Patrocinado porPatrocinado por

Palangreros gallegos critican que la Xunta no dejase faenar el fin de semana cuando sí lo hizo Asturias

Somos Mar REDACCIÓN / LA VOZ

SOMOS MAR

Pepa Losada

Solicitaron a Mar trabajar sábado y domingo pasado para resarcirse de tener que una semana amarrados por causa del mal tiempo

22 ene 2023 . Actualizado a las 12:11 h.

Palangreros de fondo gallegos están de uñas. Llevan una semana amarrados porque las borrascas Gerard y Fien no les han dado tregua y no han podido salir a faenar ni un solo día. A eso se suma que algunos barcos, como el Beti Maurixio, de Celeiro, llevaban más tiempo amarrados por cuestión de reparaciones y puesta a punto de las embarcaciones para iniciar la campaña. Por eso, a través de la Cofradía de Celeiro unos, y desde Muxía otros, solicitaron a la Xunta autorización para poder trabajar este fin de semana, en el que la meteorología ha sido clemente. A fin de cuentas, ya habían descansado 5 días seguidos, más de los que le gustaría.

La respuesta fue negativa. La Xunta se aferra al descanso semanal obligatorio y a la normativa que establece que la actividad pesquera solo se podrá ejercer durante cinco días a la semana, de lo que uno, obligatoriamente, tiene que ser el domingo, ya sea todo el día o parte del mismo. Los armadores comulgarían con esta negativa, si no fuera porque también lo han pedido armadores de Asturias, Cantabria y el País Vasco y sus respectivos Gobiernos han dado la autorización para trabajar el 21 y el 22, como solicitaban los gallegos.

Con el agravante, además, de que algunos profesiones asturianos tienen permiso para trabajar en aguas gallegas y, según el armador del Beti Maurixio, el sábado estaban faenando en el caladero gallego, donde los gallegos no pueden trabajar. «Nos sentimos discriminados», dice Alberto Yáñez. No entiende que Galicia niegue el permiso para faenar en fin de semana y las demás comunidades autónomas lo concedan. «Nós xa estamos regulados pola cuota e por días de pesca, que non pode pasar dos 20 días ao mes». Y en su caso no lleva ni la tercera parte. «Rexímonos por leis obsoletas que non casan coa realidade. En momentos coma este, con todos os costes disparados, podían ser máis flexibles, así evitamos saír ao mar con mal tempo», dice. Entienden que ni la Administración ni la sostenibilidad salen perjudicadas, pues «estamos controlados por todas partes, con AIS (sistema de identificación automática), caixa azul, diario electrónico...» Y, sin embargo, la parte socioeconómica saldría mucho ganando, apunta.