplir los objetivos climáticos que los diferentes Gobiernos están establecimiento», precisó.

Asimismo, dijo que al estar más alejados de la costa se logra un mayor recurso eólico y que las turbinas, que cada vez son mayores, facilitan que los proyectos generen en poco espacio y unidades mucha energía comparando con los resultados que ofrece la eólica terrestre. «Con esta tecnología se evita saturar los espacios terrestres que comienzan a estar algo saturados», afirmó.

Brage indicó que este 2023 será clave, ya que están a la espera de los planes de ordenación del espacio marítimo, que se prevé que estén rematados en este primer trimestre del año, para que en el tercer trimestre haya un marco legal y, «siendo optimistas», a finales de año salga el concurso.

Apostilló que la elección de la ubicación del parque se ha realizado tanto por criterios técnicos como de retorno al territorio. «Necesitamos tener un plan de ordenación del territorio, un recurso adecuado, unas balimetrías y condiciones adecuadas, estar fuera de espacios protegidos y lo máximo posible fuera del tráfico marítimo, intentando ser compatibles con la práctica pesquera y a una distancia mínima a costa para conectar a la red», comentó como los elementos que los llevaron a elegir la ubicación en la costa coruñesa.

Brage apuntó que trabajan con un borrador a la espera que se definan los espacios. En Galicia se han planteado cinco zonas de uso prioritario, pero, explicó, que ya se anunció que se van a recortar en superficie para que «haya un mayor compatibilidad de usos, no solo de pesquero sino con defensa y tráfico marítimo».

Apostilló que Galicia tiene puertos que valen para este tipo de proyectos, así como profesionales que pueden llevarlos a cabo, además de que existe sinergias con el sector empresarial, que facilitaría el contar con componentes.

Por su parte, Javier Monfort explicó que su objetivo es participar en el concurso que se convoque y ganarlo. «En la eólica marina, al revés que el resto de activos de renovables en España que puedo decidir donde quiero montarla, los promotores no vamos en donde queremos, es el Gobierno el que decide dónde se puede hacer», apuntó.

Monfort, frente a las críticas que han generado la profusión de los eólicos, remarcó que «hacen falta todas las renovables y todas tienen que estar presentes, pero cada vez es más complicado hacer parques importantes en tierra firme». «Un parque como el de Nordés, en un parque solar fotovoltaico sería el equivalente a unas 2.000 hectáreas», apostilló y consideró que el mar es la «salida natural» para cubrir la necesidad de energía porque «permite hacer parques con potencia importante y es más factible que hacerlo en tierra firme». «Es una avance a la tecnología para descarbonizar», remarcó. Reconoció que «la transición energética supone un cambio en el paisaje», pero en el caso de parque Nordés remarcó que no se producirá.

También explicó que el objetivo del Gobierno es lograr entre 1 a 3 gigavatios con la eólica marítima, pero dijo que ellos esperan que se acerque a los 3.

Monfort indicó que si bien en otros concursos ha primado la parte económica, ellos defiende que también se tengan en cuenta otros porque la tecnología es compleja. «Es fundamental que las empresas acrediten experiencia, pero como es tan novedosa, lo ideal sería con acreditación de tecnología flotante, a nivel empresa y de personal con experiencia en desarrollo y construcción», apuntó. «La capacidad económica no solo se demuestra facturando 4.000 millones de euros al año, lo que pensamos en cuanto criterios económicos financieros es que se debería tener capacidad de capital y experiencia en levantar deuda», comentó, ya que entiende sinó se primaría a las grandes empresas y restringiría la competencia.