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Terranova, la leyenda negra de las aguas que se tragaron al Villa de Pitanxo

Sara Cabrero
Sara Cabrero REDACCIÓN / LA VOZ

SOMOS MAR

Una de las mayores tragedias marítimas de la historia de Galicia. El 15 de febrero del 2022 murieron a bordo del pesquero gallego Villa de Pitanxo 21 marineros en aguas de Terranova
Una de las mayores tragedias marítimas de la historia de Galicia. El 15 de febrero del 2022 murieron a bordo del pesquero gallego Villa de Pitanxo 21 marineros en aguas de Terranova Joe Gibbons / The Telegram

El próximo 15 de febrero se cumplirá un año de la tragedia. El naufragio del buque gallego se llevó consigo la vida de 21 personas. Sus familias buscan respuestas y muchas pueden estar precisamente en uno de los puntos más inhóspitos del océano. Allí se hundió en 1912 el Titanic

08 feb 2023 . Actualizado a las 17:56 h.

El pesquero gallego Villa de Pitanxo fue el último buque en acrecentar la historia negra de las terribles aguas e Terranova. Cuando está a punto de cumplirse un año del naufragio, las familias de las víctimas siguen apuntando hacia ese inhóspito lugar del océano. Allí se encuentra el pecio y, aseguran, muchas de las respuestas que necesitan para saber lo que realmente ocurrió aquel 15 de febrero del 2022. Pero lo cierto es que el Villa de Pintaxo no fue el único buque que terminó su singladura en Terranova. Un buen número de infortunios alimentan la leyenda de una zona a la que un solo hundimiento, el Titanic, elevó a la categoría de mito. Porque al bautizado en su día como el «barco de los sueños» también se lo tragaron esas mismas aguas en las que ayer se escribió la tragedia del buque gallego.

Dos catástrofes que solo son la punta del iceberg de la larga historia de fatalidades que acumula esta zona.

1. Ballenero San Juan (Año 1565)

En la primavera del año 1565, un ballenero bautizado con el nombre de San Juan partía del puerto de Pasajes (Guipúzcoa) rumbo a América del Norte. Su historia se truncó en aguas del Atlántico Norte, en la costa de lo que años más tarde se denominaría Canadá. Nada se sabía de esta tragedia hasta que en el año 1978 un grupo de arqueólogos canadienses se toparon con el pecio del San Juan en Red Bay. La investigación que siguió al hallazgo acabó convertida en uno de los grandes hitos del mundo de la arqueología y, desde hace unos años, la institución guipuzcoana Albaola trabaja a destajo para recuperar la memoria histórica de esta embarcación. En sus talleres se afanan en la construcción de una réplica del ballenero.

2. Titanic (15 de abril de 1912)

Pocas historias marítimas han despertado tanta fascinación a lo largo y ancho de la historia como el hundimiento del Titanic, el archiconocido trasatlántico que vio truncada su corta historia la noche del 14 al 15 de abril del año 1912 tras colisionar con un iceberg. De poco le sirvió al buque ser «la mejor máquina jamás construida por el ser humano» como presumían sus fabricantes. De las 2.230 personas que viajaban a bordo (entre tripulación y pasajeros), solo sobrevivieron 709, que fueron recogidos horas después de la catástrofe por el buque carguero Carpathia. A pesar de no ser el naufragio con mayor número de víctimas de la historia, el del Titanic se ha convertido en mito. A alimentar esta leyenda ayudó la premiada película de James Cameron, estrenada en 1997. También la notoriedad de algunas de las víctimas, los enigmas que todavía rodean a aquella desgracia y la propia historia en sí. Porque el Titanic puso fin a su vida pocas horas después de comenzarla. Se hundió sin remedio en el que era su viaje inaugural, una ruta que arrancaba en Southampton y que debía llegar a Nueva York. El choque con el iceberg le dejó una brecha de unos 90 metros de largo en el flanco derecho del casco, una herida mortal que no tardó ni tres horas en acabar con el barco hundido a 3.800 metros de profundidad en el mar de Terranova. 

3. Ocean Ranger (15 de febrero de 1982)

Las sorprendentes coincidencias que la tragedia de Ocean Ranger guarda con la del Titanic han conseguido alimentar la leyenda negra del mar canadiense. No en vano, el desastre de esta plataforma petrolera sucedió también en un año terminado en dos (setenta años después de la del Titanic) y en un día 15, aunque en esta ocasión del mes de febrero. Los 84 trabajadores de la plataforma petrolífera, que realizaban prospecciones a doscientas millas de Terranova, desaparecieron después de que una fuerte tormenta provocara el hundimiento de la instalación. Tal y como publicó entonces La Voz de Galicia, cinco de los desaparecidos tenían pasaporte español.

4. Mejanik Tarasof (17 de febrero de 1982)

Tan solo dos días después y a escasísima distancia del lugar en el que se había producido la catástrofe de la Ocean Ranger, un total de 33 marineros fallecían —y cuatro eran rescatados— en el naufragio del carguero soviético Mejanik Tarasof.

Los fuertes vientos de más de 130 kilómetros por hora y las olas de 15 metros que azotaban la zona en la que navegaba sellaban el destino de este portacontenedores de 4.262 toneladas, que se hundió después de escorar 45 grados, a causa de un desplazamiento de la carga.

5. Izarra I (24 de marzo de 1992)

Un bacaladero vigués vuelve a poner de actualidad las aguas de Terranova. Otra vez más en un año terminado en dos. El Izarra I naufragó en aguas de Terranova el 24 de marzo de 1992, a unas 400 millas de la costa. En esta ocasión no hubo que lamentar víctimas mortales, puesto que los 23 marineros (todos gallegos) fueron rescatados por el pesquero Arcay. Y es interesante quedarse con este nombre en la memoria, porque las coincidencias volverán a acrecentar la leyenda años después. Una vía de agua fue la que provocó el naufragio. Tal y como recogen las páginas de La Voz de Galicia de por entonces, el barco había salido de Vigo el 23 de enero y pensaba regresar en tres meses. «Es un mar propicio para que pasen estas cosas. Navegamos entre barreras de hielo, niebla, lluvia... y los golpes de los bloques de hielo contra los barcos son habituales, pero en este caso no sé lo que pasó. Se produjo una gran vía de agua y el barco empezó a hundirse. En tres horas estaba bajo el agua», declaraba entonces el capitán Ramón Miranda Vaqueiro.

6. Arcay (16 de febrero del 2003)

El rescatador se convirtió años después en rescatado. Porque el Arcay, encargado de socorrer en 1992 al Izarra, sufrió un accidente similar en el mismo lugar en el año 2003. Este pesquero vigués quedó a la deriva a 500 kilómetros de Terranova a causa de una avería en la máquina. Los 20 tripulantes fueron salvados por la Marina canadiense y tampoco hubo que lamentar muertos. Según explicaba entonces Alberto Soriño, capitán del barco, el Arcay había perdido sus máquinas después de que un golpe de mar provocase que las redes de repuesto del arrastrero se enredasen con las hélices del barco. 

7. Monte Galiñeiro (22 de febrero del 2009)

Hasta ahora, el último en padecer la furia de las aguas canadienses había sido el bacaladero vigués Monte Galiñeiro, que en febrero del 2009 se hundió tras registrar dos explosiones y un incendio en la sala de máquinas. Antes de que se fuese a pique el buque, los tripulantes activaron los sistemas de alerta y se lanzaron a las balsas salvavidas. Los 22 integrantes de la tripulación, que se dedicaban a la captura del fletán negro, pudieron ser rescatados por una embarcación de guardacostas que vigilaba la zona de forma rutinaria.