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La ley que prepara Galicia para ordenar el litoral afectará a la costa y a las 12 millas marinas

e. abuín / s. Serantes REDACCIÓN / LA VOZ

SOMOS MAR

PEPA LOSADA

La conselleira de Medio Ambiente quiere tener algo que decir cuando se vayan a instalar los parques eólicos marinos

26 nov 2022 . Actualizado a las 04:45 h.

La conselleira de Medio Ambiente, Ángeles Vázquez, no es negacionista del cambio climático. Pero tampoco catastrofista. Y cree que Galicia no ha llegado a un extremo tal que justifique los cambios que Transición Ecológica ha introducido en la Ley de Cambio Climático y en el reglamento general de Costas. Lo único que han hecho esas modificaciones es introducir inseguridad jurídica en la costa y, sobre todo, en la cadena mar-industria de la que vive buena parte de Galicia.

Esa incertidumbre generada con la modificación en la fórmula de contar la duración de las concesiones en dominio público marítimo-terrestre y su prórrogas, y el recorte en el tiempo añadido al que tienen derecho —que pasa de 75 a 30 años— ha llevado a la Xunta a interesarse por unas competencias que hasta ahora ni siquiera había pedido: la gestión del litoral. La ordenación de las actividades que pueden llevarse a cabo en el dominio público marítimo-terrestre. ¿Por qué ahora? Porque desde el 2018 hay «una batalla campal entre Transición Ecológica y la Xunta» por lo que cree que es un intento de Madrid de eliminar cualquier vestigio antropológico de la ribera del mar.

Ante la negativa del Estado a ceder las competencias, la Xunta, respaldada con el Consello Consultivo de Galicia, que sostiene que el Estatuto de Galicia da la potestad de ordenar su territorio, ha comenzado a redactar la Lei de Ordenación del Litoral. Vázquez anunció en las Xornadas de Pesca de Celeiro, que esta norma irá al Consello de la Xunta antes de acabar el año y en el 2023 será debatida en el Parlamento de Galicia. Ese texto normativo afectará a la franja desde los 500 metros desde la línea interior de la ribera del mar hasta las 12 millas, «porque entendemos que algo tendremos que decir en esta vorágine de proyectos eólicos marinos», dijo.

La conselleira de Medio Ambiente aclaró que no se trata de oponerse a las energías verdes, sino de regularlas para asegurarse de que el desarrollo de un sector no se hace a costa de otro, sino en paralelo. Se trata de demostrar que Galicia puede luchar contra el cambio climático sin tener que echar a nadie. Cuenta con el pataleo del Estado, pues «está en su derecho», pero a Galicia no le queda otra que ordenar su litoral.