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El buque Elcano se apunta a la batalla por la salud de los océanos

efe CÁDIZ

SOMOS MAR

Román Ríos | EFE

Recorrerá 18.000 millas en 143 días con una dotación de 180 personas convertido en observatorio permanente para identificar basuras marinas y avistar cetáceos

13 ene 2023 . Actualizado a las 04:47 h.

El buque escuela de la Armada española Juan Sebastián de Elcano partirá el próximo sábado a su 95 crucero de instrucción con una nueva misión: consolidarse como plataforma de investigación en la batalla por cuidar la salud de los océanos.

El barco más emblemático de la Armada partirá en su nuevo crucero de Cádiz y recorrerá en 143 días 18.000 millas pasando por los puertos de Tenerife, Río de Janeiro (Brasil), Buenos Aires (Argentina), Punta Arenas (Chile), El Callao (Perú), Cartagena de Indias (Colombia), Puerto Limón (Costa Rica) y los estadounidenses de Pensacola y Nueva York, antes de regresar a su puerto de partida el 21 de julio.

Navegará por tanto los océanos Atlántico y Pacífico, atravesando los canales de Magallanes y Panamá, con una dotación de 180 personas, entre ellas los guardamarinas que durante este viaje completarán su formación dentro de la carrera de un Oficial de la Armada.

Durante los últimos dos años, en los cruceros realizados en el 2021 y 2022, el buque escuela, además de sumarse a las celebraciones del V Centenario de la Primera Vuelta al Mundo, una hazaña que completó el marino vasco que le da nombre, el buque escuela embarcó una nueva misión, ha desarrollado el Proyecto Bandera 1519.

Con este proyecto, el barco se convertía en una plataforma para que científicos de la Universidad de Cádiz, además de formar a los guardamarinas, verificaran la capacidad del barco para testar en su travesía los perfiles de temperatura de los océanos a través de sondas, para identificar basuras marinas y para avistar cetáceos.

El éxito de este trabajo, como proyecto piloto, le valió que en febrero del 2022 la Unesco otorgara al barco la bandera Decenio de las Ciencias Oceánicas para el Desarrollo Sostenible.

Tras recibir esta bandera Elcano se ha convertido de forma permanente en parte de este programa de la Unesco que se desarrolla entre el 2021 y el 2030.

Por ello este nuevo crucero lo desarrolla como observatorio permanente de este programa que tiene como objetivo apoyar los esfuerzos por conservar la salud de los océanos.

Investigadores de la Universidad de Cádiz (UCA), coordinados por el catedrático en el área de Física Aplicada Miguel Bruno, junto al Instituto Hidrográfico de la Marina, con sede en Cádiz, y la Armada colaboran en este proyecto.

En esta ocasión, el buque no será una plataforma para investigar las basuras marinas, ya que durante el proyecto piloto demostró que, al desplazarse con los vientos, Elcano navega fuera de las zonas de mayor concentración de estos efectos contaminantes.

Sí mantendrá su tarea de observación de la estructura térmica del océano a través de sondas. Una investigación «crucial en estos momentos» y en la que el buque escuela puede desarrollar un papel «importante», debido a que en su ruta entre Canarias y Sudamérica atraviesa el ecuador del planeta, un punto donde las aguas profundas de latitudes polares ascienden hacia la superficie, según ha explicado hoy el catedrático de Física Aplicada de la UCA.

También se mantendrá como plataforma para avistamiento e inventario de cetáceos.

Incorporará nuevas misiones, como la observación de la biomasa de zooplancton usando la eco-sonda EK80 recientemente instalada en el buque y la realización de pruebas con boyas de deriva de bajo coste con sensores que complementen el banco de observaciones del observatorio permanente.

Para desarrollar este observatorio, un investigador y un ingeniero de la Universidad de Cádiz se embarcarán en Cádiz en el buque escuela y durante la primera parte de la travesía, hasta Canarias, formarán a los guardiamarinas en el uso de los aparatos y la recolección de datos.

El comandante del buque escuela «Juan Sebastián de Elcano», el capitán de navío Manuel García Ruiz, ha explicado que estos trabajos no suponen un gran esfuerzo para los guardiamarinas, ya que pueden compaginarlos mientras desarrollan las rutinas de su instrucción en la Armada, participando del compromiso de este cuerpo militar por «aportar su granito de arena para contribuir a la salud de los océanos.

Tras la recolección de datos, la Universidad de Cádiz, involucrada en proyectos de investigación relevantes en el ámbito marítimo, trabaja en el tratamiento de la información para la comunidad científica.