La investigación técnica sobre las causas del naufragio del Villa de Pitanxo podría retrasarse mientras no se resuelva la judicial
SOMOS MAR

La comisión de Transportes que analiza el naufragio apunta por primera vez que la expedición para inspeccionar el pecio en Terranova se realizará en verano y en varias fases
13 feb 2023 . Actualizado a las 18:45 h.La Comisión de Investigación de Accidentes e Incidentes Marítimos (Ciaim) ya lo había advertido: que el informe que liberará en los próximos días sobre el naufragio del Villa de Pitanxo, ocurrido ahora hace un año, sería más de trámite y descriptivo que esclarecedor. No incluirá ni las causas que provocaron el hundimiento ni dará recomendaciones de seguridad, más que nada porque todavía no han concluido las pesquisas y no se ha podido cerrar ninguna de las hipótesis que se manejan. Porque alguna maneja.
Ahora bien, el informe definitivo no saldrá al año de la tragedia y probablemente sufra retraso, como ha advertido la Ciaim en un escrito remitido a los familiares de las víctimas. Y es que, como ya había avanzado este periódico, a finales del 2022, el juzgado central de instrucción número 2 de la Audiencia Nacional, que ha asumido la causa del Villa de Pitanxo, solicitó que identificase a dos de sus investigadores de campo para ser designados peritos judiciales en las diligencias abiertas por el hundimiento del buque. Y así lo hizo la Ciaim, que advierte de que la designación de esos dos técnicos hace imposible que sigan realizando investigaciones para la comisión en tanto no concluya su labor como peritos judiciales. Eso podría suponer «un retraso en la realización de nuevas diligencias investigadoras por parte de la Ciaim». Ahora bien, esta circunstancia «no afectará a las diligencias ya abiertas y no tendrá influencia en las operaciones de inspección del pecio cuya licitación ya se ha iniciado».
Esa es otra cuestión de la que la Ciaim ha dado traslado a los allegados de las víctimas: que el 31 de enero se publicó el anuncio de la licitación del servicio de búsqueda, localización e inspección del pecio, por un importe de tres millones de euros. La tramitación de esa contratación continúa de acuerdo con los plazos de la Ley de Contratos del Sector Público «y se prevé que las operaciones tengan lugar a lo largo del próximo verano, condicionadas por la meteorología de la zona y la disponibilidad de los medios que intervengan». Es la primera vez que la Ciaim plasma por escrito un plazo para la expedición, lo que supone un avance tras meses de silencio administrativo.
La bajada al pecio se realizará en varias fases. En la primera se explorará el fondo marino en el punto en el que se hundió el pesquero marinense, así como el área circundante donde se considere que es más probable que aparezca el pecio. Tras la localización del mismo, se enviará un robot submarino operado remotamente (ROV), dotado de cámaras, que tomará imágenes de distintos aspectos del buque, de sus equipos, artes de pesca y del fondo marino, así como cualquier otro aspecto que pueda resultar de interés para la investigación que pueda arrojar luz sobre lo que pasó.
Que en la CIAIM alguna hipótesis manejan es indudable. De hecho, esas teorías que maneja han servido de base a los ensayos que se han hecho con una maqueta del Villa de Pitanxo en el canal de experiencias hidrodinámicas del Pardo (Inta-Cehipar). En esas pruebas se ha simulado la navegación del buque en las condiciones de oleaje existentes en el momento del accidente, «comprobando el comportamiento del buque en distintas condiciones de carga y de arrastre del arte de pesca de acuerdo con las principales hipótesis sobre las circunstancias del accidente manejadas por la Ciaim».