Prometedor arranque de la campaña de la vieira, que apunta a cantidad y calidad

Con toda la precaución que exige hablar en base a los datos de un único día, la impresión ayer en Cambados era la de estar ante una prometedora nueva campaña de la vieira. Esa es la opinión compartida por el gerente de la lonja local, Manuel Domínguez, y por Javier Milleiro, su homólogo en Porto de Cambados, la empresa propiedad de la Confraría San Antonio de la villa del albariño, de la que se sirve para comercializar el que es uno de sus productos estrella, tanto en fresco como congelado.

Los 20 barcos que ayer salieron a la captura de vieira en la primera jornada de la campaña volvieron con el tope completo, cuenta Manuel Domínguez. A 45 kilogramos por tripulante y con tres marineros por embarcación, hablamos de 2.700 kilogramos, cada uno de ellos abonado a 5,50 euros, el mismo precio que el estipulado en la anterior campaña por la cofradía cambadesa.

A falta de comprobar la evolución de las capturas en las próximas semanas, la percepción inicial es de que «vieira hai e o marisco é bo», dicen desde la lonja; al menos, el extraído de la zona 4, la de A Pasantía, que marca el área de trabajo fijada para esta semana desde la Xunta y la cofradía.

El nivel de la calidad de la vieira cambadesa empezará a ser testado a partir de hoy, cuando, previo paso por las 24 horas de depuración correspondiente, la plantilla de Porto de Cambados inicie el trabajo de eviscerado para su posterior clasificación por tamaño y calidad, antes del envasado para su comercialización. Con todo, la primera impresión del desde el pasado mes de mayo gerente de la firma, Javier Milleiro, es netamente positiva: «A vieira veu en bastante bo estado».

Desde Porto de Cambados apuntan a un mercado pendiente de la llegada de nueva mercancía, tras haber liquidado en septiembre la firma arousana sus últimas existencias de la temporada anterior. Un hecho sin precedentes, que ha llevado a adelantar entre dos y tres semanas la tradicional fecha de apertura de este primer tramo prenavideño de la captura de la vieira, en la primera quincena de diciembre, ante la demanda de muchos restaurantes, distribuidoras y también de alguna conservera.

Tanto es así, que Porto de Cambados tiene ya programada la salida de su primera gran partida para este mismo jueves, solo tres días después del inicio del proceso de eviscerado del marisco que vuelve a entrar en la lonja local desde ayer. Concretamente, de 4.000 unidades de vianda para una conservera de O Salnés.

La previsión de ventas para este año es semejante a la de ejercicios anteriores, apunta Javier Milleiro, y en línea con la consolidación de la vieira de Cambados en un mercado que abarca desde los tres líderes de la distribución alimentaria en Galicia, Vegalsa-Eroski, Gadis y Froiz, hasta distribuidores que la colocan en Madrid, Barcelona, Sevilla y Zamora, pasando por pescaderías, plazas de abastos y restaurantes de España.

La comercialización de la volandeira se perfila como un inesperado nuevo filón

Mañana miércoles se cumplirán las tres semanas exactas de la apertura de la campaña de la volandeira. Y el balance hasta hoy en Cambados solo podría ser mejor si el apartado de la cotización de las capturas de tallaje mediano y grande no hubiese caído un par de euros respecto a la de un año atrás. El cálculo lo ofrecía ayer el gerente de la lonja cambadesa, Manuel Domínguez, que informa de un precio medio de 4 euros por kilogramo para la volandeira subastada en su rula, dentro de una franja que se ha movido entre los 2,20 y los 9,90 euros. Por lo demás, tanto en cantidad como en calidad, la cosa pinta bien. Francamente bien.

De un lado, los marineros de Cambados se han encontrado con otra campaña sin problemas para volver cada día a puerto con sus embarcaciones cargadas de volandeira, cubriendo el tope diario permitido. Hablamos hasta ayer de unas 40 toneladas desembarcadas en Cambados desde el día 2, a razón de unas 4 al día, cuenta el gerente de la lonja. Con 40 kilos por tripulante y día, o lo que es lo mismo, 120 por embarcación, y una flota de 42 barcos de diversos puntos de la ría que desde este lunes se ha visto reducida en una docena por la apertura de la vieira.

Bandejas que se quedan cortas

Pero si el volumen de capturas de volandeira es semejante a la campaña anterior, la presente tiene en la villa del albariño una particularidad que la hace susceptible de marcar un antes y un después en el impacto de la especie en el balance de resultados de la Confraría San Antonio. Y es que, por primera vez, su brazo industrial, Porto de Cambados apuesta por la volandeira como producto de comercialización masiva.

Tras algún servicio puntual en años anteriores, la demanda de un par de clientes del sector de la restauración llevó a Porto de Cambados a probar este año con la volandeira el mismo camino abierto con anterioridad con la vieira. Envasando en bandejas de doce unidades tanto para congelado —hasta 2 años de consumo— como para refrigerado —7 días—, «este ano informámoslles aos nosos clientes de que tamén ofertabamos este produto. A miña previsión para todo o 2023 era facer 3.000 bandexas de volandeira, pero xa temos dous clientes que nos piden 3.000 cada unha, e antes do 31 de decembro temos que ter servidas 4.000 si ou si», informaba ayer el gerente de Porto de Cambados.

La plantilla para eviscerado crece en 4 operarios, hasta 36

Prueba del sorprendente éxito de la nueva apuesta de Porto de Cambados es la mano de obra que la firma de la Confraría San Antonio está necesitando para responder a la demanda de volandeira preparada para congelado y refrigerado. Así, explica Javier Milleiro, Porto de Cambados ha debido doblar el número de operarios dedicados al eviscerado de la volandeira, de los cuatro con los que contaban con poder surtir las necesidades de sus clientes, a los ocho que se afanan hoy por cubrir la mayor demanda con la que se han encontrado por parte del mercado.

Desde hoy, la plantilla en las líneas de eviscerado, clasificación y envasado de Porto de Cambados se eleva a 36 trabajadores, esto es, 4 más que la campaña anterior, por el efecto volandeira.

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