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Año nuevo, problemas viejos

Espe Abuín REDACCIÓN / LA VOZ

SOMOS MAR

Pescadores de bajura y mariscadores, en una de las numerosas protestas que hubo en Galicia por la declaración telemática y la geolocalización que impone el Reglamento de Control (foto de archivo)
Pescadores de bajura y mariscadores, en una de las numerosas protestas que hubo en Galicia por la declaración telemática y la geolocalización que impone el Reglamento de Control (foto de archivo) MONICA IRAGO

La pesca pone proa a una nueva campaña esperando la revisión de las 87 vedas que le han «nacido» al Atlántico, el reparto del mar con la eólica y sin un triste jurel que capturar de forma dirigida ni en el Cantábrico ni el Gran Sol

02 ene 2023 . Actualizado a las 04:45 h.

Si las campanadas hicieran magia, la pesca habría dejado atrás a las 00.00 horas de ayer la tormenta perfecta que preconizaba hace unos años y que hoy trata de capear como puede. Ha atravesado más mal que bien el brexit, pero todavía brega con un veto a los descartes al que la UE se resiste a renunciar pese a que se ha revelado utópico y otea en el horizonte el enrole a bordo de sus barcos al Gran Hermano, esas cámaras de circuito cerrado de televisión con la que Bruselas quiere asegurarse de que realmente ni un pez se va por la borda. Mientras, la marea verde va engullendo terreno a la azul, y un exacerbado celo conservacionista ha sembrado de zonas vedadas un Atlántico al que, en breve, podrían crecerle los molinos. No, no ha habido magia. Los mismos problemas siguen ahí.

europa azul

¿Revisión profunda o un simples ajuste? Para Javier Garat, secretario general de Cepesca, la patronal de la pesca española, se ha terminado un «año duro» para el sector pesquero, que enfilo otro que también se presenta peliagudo. Sin tregua. Un año en el que toca revisar la Europa Azul, como se conoce a la política de pesca común (PPC) a los Veintisiete. A Bruselas no se le ve mucha intención de hacer mucha obra. La Comisión ha dejado caer que es suficiente con simples ajustes. Si por el sector gallego fuera, esa PPC se cambiaría de arriba a abajo. Empezando por esa estabilidad relativa que le viene machacando desde el mismo momento en que entró en el club (1986), con el pastel de las cuotas pesqueras ya repartido. Se ha ido un socio y la clave de distribución entre países sigue igual. Pero la principal reforma que harían está en ese artículo 15 que impone la obligación de desembarque, la prohibición de descartar pescado (sometido a cuota) por más que no dé la talla, esté vedada o no se tenga cuota. Garat lo dice con todas las letras: «Es una norma mal parida». Imposible de cumplir. Y si no se cambia en la revisión que toca este año, el sector se verá abocado a más problemas, más sanciones y más cabreo, porque «no se puede cumplir por más que se quiera cumplir».

reglamento de control

¿Tendrán que llevar los barcos cámaras a bordo? Tras años negociándose y meses en trílogos, este año se aprobará el reglamento de Control Pesquero. Polémico porque plantea instalar cámaras de televisión en los barcos para verificar que se cumple esa obligación de desembarque «imposible de acatar» —de ahí esas «más sanciones y más cabreo»—. Pero también porque pretende tener geolocalizados a todos los barcos de bajura entre 9 y 12 metros, generalizar el uso del diario electrónico de pesca (DEA) y reducir los márgenes de tolerancia a niveles casi utópicos.

descarbonización

¿La vuelta a los remos? Faenar como se pesca ahora con barcos a vela o a remos es tan inviable como prescindir del gasoil. Y, sin embargo, el plan Fit for 55 —reducir el 55 % de las emisiones en el 2030 para alcanzar la neutralidad carbónica 20 años después— embarcará más tarde o más temprano a la pesca. La Comisión ha sacado a consulta pública la cuestión en búsqueda de fórmulas para cortar el vínculo de la pesca con los combustibles fósiles. «Hoy en día es inviable», sentencia el secretario general de Cepesca. No obstante, es un objetivo también para el sector pesquero. De hecho, la patronal, en su última junta directiva, se marcó como prioridad poner en marcha un proyecto en ese sentido que involucre a las universidades de Ingeniería Naval, Administraciones públicas y sector para dar con una alternativa viable al gasoil, fuel y demás energías sucias. Eso sí, si es posible, sin que las limpias se interpongan en su camino.

eólica marina

¿Verá la pesca «gigantes» en medio del mar? El sector pesquero ha repetido que no se opone a la instalación de parques eólicos en el mar, que es de todos y hay que compartir, pero siempre que estos no se instalen en los caladeros donde faenan y extraen proteína que contribuye a garantizar la soberanía alimentaria del país. Y reclama un level playing field (campo de terreno igualitario) en el sentido de que se le aplique el principio de precaución que lleva el sector padeciendo toda la vida. Esto es, que no se apruebe la instalación de aerogeneradores hasta que se conozca el impacto que estos pueden tener tanto en el ecosistema marino como a nivel socioeconómico. Si encontrará esos gigantes en el camino pronto lo sabrá, pues, calcula Torcuato Teixeira, portavoz de la Plataforma en Defensa da Pesca e dos Ecosistemas Mariños, en enero se publicarán los planes de ordenación del espacio marino (POEM), que detallará esa especie de parcelaria para los usos del mar.

plan de acción

¿Más trabas para el arrastre? La flota espera en los próximos meses la publicación del plan de acción que guiará en el medio marino la estrategia de Biodiversidad. Retrasado ya en varias ocasiones, el sector espera el documento para saber si el comisario de Medio Ambiente, Océanos y Pesca, Virginijus Sinkevicius, y su equipo dan rienda suelta a toda la inquina que tienen al arrastre. Lo de la ojeriza no es algo subjetivo, explican desde el sector, puesto que el propio Sinkevicius se fotografió al lado de los conservacionistas pidiendo la erradicación del arrastre. En ese documento se verá si se prohíbe o no la actuación del arrastre en las áreas marinas protegidas (AMP). Según explica Garat, Bruselas cifra en más de 800 millones de euros el impacto socioeconómico que tendría esa medida. Eso ahora, en el que las zonas delimitadas son el 10 % de las aguas comunitarias. En el 2030, el porcentaje subirá al 30 %, y, por tanto, «los perjuicios se multiplicarán» si finalmente se veta el arrastre en esas áreas protegidas.

87 áreas vedadas

¿Se excluirá a los palangreros del veto? En enero también llegará el informe del Consejo Internacional para la Exploración del Mar (ICES) sobre la existencia de ecosistemas marinos vulnerables (EMV). El sector sabe que ya hay información científica más precisa y novedosa disponible, el caso es cómo la interpretará la Comisión Europea y si mantiene o no a un arte de fondo como el palangre excluida de 87 áreas (o más, porque así parece que será) en las que hay corales o esponjas en base a un estudio elaborado con datos de actividad referidos al arrastre. Ese es un tema de primer orden para los palangreros gallegos, apunta Sergio López, gerente de la Organización de productores de Burela, consciente de que el recurso que han presentado contra el acto de ejecución no se resolverá este año en el Tribunal General de la UE.

tiburones

¿Dará tiempo a preparar los documentos que se exigirán? Otro de los retos que tiene el palangre, en este caso de superficie, es adaptarse a la exigencia que a partir del próximo año tendrá la la comercialización de quenlla (cazón o tintorera), incluida en la lista de especies amenazadas de la CITES, de llevar un certificado de capturas. La Administración confesó en su día que no tenía funcionarios suficientes para aplicar a esta especie —primera por volumen de capturas para esta flota— las medidas que se exigen ya al marraxo y que en su día ocasionaron un bloqueo importante de las capturas con importantes perjuicios para los armadores.

BBNJ

¿Tendrán «jefe» las organizaciones regionales de pesca? Desde hace tiempo que la ONU persigue un acuerdo jurídico vinculante «salvaguardar la biodiversidad y aumentar la sostenibilidad de los océanos» más allá de las zonas económicas exclusivas. Ese tratado, el BBNJ (siglas en inglés de Biodiversidad más allá de las áreas de jurisdicción nacional), se ultimará en febrero y la pesca, que ya tiene ese instrumento jurídico en las organizaciones regionales de pesca (ORP), está a la expectativa por si estas quedan supeditadas a otro organismo que nada tiene que ver con la actividad.

El año empieza con una parada temporal para 73 barcos del cerco del Cantábrico

En clave nacional, la flota pesquera también tiene importantes retos por delante. El primero nada más doblar la primera quincena del año. Es para cuando está programado la parada biológica pensada para parte de la flota cerquera, aquella más afectada por la prohibición de hacer pesca dirigida al jurel desde Fisterra hasta Noruega. En el plan diseñado por la Secretaría General de Pesca, que no acaba de convencer a los armadores por esa obligatoriedad que lleva inherente, 73 barcos gallegos tendrían que parar dos meses y, si quieren, uno más de forma voluntaria. Basilio Otero, presidente de la Federación Nacional de Cofradías de Pescadores, resalta también que no se haya hecho coincidir la parada temporal con la temporada para la que se pidió: el desove de la especie que se produce de mayo a junio.

Ley de pesca sostenible

Recta final de la tramitación parlamentaria. La Ley de Pesca Sostenible e Investigación Pesquera está en la recta final de su tramitación parlamentaria. A pesar de que la patronal pesquera respira aliviada después de haber logrado consolidar los repartos de cuotas ya realizados al corregir esa disposición adicional cuarta que dejaba en clara «inseguridad jurídica» a los armadores, todavía espera que se corrija la posibilidad de que se dé entrada a nuevos barcos sin historicidad en pesquerías donde otros han hecho inversiones y compra de derechos para llegar a un equilibrio entre flota y recursos. También está en el disparadero la Ley de Modernización del Control, cuyo anteproyecto aprobó la semana pasada el Consejo de Ministros y que tiene la intención de revisar la tipificación de las sanciones para introducir proporcionalidad.

Más cuota

Sin «hipoteca» de xarda. Jurel al margen, la flota dispondrá de mayores posibilidades de pesca de sus especies bandera. Más merluza, rape, gallo y, sobre todo, más xarda, a pesar de que la cuota se ha recortado un 2 %. Eso es debido a que España ha acabado de pagar la multa por sobrepesca de esta especie y dispone de esas 5.000 toneladas largas que tenía que abonar cada año. También la parte que compensaba con anchoa se ha reducido a la mínima expresión y este año no llegan ni a las 200 toneladas frente a las más de 30.000 que tiene de cupo.

batalla del IVA

Presión para fomentar el consumo. La cadena pesquera ya ha anunciado que dará la batalla para que se reconozca el pescado como alimento básico y se rebaje un IVA que ahora está en el 10 %.