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Las altas temperaturas favorecen el aumento de especies marinas en el Ártico

efe BARCELONA

SOMOS MAR

Stein-Rune Karlsen

Un estudio constata que en 1994 se pescaban una media de ocho especies en cada lance y en el 2020 eran ya más de trece

24 ene 2023 . Actualizado a las 04:47 h.

Las altas temperaturas en los mares del Ártico y del subártico han incrementado en más un 60 % su biodiversidad en los dos últimos decenios porque se están asentando en aquellas aguas especies que antes vivían en zonas más cálidas ubicadas más al sur. Así lo ha constatado un estudio que publica la revista PNAS, que ha coordinado la Nord University (Noruega) y en el que ha participado el Instituto de Ciencias del Mar (ICM-CSIC) de Barcelona.

Para hacer el estudio, los biólogos marinos han analizado datos recogidos en más de 20.000 muestreos con redes de pesca de arrastre en los mares de Noruega y Barents entre los años 1994 y 2020. «En 1994, en los mares de Noruega y Barents se capturaban, de media, unas 8 especies de peces en cada red, mientras que en 2020 la cifra ascendía a más de 13, lo que supone un incremento del 66 %», ha detallado el investigador Cesc Gordó-Vilaseca, quien ha explicado que también han detectado aumentos, aunque menos importantes, en la riqueza de las áreas adyacentes.

Según el biólogo, esto prueba que el calentamiento de las aguas derivado del cambio climático está llevando a una redistribución de las especies, no solo en las zonas más cálidas ?mucho más estudiadas- sino también en otras más frías como las zonas polares, que se están calentando a un ritmo mucho más acelerado que el resto del planeta.

El estudio muestra respuestas distintas de las especies al calentamiento ya que de las 193 especies incluidas, 71 de aguas relativamente cálidas, son ahora más frecuentes en los mares del norte, mientras que 23 especies que antes eran más habituales en la zona de estudio ahora lo son menos.

No obstante, el trabajo muestra también la expansión de algunas especies árticas que sí que se estarían adaptando bien a este aumento de las temperaturas. Así, entre las especies de aguas relativamente cálidas que aumentan figuran algunas de gran interés comercial, como el bacalao común (Gadus morhua).

En cambio, según el estudio, la mayoría de las especies árticas que han disminuido no se pescan a gran escala, aunque pueden ejercer funciones ecológicas clave, como lo hace el bacalao ártico (Arctogadus glacialis).

«El cambio de frecuencia de las especies, a veces favorecidas por las altas temperaturas y otras no, podría conllevar una reconfiguración de las interacciones ecológicas y, por ende, podría ocasionar cambios en la estructura y funcionamiento de todo el ecosistema», ha alertado Marta Coll, investigadora del ICM-CSIC y coautora del trabajo

Los investigadores planean ahora futuros estudios para ahondar en los cambios a nivel de todo el ecosistema que puede provocar el incremento de las temperaturas en las zonas polares y analizar los posibles efectos en la gestión pesquera y las medidas de protección que estos cambios puedan ocasionar.