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Tragedia en Canarias a bordo del velero Poppy

Somos Mar REDACCIÓN / LA VOZ

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Ángel Medina G. | EFE

El rescate contra reloj de Salvamento no consiguió rescatar al tripulante de un velero francés, que había quedado enganchado en la vela y estuvo toda la noche colgando del mástil boca abajo

18 ene 2023 . Actualizado a las 08:02 h.

Trágico final de una lucha contra reloj para rescatar a uno de los dos tripulantes del velero Poppy, con bandera francesa, que se vio en apuros entre las islas de Fuerteventura y Gran Canaria en la tarde del pasado domingo. Durante más de 17 horas, varias unidades de Salvamento Marítimo intentaron por mar y aire auxiliar al navegante de la embarcación desarbolada que se había quedado enganchado en la vela y colgaba boca abajo de un mástil, enredado entre cabos y sangrando abundantemente. Sin éxito. El mal tiempo no permitió acceder al navegante, que posteriormente cayó en la cubierta de la embarcación, quedando malherido, inconsciente y enredado entre cabos.

SALVAMENTO MARÍTIMO | EUROPAPRESS

El trágico episodio comenzó sobre las 20.00 horas del domingo, cuando uno de los tripulantes del Poppy dio aviso de que su compañero había sufrido un accidente y se había quedado enganchado en la vela. Salvamento movilizó al helicóptero Helimer 201 desde Tenerife y a la Salvamar Nunki, que zarpó de Las Palmas. Al llegar, se encontraron un hombre sobre la cubierta y al colgando y sangrando abundantemente, según recogió Efe. Pero ni la dotación del helicóptero ni la de la lancha pudieron hacer nada. El fuerte viento impedía al rescatador acceder al hombre enredado en el mástil y solo pudo evacuar en estado de shock al otro navegantes, que estaba en cubierta.

Ángel Medina G. | EFE

No tuvo mejor suerte la tripulación de la Salvamar Nunki, que tampoco pudo acercarse por la gran cantidad de cabos, velas y restos de palos que arrastraba el velero, entonces a la navegando a la deriva a unos cuatro nudos (7 kilómetros por hora).

Ya el lunes por la mañana lo intentó otro helicóptero y un barco de rescate de mayor porte movilizado desde Fuerteventura, la Guardamar Polimnia, que, debido a las condiciones meteorológicas, poco más pudo hacer que quedarse al lado del velero. Para entonces, el tripulante ya no estaba colgando del mástil del Poppy, sino tendido en cubierta e inconsciente, si es que no estaba ya muerto.

Ante tal situación, Salvamento optó por enviar desde Las Palmas a uno de los mayores buques de su flota en las islas, el remolcador Miguel de Cervantes, con un equipo de buzos de la Guardia Civil. En el trayecto, la Polimnia consiguió enganchar el velero y remolcarlo hacia Gran Canaria. Fue a unos 40 kilómetros de distancia de esa isla canaria cuando se encontraron la guardamar y el Miguel de Cervantes y los buzos de la Guardia Civil pudieron abordar el barco y recuperar el cuerpo del tripulante. Habían transcurrido casi 20 horas de la alerta.

Tanto el cadáver del fallecido como el velero fueron trasladados a Gran Canaria. La policía judicial investiga el caso.