La conselleira de Mar señala que es el ministerio el que debe aprobar los paros biológicos y tiene en su mano exponer a la Comisión Europea que se necesita más sardina atendiendo a la buena situación biológica
15 dic 2022 . Actualizado a las 04:46 h.La conselleira reunió ayer a los representantes del sector pesquero gallego con el fin de trasladar las decisiones adoptadas en el Consejo de Ministros de Pesca para gestionar las poblaciones de peces del Atlántico nororiental en el 2023. Quintana incidió en su «balance negativo», pues el acuerdo alcanzado «apenas supón melloras en relación coa proposta inicial» que la Comisión Europea puso encima de la mesa.
Reiteró también sus temores a las dificultades en que se verá la flota del cerco el próximo ejercicio después de que el TAC se rebajase de 70.000 a 15.000 toneladas, de las que 3.271 serán para cubrir las capturas accesorias de la flota en el Cantábrico y Gran Sol. Sobre cómo paliar ese duro golpe al sector del cerco, la conselleira de Mar expuso que la Xunta «non ten competencias no caladoiro nacional», por lo que tendrá que ser Madrid, la Secretaría General de Pesca, la que reúna a las comunidades para analizar cómo se puede ayudar al sector. «A sardiña está como está; o xurelo está como está e pouco recurso alternativo lle queda», dijo la responsable de Mar en declaraciones a los medios.
Dar ayudas, como reclamó ayer el BNG en el Congreso, compete a Madrid; como también analizar la viabilidad de un paro biológico. Incluso cae de su mano tratar de convencer a Bruselas de que aumente el cupo de sardina, ahora que, según los científicos, la biomasa está en niveles históricos.
