La UE se abre a dejar 8.000 toneladas de jurel solo para captura accesoria

Una vez liquidados los asuntos de Agricultura, los ministros de Pesca de los Veintisiete se disponían ayer a afrontar la recta final de la negociación de los totales admisibles de captura (TAC) y cuotas pesqueras para el 2023. Ya no hay sobre la mesa una discusión sobre un centenar de poblaciones, como antes de que el Reino Unido abandonase la Unión Europea. Pero las 26 que todavía hay que discutir en casa —18 de interés para España— siguen provocando noches toledanas. Como la que ayer barruntaba la delegación española, con el ministro Luis Planas al frente, después de rechazar la primera propuesta de compromiso presentada por la Presidencia checa: «Todavía queda mucho que negociar».

Y tanto, los ministros no entraron en el plenario hasta las 7 de esta mañana para pronunciarse sobre la última propuesta.

Ese primer documento muy poco o casi nada mejoraba la propuesta de la Comisión Europea. Negro sobre blanco. Aparecía de nuevo el cupo cero para el jurel y, según la conselleira de Mar, Rosa Quintana, que está en Bruselas siguiendo las negociaciones desde la barrera —es Cantabria la que representa a las comunidades autónomas en esta cumbre—, endurecía mucho las flexibilidades ahora permitidas.

Tampoco se apreciaban mejoras en la gestión de la anguila, que, si bien tiene menos impacto que el jurel en la economía pesquera gallega, no quita que esa especie dé sustento en Galicia a 62 embarcaciones y genere un negocio de 310.021 euros cuando es anguila y de 327.486 cuando todavía es angula, según los datos del 2021.

España se afanaba por revertir esos cierres y por suavizar los recortes planteados para lenguado, abadejo y cigala. Pero, sobre todo, por revertir los desequilibrios encontrados en el plan del Mediterráneo, donde se pretende recortar el esfuerzo pesquero en tres semanas por embarcación y, sin embargo, solo se compensa con tres o cuatro días más de pesca a quienes introduzcan redes más selectivas o agranden las mallas. «Mientras no haya equilibrio, no vemos que podamos llegar a un acuerdo», explicaron a los medios fuentes del ministerio español.

Su esfuerzo, para el que contó con aliados, dio sus frutos en la segunda propuesta de compromiso, pero todavía no satisfactorios, a decir de fuentes del sector consultadas.

Avances

El cupo cero para el jurel ya se desdibujaba y aparecía un TAC de 9.300 toneladas, de las que unas 8.000 serían para la Unión Europea y unas 900 para España. Serían todas para captura accesoria, nada de pesca dirigida o pesca específica limitada, como planteaba la Xunta.

Lo malo de esta población es que es una de las compartidas con el Reino Unido y con otros Estados, como Noruega y Groenlandia. Y si las negociaciones con los exsocios, según fuentes del ministerio, marchan a buen ritmo, a pesar de que no se cerraron en plazo, con Noruega no lo van tanto. Al contrario, van «bastante peor». Tanto, que se han paralizado por la «preocupante actitud del país».

En la anguila también había habido avances al cierre de esta edición. La prohibición total de captura se limitaba a la pesca de recreo y se proponía extender la veda de tres a seis meses, aviniéndose la UE a permitir que los tres adicionales quedasen a criterio de cada país.

Aplausos para la idea de hacer más digerible el atracón de «pescado» de cada diciembre

E. A.

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